El Campo de Gibraltar se lanza a las rebajas de enero de 2025

Algeciras/No ha dado tiempo a guardar las luces, ni a desmontar los belenes, ni a digerir el último roscón de Reyes. Este martes, las rebajas de enero se cuelan en el calendario como una prolongación natural de los excesos navideños. Los escaparates lucen ya con carteles de descuentos y precios tachados, mientras el torrente del consumo, iniciado allá por el Black Friday, sigue su curso sin pausa.

En los grandes comercios del Campo de Gibraltar las rebajas han arrancado oficialmente este 7 de enero. Sin embargo, algunos se adelantaron, como si quisieran evitar perder el primer asalto de una carrera que parece no tener meta. Desde plataformas online hasta pequeños bazares, el ritmo de las ofertas se ha convertido en una constante. Y ahí radica el problema, según la Confederación Comercio Andalucía, que insiste en que estos periodos “ya no tienen sentido”.

La patronal asegura que la liberalización de las rebajas en 2012, que dejó en manos de cada comercio el cuándo y el cómo, ha diluido su impacto. "El pequeño comercio no puede competir con las grandes plataformas ni sostener precios bajos de forma constante", lamentan. Para ellos, volver a regular un calendario fijo permitiría equilibrar las reglas del juego y dar un respiro a un sector que sigue siendo motor de la economía local y la cohesión social.

Mientras tanto, la Dirección General de Consumo recuerda que, en este periodo, las normas son claras: el precio rebajado debe ser sobre el menor registrado en los últimos 30 días, y los derechos del consumidor no se toman vacaciones. Garantías, devoluciones y claridad en los precios son tan obligatorios como en cualquier otro momento del año.

Pero para muchos consumidores, lo que cuenta es el ritual. Desde primera hora, no faltan quienes se lanzan a buscar el abrigo que hace un mes les parecía caro, o ese gadget innecesario que ahora parece una ganga. El comercio local de la comarca se debate entre un optimismo cauteloso y la resignación, sabiendo que, una vez más, la atención terminará desviándose hacia las pantallas y las macrotiendas.