La reorganización de la Guardia Civil (XXIII)
LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXXXIX)
La Segunda Guerra Mundial a favor de los Aliados, obligó entonces al Estado español, a pesar de su aparente y teórica neutralidad, a efectuar una remodelación militar de la estratégica zona del Estrecho de Gibraltar.
La reorganización de la Guardia Civil (XXII)
San Roque/La nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), que había entrado oficialmente en funcionamiento el 1 de marzo de 1944, fue consecuencia directa de dos cuestiones principales. Por una parte era necesario proseguir la reorganización del Cuerpo de la Guardia Civil, principal fuerza de seguridad del Estado, que había experimentado un potente aumento de efectivos y misiones tras la absorción del antiguo Cuerpo de Carabineros, establecida en la ley de 15 de marzo de 1940, así como los posteriores e importantes incrementos de personal que se produjeron.
En una primera fase, entre 1940 y 1944, la provincia de Cádiz había llegado a tener tres Comandancias de la Guardia Civil. Se trataban, tal y como se ha expuesto en capítulos anteriores, de la antigua de la Guardia Civil que había sido reconvertida en la 216ª Comandancia Rural (Cádiz) y que tenía por demarcación territorial toda la provincia, así como las dos antiguas de Carabineros de Algeciras y Cádiz. Éstas habían terminado entonces reconvertidas en la Benemérita como la 134ª Comandancia de Costas (Algeciras) y la 234ª Comandancia de Costas (Cádiz).
A ello había que sumar que en la capital gaditana había dos cabeceras de Tercios de la Guardia Civil: el 16º Rural y el 34º de Costas. Estos, mandados por coroneles, comprendían las comandancias citadas, que eran dirigidas por tenientes coroneles, más las antiguas comandancias de la Guardia Civil y de Carabineros, de Málaga y Huelva, respectivamente.
El caso de la provincia de Cádiz, y también su Campo de Gibraltar, no fue entonces único en el despliegue territorial nacional aunque sí el más manifiesto. Es por ello, que superada esa primera fase de absorción del Cuerpo de Carabineros que duró tres años, fue necesario evolucionar en la reorganización administrativa y operativa de las principales unidades que eran las comandancias.
Era necesario, y la provincia de Cádiz era un evidente ejemplo de ello, que las comandancias tuvieran unas demarcaciones delimitadas territorialmente, en lugar de superpuestas como venía sucediendo. Que el principal y más antiguo cuerpo de seguridad del Estado, la Guardia Civil, hubiera absorbido e integrado, mediante la mentada ley de 15 de marzo de 1940, al cuerpo responsable del resguardo fiscal y de persecución del contrabando, Carabineros, exigía continuar avanzando en la reorganización de toda la institución.
Fruto de la misma, entrada en vigor el citado 1 de marzo de 1944, y en el ámbito que nos afecta como Campo de Gibraltar, la provincia gaditana quedó solo con dos Comandancias: la 237ª Mixta (Cádiz) y la mentada 337ª Mixta (Algeciras), trasladándose las cabeceras de los Tercios, que realmente desaparecieron como tales, a otras capitales de provincia. En el caso concreto que nos afecta, ambas comandancias gaditanas, junto a la 137ª Comandancia Mixta (Málaga), pasaron a encuadrarse en el nuevo 37º Tercio Mixto (Málaga).
Por otra parte, la evolución bélica de la Segunda Guerra Mundial a favor de los Aliados, obligó entonces al Estado español, entre otras cosas, y a pesar de su aparente y teórica neutralidad, que realmente no fue tal, a efectuar una remodelación militar de la estratégica zona del Estrecho de Gibraltar.
