El sol ya tiene fecha: la Aemet anuncia cuándo diremos adiós al paraguas en el Campo de Gibraltar

Algeciras/Se acabó el diluvio. O al menos, por un tiempo. Tras semanas de cielo plomizo, chubascos imprevistos y vientos racheados que han hecho del paraguas un accesorio imprescindible (y a menudo efímero), el Campo de Gibraltar ya tiene fecha para recibir, de lleno, la primavera con sol. A partir del lunes 24 de marzo, las predicciones del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF) dibujan un horizonte despejado y en ascenso térmico que se mantendrá, al menos, hasta el 7 de abril.

El último coletazo de este mes de aguaceros lo dará Martinho, la cuarta borrasca de impacto en solo doce días, tras el paso de Jana, Konrad y Laurence. Hasta el mediodía de este jueves, 20 de marzo, podría haber chubascos dispersos en el entorno del Estrecho, con una tarde potencialmente más lluviosa. El fin de semana seguirá inestable, aunque con menos precipitaciones. A partir del lunes 24, el cielo empezará a despejarse y las temperaturas iniciarán un ascenso progresivo que rozará los 20 grados de máxima.

El momento no podría ser más simbólico: la primavera ha comenzado oficialmente este 20 de marzo a las 10:02, con promesas de días más largos y cielos menos temperamentales. Y con ella, se avecina también el cambio de hora. Aunque la Unión Europea llevó hace años el debate sobre su eliminación a la agenda política, la realidad es que seguimos en horario mutable. El próximo 30 de marzo, en la madrugada del sábado al domingo, a las 2:00 serán las 3:00, un ajuste clásico que traerá tardes más largas y la sensación de que el verano está, ahora sí, a la vuelta de la esquina.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las previsiones para esta primavera anticipan temperaturas por encima de la media, con hasta un 60% de probabilidad de valores más elevados respecto al periodo de referencia 1991-2020. Es decir, tras tanto temporal, todo apunta a que el sol regresa con intención de quedarse. Así que ya se puede ir guardando el paraguas en el fondo del armario. O, al menos, cruzar los dedos.