La reorganización de la Guardia Civil (XIX)

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXXXV)

A partir de la entrada en vigor de la citada ley de 1941, los guardias civiles que ascendieron a cabos ingresaron en una escala única, sin distinción de procedencia de Infantería o Caballería

La reorganización de la Guardia Civil (XVIII)

Sargento de la Guardia Civil Domingo Vera Fernández, comandante de puesto en San Roque (1941-1945). / E. S.

Algeciras/En el artículo de la semana pasada se citaban los jefes y oficiales destinados en mayo de 1944 en la nueva 337ª Comandancia Mixtade la Guardia Civil (Algeciras), que excepcionalmente, estaba dotada de diez compañías enclavadas en las provincias de Cádiz y Málaga. Su importante extensión geográfica por lo tanto era muy superior a lo que desde el año 1965 conocemos como el Campo de Gibraltar, ya que la evolución de la Segunda Guerra Mundial así lo requirió.

Ahora es necesario mencionar a los suboficiales y cabos de dicha comandancia, muchos de los cuales fueron entonces los comandantes de los puestos territoriales desplegados en ambas provincias. Nunca antes, ni después, la comandancia campogibraltareña tuvo semejante despliegue, el cual se mantendría hasta 1948.

También hay que precisar que en dicha comandancia, mandada por el teniente coronel Manuel Sanmartín Rives, el mayor porcentaje de cuadros de mando, tanto jefes, oficiales, como suboficiales y cabos, procedían del desaparecido Cuerpo de Carabineros que había sido absorbido tras la aplicación de la ley de 15 de marzo de 1940, por el de la Guardia Civil. De hecho, en esta comarca más que en ninguna otra, no puede entenderse ni explicarse la razón de ser y estar de la actual Benemérita, si no se asume aquella histórica institución de Carabineros que nació para combatir el contrabando y ser el resguardo fiscal del Estado.

Tampoco, centrándonos ya en España durante ese periodo de la Segunda Guerra Mundial, hay que olvidar que fue necesario anexionar y encuadrar unidades en la nueva comandancia campogibraltareña que hasta entonces habían estado ubicadas en las Comandancias de la Guardia Civil de Cádiz y Málaga, incluidas las procedentes del desaparecido Cuerpo de Carabineros. Es decir, las antiguas 216ª Comandancia Rural (Cádiz) y 234ª Comandancia de Costas (Cádiz), reconvertidas desde el 1 de marzo de 1944, en buena parte, en la nueva 237ª Comandancia Mixta (Cádiz), así como las antiguas 116ª Comandancia Rural (Málaga) y 133ª Comandancia de Costas (Málaga), reconvertidas, también en buena parte, en la nueva 137ª Comandancia Mixta (Málaga). Recordar que las dos nuevas comandancias citadas, junto a la 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), habían pasado a encuadrarse en el nuevo 37º Tercio Mixto (Málaga).

Al igual que poco antes había sucedido con los jefes y oficiales de la “nueva” Benemérita, se publicó en noviembre de 1944 por el Negociado 2º de la Sección de Personal de la Dirección General de la Guardia Civil, el “Escalafón Oficial”, editado por el Taller-Imprenta de Artes Gráficas de Huérfanos de la Guardia Civil, “de Brigadas, Sargentos, Cabos, Guardias elegibles para Cabos del Cuerpo de la Guardia Civil, y destinados en el C.A.S.E. que presta servicio en las diferentes Unidades del Cuerpo”.

Lo mismo que ocurrió con los jefes y oficiales procedentes del antiguo Cuerpo de Carabineros, tras la entrada en vigor de la mentada ley de 1940, sucedió también a sus suboficiales y cabos, encuadrándoles en unidades de costas y fronteras, mientras que los procedentes originariamente de la Guardia Civil fueron destinados a unidades rurales y móviles.

También es importante recordar, expuesta en un capítulo anterior, la ley de 25 de septiembre de 1941, por la que se dispuso la fusión, en una sola escala, de las de Infantería y Caballería, de los suboficiales y cabos existentes hasta entonces en la Benemérita. No obstante, como también seguía en vigor la ley de 24 de julio de 1918, que estableció “la separación de las escalas de la Guardia Civil en dos Armas: Infantería y Caballería”, se decidió que continuaran existiendo separadamente si bien se declaró a extinguir la de Caballería.

