Dónde refugiarse del temporal: diez restaurantes perfectos para un día de lluvia en el Campo de Gibraltar

Algeciras/En el Campo de Gibraltar, donde los vientos dictan el ritmo de las estaciones, los días lluviosos invitan a buscar refugio en restaurantes, bares y cafeterías donde la comida, el ambiente o las vistas se conjugan en una experiencia memorable. Desde chimeneas encendidas hasta platos de cuchara que reconfortan el alma, esta es una selección de diez lugares ideales para disfrutar de una jornada de tormenta, bien sea por la llegada de Jana, Konrad o Laurence.

1-. Mesón El Copo (Palmones, Los Barrios)

Especializado en pescados y mariscos, este clásico de la comarca se convierte en un refugio ideal cuando el mal tiempo arrecia. El excelente trato del personal, su decoración cálida y su carta repleta de platos marineros como el arroz con carabineros o la sopa de galeras hacen de este sitio un destino perfecto para un día de lluvia y sin prisas.

2-. Restaurante El Ventorrillero (Jimena de la Frontera)

Este pequeño y encantador establecimiento, con estética de mesón, alberga tan solo ocho mesas en su interior. No hay carta, solo platos hechos al momento por la mesonera, quien junto a su hijo atiende las mesas y cuenta las especialidades del día. Las setas son las estrellas de la casa.

3-. El Mirador (en la N-340 camino de Tarifa)

Para quienes no renuncian a las vistas del Estrecho aunque el temporal azote, El Mirador es una opción excelente. Su salón acristalado permite contemplar el mar embravecido mientras se disfruta de una caldereta de pescado o de un buen plato de atún de almadraba.

4-. Venta El Frenazo (en la salida de la A-381, Los Barrios)

Ubicada en las puertas del Parque Natural de Los Alcornocales, esta venta lleva 50 años regentada por la familia Hidalgo Escalona. Con una cocina tradicional que incorpora toques árabes y platos recuperados de las cocinas de nuestras abuelas, destacan sus carnes al carbón, asados y carnes de caza. Un trato familiar y un ambiente relajado la convierten en una parada obligada.

5-. Restaurante El Aljibe (Castillo de Castellar de la Frontera)

Situado en el centro del pueblo, en pleno recinto amurallado, El Aljibe transporta a los comensales a la historia de los siglos XIII y XIV con su decoración tradicional andaluza. Su cocina, basada en platos típicos de la zona, es el reflejo de la caza local, como el jabalí y el venado, preparados con hierbas aromáticas y vinos de la Tierra.

6-. El Café del Mar (Paseo marítimo de Tarifa)

Uno de los lugares más relajantes de Tarifa, ofrece impresionantes vistas a la playa de Los Lances. Abierto los 365 días del año, este establecimiento es perfecto para disfrutar de un desayuno, almuerzo, merienda, cena o coctelería, en cualquier momento del día, incluso hasta la madrugada los fines de semana.

7-. Restaurante Don Benito (San Roque)

Enclavado en pleno centro de San Roque, este encantador lugar destaca por su patio interior, a cubierto, y decorado con gusto en una casa restaurada del siglo XVIII. La carta, que ofrece tapas y raciones para compartir, es variada y cuenta con algunas opciones premiadas en rutas y concursos gastronómicos.

8-. Bitácora (La Línea de la Concepción)

Con estupendas vistas sobre la Bahía, Bitácora ofrece una experiencia culinaria basada en medias raciones de cocina fusión. Entre sus platos destacan las hamburguesas caseras hechas en horno de carbón, recetas propias con influencias orientales y cocina callejera, además de deliciosos postres de elaboración propia.

9-. La Gañanía (La Almoraima, Castellar de la Frontera)

Una excelente carta de cocina mediterránea, con especial atención a las carnes de cinegética y a los productos obtenidos en la propia finca que se extiende junto a la Casa Convento La Almoraima, un lugar excepcional para relajarse en plena naturaleza.

10-. El Chiringuito de Juan (El Rinconcillo, Algeciras)

Aunque los chiringuitos suelen asociarse al verano, este en particular mantiene su encanto incluso en invierno. Su salón cerrado y su propuesta de arroces y pescados frescos permiten disfrutar del mar en cualquier estación, incluso en los días de tormenta.