La visita del rey Alfonso XIII y otras autoridades al Puerto de Algeciras entre 1909 y 1919
Fragmentos de la historia del puerto de Algeciras (1906-1980)
La visita del rey Alfonso XIII y su estancia en Algeciras y otras poblaciones del Campo de Gibraltar y Ceuta entre los días 4 y 9 de marzo de 1909, fue especialmente significativa
El máximo mandatario español adquirió un gran conocimiento de los valores portuarios de Algeciras
Proyecto del puerto de refugio en Algeciras de 1908. Antecedentes y obras previstas
Algeciras/Desde la creación de la Junta de Obras del Puerto en agosto de 1906, pero, sobre todo, desde que la celebración, unos meses antes, de la Conferencia Internacional sobre Marruecos que había convocado en la ciudad de Algeciras a personalidades tan destacadas como el ministro de Estado de España, Duque de Almodóvar del Río, el Capitán General de Andalucía, embajadores y ministros plenipotenciarios de las naciones más poderosas del momento acompañados de sus séquitos y de periodistas de todo el mundo, una población provinciana que había vivido alejada de los grandes acontecimientos históricos de la Edad Contemporánea, concitó el interés de las autoridades españolas y extranjeras. Estas personalidades habían podido comprobar de primera mano las inmensas posibilidades que la bahía y el Puerto de Algeciras presentaban por su privilegiada situación para el comercio marítimo internacional y que, hasta ese momento, por circunstancias diversas, habían estado ocultas o habían sido ignoradas por quienes tenían la responsabilidad de promover las mejoras de las vías de comunicación y las obras de carácter portuario. A pesar de las demandas que, en ese sentido, habían planteado los comerciantes e instituciones de la ciudad desde, al menos, los años cuarenta del siglo XIX, nada o muy poco se había llevado a cabo.
La presentación del Proyecto de Puerto de Refugio en Algeciras en 1908, su trámite en la Dirección General de Obra Públicas con el apoyo de las autoridades locales y provinciales, y los diversos proyectos parciales y reformados que se derivaron de él desarrollando las obras portuarias propuestas y que fueron remitidos a la Superioridad en los años siguientes, pusieron, por fin, a Algeciras y a su Puerto en el centro de atención del Gobierno, convencidos los ministerios implicados de que la construcción de un puerto en Algeciras era una cuestión de interés nacional.
Esta nueva visión, que desde 1906, se comienza a tener del Puerto algecireño, posibilitó la llegada de personalidades adscritas al Ministerio de Fomento, entre los años 1909 y 1919, que con sus visitas de inspección tuvieron un contacto directo con la realidad del puerto y con las necesidades que la Junta de Obras les transmitía con proyectos enviados al ministerio. No cabe duda de que estas personalidades acudieron a Algeciras con el objetivo de conocer “in situ” el puerto y las propuestas de la Junta de Obras a través de su Ingeniero Director. Sin duda, sus informes tuvieron mucho que ver con el desarrollo de los proyectos que se realizaron entre los años 1912 y 1935.
Sin embargo, la visita del rey Alfonso XIII, representante de la más alta magistratura del Estado, y su estancia en Algeciras y otras poblaciones del Campo de Gibraltar y Ceuta entre los días 4 y 9 de marzo de 1909, fue especialmente significativa por el valor simbólico que tuvo y el conocimiento directo que el rey de España adquirió de los valores portuarios de Algeciras. Para Alfonso XIII el puerto algecireño tenía, en aquellos momentos, un gran interés por el apoyo que se podría dar desde él a las posesiones españolas en el norte de África y a los proyectos que ya se trataban en el seno del Gobierno en relación con la explotación colonial de la otra orilla.
El monarca llegó a la ciudad por vía férrea, siendo recibido en el apeadero del puerto por el alcalde de la misma, Juan Guadalupe Sánchez, y los demás miembros del Consistorio, los Gobernadores Civil y Militar y el Presidente de la Junta de Obras del Puerto. Entre los actos a los que asistió en Algeciras habría que destacar la reunión que mantuvo con las autoridades en la Casa Consistorial, en el transcurso de la cual el alcalde le expuso los problemas que aquejaban a la ciudad, mostrando el rey gran interés por conocer la marcha de las obras del puerto y los proyectos que estaban siendo redactados por la Junta de Obras. El rey se comprometió a recibir en audiencia a la Comisión de la Junta que tramitaba el Proyecto de Puerto Reformado de Refugio en Algeciras para conocer con todo detalle las propuestas contenidas en el mismo. Dicha audiencia se celebró en Madrid a finales del año 1910. En las actas de la reunión de la Junta de Obras celebrada el 10 de febrero de 1911se recogía lo siguiente: "Atendiendo la indicación que S. M. el Rey se sirvió hacer en la visita a esta población referente a que se le diera a conocer el proyecto del Puerto, entonces en estudio, demandó la celebración de una audiencia regia en la que tuvo el alto honor y satisfacción de oír el interés que S. M. dispensa a la construcción de un puerto en Algeciras".
