El Campo de Gibraltar, ratificado en situación de alerta por sequía severa casi tres años y medio después
La Junta mantiene las restricciones de 200 litros por habitante y día de agua de uso urbano
Los embalses ganan 3,57 hectómetros cúbicos en sólo cuatro días con las borrascas Herminia e Ivo
Un chaparrón anega las calles de Algeciras
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Algeciras/El Campo de Gibraltar se mantiene en situación de alerta por escasez severa de agua, la penúltima más grave de las contempladas en España, casi tres años y medio después. Así lo ratifica la última Orden firmada por el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, y publicada en el BOJA del pasado martes, por la que declara las medidas a adoptar debido al estado de sequía en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas. Dichas medidas suponen el mantenimiento de la restricciones de los 200 litros por habitante y día el consumo de agua de uso urbano, considerando todos los recursos hídricos disponibles en los municipios Algeciras, Los Barrios, Castellar, La Línea, San Roque, Jimena y Tesorillo. Es decir, todos los del Campo de Gibraltar menos Tarifa, que pertenece a la del Guadalete y Barbate.
En el uso agrario, el volumen de riego para el año hidrológico 2024-2025 para la comarca, de acuerdo con el vigente Plan Especial de la Sequía (PES) de la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas (DHCMA), se establece en un máximo de 4 hm³. Este volumen será revisado durante el inicio de este año 2025 en función de la situación hidrológica.
Estas medidas están vigentes desde la Orden de 13 de noviembre de 2024, publicadas en el BOJA número 231, de 27 de noviembre de 2024 y se mantienen de acuerdo con la "actualización hidrológica actual y las previsiones estacionales existentes", que indican que el Campo de Gibraltar permanece por tanto en alerta.
Los Planes de Sequía establecen cuatro niveles o "umbrales de fases de gravedad progresiva de las sequías", como establecen desde la web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Estos niveles van desde la normalidad hasta lo más grave, que es la emergencia por sequía. Mientras que en el segundo nivel se encuentra la situación de pre-alerta y en el tercero (el penúltimo más grave) la situación de alerta, la que vive actualmente la comarca.
La población para realizar el cálculo del volumen máximo, de más de 250.000 habitantes, es el correspondiente a la propuesta ya efectuada por el operador y aceptada por la Administración en los términos indicados en la Orden de 20 de marzo de 2024.
La Junta de Andalucía culminó el proceso para declarar el Campo de Gibraltar en situación de sequía prolongada o excepcional el 14 de octubre de 2021. En aquel periodo 2020-2021 ya acumulaba dos años con precipitaciones que se situaban sistemáticamente por debajo del 50-60% de la media histórica, llegando incluso al 25% de este valor en algunas áreas. Esa sequía prolongada provocó que las aportaciones a los embalses de Guadarranque y Charco Redondo se situasen en valores extraordinariamente bajos del 15% de la media histórica en el año hidrológico 2019-2020 después de un año 2018-2019 en el que fueron del 30% de dicha media. Las aportaciones de comienzos del año 2021 permitieron pasar de un volumen almacenado inferior a 41 hm³ a principios de enero de 2021, inferior a las demandas correspondientes a un año, a algo más de 80 hm³.
Aquel decreto establecía que “la gestión de los episodios de sequía requiere actuar no solo desde el punto de vista de la demanda, adaptando ésta a la evolución de la situación hidrológica”, sino que en una situación excepcional como la que vivía y vive la comarca, urge “la ejecución de infraestructuras hidráulicas de cualquier naturaleza correspondientes al ciclo integral del agua de uso urbano con el objetivo último de aumentar la garantía del abastecimiento humano, movilizando recursos adicionales en aquellos casos donde sea factible o, en su caso, actuando sobre las infraestructuras existentes al objeto de mejorar las eficiencia de las mismas y las conexiones existentes entre distintos ámbitos que puedan existir”.
La principal es la presa de Guadalmedina. En octubre de 2024, el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, anunció que la redacción del proyecto estaba concluido y en supervisión por la Dirección General de Infraestructuras del Agua, antes de su envío al Gobierno. Se trata de una iniciativa que nació hace más de 30 años, cuando fue consensuada por los agentes sociales de la zona y por la propia Junta.
Embalses
El paso de las borrascas Herminia e Ivo ha permitido que los tres embalses del Campo de Gibraltar hayan ganado 3,57 hectómetros cúbicos de agua en sólo cuatro días. Charco Redondo, Guadarranque y Almodóvar almacenan en la mañana de este jueves 57,92 hm3 cuando el pasado domingo tenían 54,35 hm3. La situación sigue siendo preocupante, pero es mucho mejor que hace un año, cuando sumaban 40,23 hm3.
De esta situación, que lleva aparejada las mencionadas restricciones para el consumo, no se saldrá hasta que no se registre al menos durante dos meses consecutivos un nivel de reservas de agua superior a los 77,6 hectómetros cúbicos de agua entre los embalses de Guadarranque y Charco Redondo, que en la actualidad suman 54,07 hm3, es decir, están todavía lejos de salir de la alerta.
Esta cantidad alcanza para un poco más de un año de consumo de agua en el Campo de Gibraltar, incluyendo los usos agrícolas e industriales además del abastecimiento a la población.
A lo largo de un año, el Campo de Gibraltar demanda unos 42 hectómetros cúbicos para consumo de la población y usos agrícola e industrial. La cifra crece hasta los 50 hectómetros cúbicos anuales teniendo en cuenta la insolación que reciben las láminas de agua de los embalses durante la temporada estival.
Piscinas y zonas verdes
Respecto a las piscinas y riego de zonas verdes siguen las medidas excepcionales aprobadas el pasado mes de mayo siempre y cuando se respete la dotación aprobada para cada sistema y que el volumen de riego no podrá superar los 200 m3 por hectárea y mes con un máximo de riego a la semana.
Según estas medidas excepcionales, las piscinas públicas se encuentran autorizadas, mientras que son los ayuntamientos y las mancomunidades con competencias en materia de abastecimiento en alta los que, en el caso de las piscinas privadas, remitan a la Administración Hidráulica las solicitudes correspondientes junto con su informe técnico justificativo de compatibilidad con la dotación aprobada para el conjunto del sistema para su consideración (o en cada ámbito municipal en zonas sin regulación).
Estas piscinas deben disponer de un sistema de re-circulación del agua de forma que ésta se use en las cantidades indispensables para reponer las pérdidas de agua por evaporación, limpieza de filtros y para garantizar la calidad sanitaria del agua. En el caso de los riegos de zonas verdes, se realizarán con agua no apta para el consumo humano, cuando exista este tipo de recurso, y con aprovechamiento máximo del mismo. Sólo se podrá emplear agua apta para el consumo humano cuando en el municipio no existen otros recursos no aptos para el consumo humano que pueden emplearse en el riego o, existiendo, sean insuficientes para llevar a cabo dichos riegos de supervivencia. Además, en ningún caso, el empleo de agua destinada al consumo humano en operaciones de riego de zonas verdes supondrá que se superen los volúmenes de abastecimiento aprobados en la Comisión de Gestión para la Sequía.
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