A partir de la entrada en vigor de la citada ley de 1941, los guardias civiles que ascendieron a cabos ingresaron en una escala única, sin distinción de procedencia de Infantería o Caballería. Respecto a los brigadas, sargentos y cabos que entonces pertenecían a Caballería, se dispuso que pudieran “prestar servicio en Unidades que no sean montadas”. Es decir, comenzó entonces en la Guardia Civil la desaparición de la mentada escala de Caballería.

Centrándonos ya en el Campo de Gibraltar, hay que significar que en el citado escalafón de noviembre de 1944 sólo figuraba entre los 126 brigadas de Infantería y los 31 de Caballería de la Guardia Civil, ascendidos a dicho empleo antes de la entrada en vigor de la mentada ley de 1941 y procedentes del Cuerpo fundado por el duque de Ahumada, un único suboficial perteneciente entonces a la nueva 337ª Comandancia Mixta (Algeciras).

Se trataba de José Castro Navarro, brigada desde octubre de 1940 y comandante de puesto en Vejer de la Frontera. Hasta el 1 de marzo de 1944 dicha unidad estaba encuadrada en la 216ª Comandancia Rural (Cádiz), pasando a partir de entonces a formar parte de la nueva comandancia campogibraltareña, haciéndose así constar en el mentado escalafón de 1944.

El resto de brigadas de Infantería pertenecientes igualmente a la nueva 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), procedentes de la Guardia Civil antes de la absorción del Cuerpo de Carabineros pero ascendidos tras la entrada en vigor de la citada ley de 1941, eran Rafael Ródenas López (Jimena de la Frontera/Cádiz) y José Armiñana Pérez (Alcalá de los Gazules/Cádiz).

También, según el citado escalafón de 1944, estaban destinados en la nueva comandancia campogibraltareña, pero pendientes de asignación de destino interno concreto, los brigadas de Infantería Antonio Noguera Cano (procedente por ascenso de la 200ª Comandancia Exenta de Ceuta), Luis Cañón Pedrero (nacido en San Roque, anteriormente había sido sargento de Caballería y comandante de puesto en La Almoraima, ubicado en el término municipal de Castellar de la Frontera, que perteneció al escuadrón de Caballería del entonces 16º Tercio cuya cabecera estuvo ubicada en la ciudad de Cádiz), Ángel Arévalo García (procedente por ascenso de la entonces 118ª Comandacia Rural de Córdoba) y Pedro Durán Rivero (procedente por ascenso de la entonces 211ª Comandancia Rural de Cáceres).

Como sargentos de Infantería de la nueva comandancia campogibraltareña, igualmente procedentes de la Guardia Civil con anterioridad a la mentada ley de 1940, se encontraban Pedro Salvo Pérez (al mando del puesto de Algeciras/Cádiz y superviviente del ataque anarquista a la casa-cuartel de Casas Viejas/Cádiz en enero de 1933) así como Domingo Vera Fernández (al mando del puesto de San Roque/Cádiz).

El resto de sargentos de dicha comandancia, igualmente procedentes de la Guardia Civil, habían ascendido a dicho empleo con posterioridad a la entrada en vigor de la mentada ley de 1941, tratándose de Juan Navarro Mayo (Casares/Málaga), Juan Sánchez Barea (Alcalá de los Gazules/Cádiz), Manuel Quintana Sánchez (Cortes de la Frontera/Málaga), Mariano Sánchez Martín (Jimena de la Frontera/Cádiz), Marcelino Manzaneque Gómez (Buceite/Jimena de la Frontera/Cádiz), Antonio Prieto Flores (Los Barrios/Cádiz), José Corbacho Franco (San Roque/Cádiz) y José Rodríguez Pérez-Palomo (Buceite/Jimena de la Frontera/Cádiz).

Continuando con los suboficiales de la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), que figuran en el mentado “Escalafón General” de noviembre de 1944, es muy importante, dado además su número mucho mayor, citar a los procedentes del antiguo Cuerpo de Carabineros así como sus destinos, ahora todos pertenecientes a la Benemérita.

(Continuará).

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