En el ámbito terrestre se amplió muchísimo la demarcación territorial del gobierno militar del Campo de Gibraltar, afectando directamente a las unidades del Ejército de Tierra desplegadas en dicha zona así como, en el caso que ahora nos ocupa, de la Guardia Civil. Ello implicó, aunque es un tema prácticamente desconocido y apenas tratado por investigadores e historiadores, asumir temporalmente, concretamente desde 1944 hasta 1948, determinados términos municipales que hasta entonces habían pertenecido a las demarcaciones de las comandancias de la Guardia Civil de Cádiz y de Málaga.
Es cierto que algunos de esos municipios, en otras épocas anteriores, habían estado integrados en el entonces llamado Campo de Gibraltar, muy diferente del actual, pues su composición había ido variando en función de las necesidades castrenses vinculadas principalmente a la existencia y actividad de la colonia británica del Peñón.
Sin embargo, la competencia, despliegue y jurisdicción del gobernador militar del Campo de Gibraltar, incluidas las anteriores comandancias de Carabineros y de la Guardia Civil que habían tenido su cabecera en Algeciras, nunca serían, ni jurídica ni territorialmente, como las de la mentada época que ahora estamos tratando. Todo ello estuvo motivado principalmente por la evolución de la Segunda Guerra Mundial a favor de los Aliados.
Por diversos motivos, la historiografía no ha profundizado todavía en todos los aspectos de dicha cuestión durante ese periodo, pero aunque queda todavía mucho temario pendiente, resulta muy interesante, y más para nuestro Campo de Gibraltar, la aproximación y exposición que se viene haciendo en Europa Sur, de este periodo realmente tan poco conocido en una época verdaderamente complicada y convulsa.
Tras exponerse los pocos conocidos escalafones del año 1944, relativas a jefes, oficiales, suboficiales y cabos de la Guardia Civil, destinados en la mentada comandancia campogibraltareña, así como algunas de sus principales hojas de servicio, es necesario proseguir el relato de lo acaecido.
Finalizando dicho año, se continuaron produjeron algunos cambios de destino, como por ejemplo, el del capitán Juan Gallego Corbacho. El 28 de noviembre de 1944 fue destinado voluntariamente, según resolución publicada tres días después en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército núm. 271, de la plana mayor del 12º Tercio Rural (Tenerife) a mandar la 1ª Compañía Rural (Algeciras) de la 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), que estaba vacante. Otros en cambio, por ejemplo, se marcharon entonces de la comandancia campogibraltareña, como fue, por orden de 4 de diciembre de 1944, publicada nueve días después en el mentado diario oficial núm. 280, el caso del brigada Pedro Durán Rivero que fue destinado a la 106ª Comandancia Rural (Cáceres). O también el destino en la misma resolución, a la citada 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), del brigada José Fernández Ortega, procedente de la 137ª Comandancia Mixta (Málaga).
El año siguiente, 1945, no sólo fue el de la victoria de los Aliados y la derrota de las fuerzas del Eje, finalizando la Segunda Guerra Mundial iniciada en 1939, sino que acontecieron otras cosas vinculadas con lo anteriormente expuesto en el ámbito de lo que por aquel entonces era la demarcación del Campo de Gibraltar.
Respecto a la “Escaleta de Generales, Jefes y Oficiales”, a fecha de 1 de enero de 1945, publicada por el Negociado Primero de la Sección de Personal de la Dirección General de la Guardia Civil, hay que significar que la comandancia campogibraltareña continuó manteniendo las 10 compañías, tanto las tres rurales como las cinco de costas y las dos de especialistas que mandadas por capitanes, ya se expusieron tras el despliegue adoptado a partir del 1 de marzo de 1944, incluidas las readaptadas de las antiguas comandancias de Cádiz y de Málaga.
La principal variación es que dejaron de ser denominadas las unidades subordinadas siguientes como “Secciones”, término entonces más propio realmente del Ejército de Tierra en general y de Carabineros en particular. En su lugar volvió a adoptarse el nombre tradicional en la Benemérita de “Líneas”, situando sus cabeceras en las mismas localidades que habían estado aquellas.
(Continuará).
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