El 13 de septiembre de 1911 visitó el puerto el Inspector General de Obras Públicas, don Enrique Gadea, enviado por el Director General para que realizara una inspección ocular y se reuniera con el Ingeniero Director con el fin de redactar un informe para la Superioridad de los proyectos del Rompeolas y del muelle de la Galera.
Otra de las destacadas personalidades que realizó una visita de inspección el día 3 de mayo de 1913 al puerto, fue el propio ministro de Fomento, don Miguel Villanueva y Gómez. En la Sesión Extraordinaria celebrada por la Junta el día 29 de abril de 1913 se trató, como único punto del orden del día, la anunciada llegada del ministro de Fomento a la ciudad con el fin de realizar una visita de inspección a este puerto. El planteamiento de la visita fue el siguiente: se organizó una excursión por la bahía para poder mostrar al señor Villanueva los proyectos de obras que se proponían, sobre todo los dos más emblemáticos, que eran el muelle de la Galera y el Rompeolas de la Isla Verde. Dicha excursión se realizó a bordo de uno de los vapores de la Compañía del Sur de España. En el transcurso de la visita el presidente de la Junta expuso al señor Villanueva la importancia que podría tener que el Ministerio diera su aprobación a los asuntos que estaban pendientes en relación con las obras del puerto, y muy particularmente en la rápida construcción del muelle de la Galera, consignación en el próximo ejercicio de cantidad bastante para la subasta del rompeolas y poder realizar en el presente la ampliación de la Marina o muelle de Costa.
Tradicionalmente se ha considerado que el ministro Villanueva vino a Algeciras para colocar la primera piedra de las obras del muelle de la Galera, aunque es probable que tal ceremonia no se llevara a cabo, puesto que las obras aún no se habían subastado. El señor Villanueva solo se comprometió a que se interesaría por la aprobación del proyecto cuando retornara a Madrid. En la reunión de la Junta del 8 de mayo siguiente, su presidente dio cuenta de las favorables noticias llegadas del Ministerio en relación con las obras del puerto como resultado de la visita del señor ministro. En dicha reunión, el Ingeniero Director dio lectura a un telegrama en el que el señor Villanueva expresaba su opinión favorable al pronto inicio de las obras del muelle de la Galera.
El apoyo de don Miguel Villanueva al puerto de Algeciras no se redujo sólo a lo expresado en la visita citada, sino que en los meses siguientes, habiendo quedado desierta la subasta de las obras del muelle de la Galera, ordenó la inmediata ejecución de dichas obras encargándose directamente el Ministerio de las mismas. Una vez cesado en su cargo de ministro de Fomento, en reunión de la Junta de Obras celebrada el 4 de marzo de 1914, se aprobó, "por haber sido este señor un decidido protector del Puerto de Algeciras, colocar su retrato en la sala de sesiones de esta Junta para constancia de reconocimiento (nunca llegó a colgarse el referido retrato)". En la Sesión de la Junta del día 23 de mayo de 1913 se acordó denominar al muelle de costa que se habría de construir por delante de la Marina con el nombre de don Miguel Villanueva, denominación que, luego, se hizo extensiva a la dársena que habilitó el citado muelle. Hasta el día de hoy se mantiene el nombre de Avenida de Villanueva a la vía que discurre entre el antiguo Hotel Anglo Hispano y el Auditorio Millán Picazo.
Otra visita destacada fue la realizada, en la primera quincena del mes de marzo de 1914, por el Jefe del Servicio Central de Puertos y Faros, Manuel Díez, quien llegó a la ciudad cuando ya hacía varios meses que se habían iniciado las obras del muelle de la Galera, pero que era notorio que adolecían de graves problemas de financiación y de falta de medios auxiliares. El alto funcionario del Ministerio de Fomento estuvo acompañado por el Ingeniero Director, visitando los trabajos que se realizaban en el nuevo muelle donde reconoció la necesidad de que se presentara un proyecto reformado para el citado muelle y el muro de encauzamiento del río de la Miel.
Un año más tarde volveríaDíez a realizar una segunda visita a las obras del puerto para comprobar el desarrollo de las mismas y si se habían seguido las indicaciones que él hiciera en su primera visita. Una vez supervisadas las obras y comprobados los escasos medio económicos con que contaba la Junta para terminar el muelle de la Galera (en aquellos días denominado de Alfonso XIII), ordenó que todos los recursos que aún quedaran por invertir se dedicaran a las obras del citado muelle.
Cuatro años más tarde, entre el 18 y el 20 de enero de 1919, sería el Director General de Obras Públicas, señor Azqueta, el que realizó una visita de inspección a las obras del puerto. Acompañado del Jefe de Servicio Central de Puertos, del Presidente de la Junta, del Ingeniero Director y del Diputado a Cortes por el distrito de Algeciras, José Luis de Torres, realizaron una excursión por la bahía y visitaron, entre otras obras las del muelle de la Galera y las del encauzamiento del río de la Miel. En el transcurso de la visita, el Director General ordenó a la Dirección Facultativa de la Junta que redactara con toda urgencia un proyecto de prolongación del muelle de la Galera que rematase en el bajo de los Patrones, para posibilitar el atraque de barcos de gran tonelaje.
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