Un largo recorrido para la normalización del coche de hidrógeno
Desde 2021 solo se ha vendido una treintena de vehículos que usan este combustible, que no genera emisiones, y solo hay una veintena de hidrogeneras en toda España
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Algeciras/El hidrógeno verde, que en el Campo de Gibraltar tendrá uno de los principales puntos de producción del país, será la fuente de energía del futuro, también para los coches, aunque aún queda un largo recorrido para que se terminen de afianzar en el mercado los vehículos propulsados con este combustible, cuyo uso no generá ningún tipo de emisiones. Por el momento solo hay una treintena de coches propulsados por hidrógeno en España. En 2021 se vendieron 15 unidades. En 2022 se vendieron cinco coches y en 2023 no llegó a una decena. En este bajísimo número de ventas tiene que ver que en la actualidad solo haya en España una veintena de hidrogeneras en activo, ocho de ellas públicas. Estas están abiertas a cualquier usuario, mientras que las privadas están reservadas a clientes específicos, como empresas o flotas de vehículos. El número contrasta con el de Alemania, donde ya hay 101 operativas.
La Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico recoge que para 2030 deberá haber en España una red de entre 100 y 150 hidrogeneras de acceso público para el repostaje de los vehículos propulsados con este combustible. Estas deberían situarse en lugares fácilmente accesibles, repartidas por todo el territorio con una distancia máxima de 250 kilómetros entre cada una.
El documento estima que para entonces debería haber entre 150 y 200 autobuses de pila de combustible de hidrógeno renovable repartidos por todo el territorio nacional, con especial participación en las flotas de autobuses urbanos de ciudades de más de 100.000 habitantes, además de un parque de entre 5.000 y 7.500 vehículos ligeros y pesados que usen este tipo de energía para el transporte de mercancías.
Por el momento, este hito está muy lejos a seis años de que se cumpla el horizonte temporal de 2030. En cuanto al uso doméstico de vehículos propulsados por hidrógeno verde, solo se comercializan dos modelos coches en España: el Toyota Mirai, un berlina con un precio de partida de 65.000 euros, y el Hyundai Nexo, un SUV grande con un precio que parte los 73.450 euros. A ellos se unirán en el futuro el Toyota Hilux o el BMW i Hydrogen Next, ambos aún en proyecto.
El hidrógeno permite que los coches gocen de gran autonomía, de más de 600 kilómetros, sin el gran peso y espacio que ocupan las baterías, y se recarga con rapidez, en unos 5 minutos para llenar las pilas de batería.
Costes del combustible
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un análisis comparativo de los costos de combustible de los coches eléctricos, los de hidrógeno y los de gasolina. El gasto promedio en electricidad de un coche eléctrico es de 400 euros cada 10.000 kilómetros, mientras que el precio del hidrógeno es aproximadamente 10 euros por kilo. Un coche de pila de hidrógeno consume alrededor de 1 kilo con autonomía para 500 kilómetros, por lo que gasta en combustible 800 euros cada 10.000 kilómetros. En cuanto a gasolina, la OCU estima que un vehículo de gasolina moderno gasta unos 1.200 euros de combustible cada 10.000 kilómetros. “Aunque es algo más barato, el ahorro no compensa el alto coste de compra del vehículo propulsado por hidrógeno”, indica la organización.
Cómo funciona un coche de hidrógeno
La web movilidadelectrica.com explica que, al igual que los coches eléctricos de batería, los de hidrógeno recurren a una mecánica exclusivamente eléctrica para funcionar. La diferencia entre está en que mientras los primeros necesitan conectarse a un enchufe para recuperar la energía de sus baterías, los de hidrógeno recurren a la tecnología de pila de combustible.
Para que un coche de hidrógeno funcione es necesario un proceso químico denominado electrólisis, en el que los elementos de un compuesto químico son separados por medio de la electricidad. El hidrógeno necesario para llevar a cabo la electrólisis se almacena en uno o varios tanques, normalmente alojados bajo los asientos posteriores, bajo el maletero o incluso en la parte delantera. Cuando se mezcla con oxígeno, en la pila de combustible se genera electricidad y agua. La electricidad se almacena en la batería y se utiliza para alimentar el motor, mientras que el agua se elimina en forma de vapor a través del tubo de escape.
El problema del transporte y almacenamiento del hidrógeno
El Real Automóvil Club de España (Race) explica que lo complicado del hidrógeno es almacenarlo y transportarlo porque al ser un gas se va perdiendo por el camino. “Es difícil crear un circuito estanco que consiga que no haya pérdidas durante el transporte. Por eso, los depósitos de hidrógeno del coche están colocados en la parte delantera, junto a la batería y el motor eléctrico. En la actualidad, se siguen investigando formas de conseguir unos depósitos con más estanqueidad. La duración de estos depósitos es de unos 15 años”, indica.
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