El tratado sobre Gibraltar tras el Brexit se demora pese al empuje de España
España estimaba que los logros del acuerdo de Nochevieja estarían ya en funcionamiento en junio pasado
Los 27 ni siquiera han dado aún el ok a las directrices de la Comisión Europea, sin fecha aún para pasar por el Consejo
Hace cinco años ya que se supo que Gibraltar iba a abandonar la Unión Europea (UE), pero la comarca sigue a la espera de un tratado internacional que asegure la prosperidad compartida a ambos lados de la Verja. Es más, ni siquiera tiene constancia de cuándo comenzará la negociación de ese esperado acuerdo. Es la enésima demora del Gibrexit, atascado ahora en conversaciones técnicas entre los 27 mientras España se afana en acelerar un proceso que el nuevo ministro de Exteriores, José Manuel Albares, considera "prioritario".
Nueve meses después de que se hiciera efectiva la salida del Peñón, el Campo de Gibraltar asume de nuevo el papel de víctima colateral de las tensiones entre Reino Unido y la UE. Cuando la entonces ministra de Exteriores, Arancha González Laya, anunció el día de Nochevieja de 2020 que había alcanzado un principio de acuerdo con el Gobierno británico que sería el cimiento de un futuro tratado sobre la Roca, estimó que podría materializarse en seis meses. Hace tres de eso y no hay visos de que se vaya a empezar a negociar -no digamos ya, poner en marcha-, lo que hace unos días llevó a Albares a pedir premura a Bruselas.
En una reunión con Anže Logar, su homólogo esloveno (este país ostenta la presidencia rotatoria de seis meses del Consejo), el ministro de Exteriores español le solicitó que se apresure a resolver las conversaciones internas que no permiten por ahora que los representantes de la Comisión Europea y los de Reino Unido se sienten a hablar de Gibraltar. Lo que, en realidad, es hacerlo de la comarca. "Le he expresado a mi colega mi deseo de que la presidencia presione para que se apruebe el mandato de negociación de un acuerdo entre la UE y el Reino Unido sobre Gibraltar, para que se adopte lo antes posible", dijo.
El pasado 20 de julio, un mes después de la fecha en la que España creía que iban a funcionar los acuerdos, el Colegio de Comisarios adoptó la propuesta de directrices de negociación para un eventual acuerdo entre la UE y Reino Unido sobre Gibraltar.
Antes, el 24 de diciembre, los 27 y el Reino Unido alcanzaron un compromiso sobre los acuerdos que regulan las relaciones entre ambas partes tras el Brexit. De acuerdo con lo solicitado por España, el territorio gibraltareño quedó fuera del ámbito de aplicación de dichos acuerdos y la UE confirmó que cualquier futuro pacto con el Gobierno británico respecto de la Roca requeriría el consentimiento previo del Ejecutivo español.
El equipo de González Laya había negociado a lo largo de 2020 un entendimiento bilateral con el Reino Unido que pudiera servir de base para un acuerdo separado sobre Gibraltar. Las conversaciones desembocaron en el entendimiento de Nochevieja, que fue comunicado por ambas partes a las instituciones europeas. Sobre esta base, la Comisión Europea ha estado preparando un mandato de negociación en un proceso del que España ha estado muy pendiente.
Pero el mandato tendrá que ser aprobado por el Consejo de la UE. Solo tras el visto bueno de esta alta institución comenzará la negociación propiamente dicha entre la Comisión Europea y Reino Unido. "España estará en todo momento acompañando a la Comisión Europea asegurándose que se salvaguardan sus posiciones jurídicas, intereses y objetivos y que se respetan los compromisos alcanzados entre España y Reino Unido. España desea que la negociación concluya lo antes posible para que se establezca rápidamente un nuevo marco que asegure la prosperidad compartida en beneficio de todas las partes y, en particular, de los ciudadanos del Campo de Gibraltar", afirmó Exteriores al principio del verano.
Según fuentes diplomáticas consultadas por Europa Sur, el marco "ideal" era que se diera luz verde a las directrices establecidas por la Comisión en el Consejo de Asuntos Generales que se celebra este martes. En la agenda está incluso que sus integrantes debatan "el estado de las relaciones entre la UE y el Reino Unido". Pero no parece que esto vaya a ocurrir, puesto que las conversaciones internas entre los técnicos de los diferentes países no han concluido y ni siquiera han determinado si el ok se dará en ese entorno o en los distintos consejos sectoriales a los que alude cada punto del tratado.
Gibraltar
Mientras los 27 determinan el contenido final de las directrices por las que se regirán en la negociación de Gibraltar, los encendidos mensajes que lanzan los representantes políticos de la colonia no alteran un ápice las intenciones de España.
El "solo nosotros decidiremos quién entra o no en Gibraltar" que pronunció el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, en su discurso anual por el National Day "no extrañó" en Exteriores, según fuentes diplomáticas consultadas por este periódico. España entiende que el líder llanito estaba "hablando para su público", atendiendo a sus electores, porque una cosa es la política interna y otra distinta la negociación internacional del tratado.
Sí molestaron más las palabras en el seminario sobre descolonización de la ONU de Joe Bossano, veterano político de la Roca y ahora ministro de Desarrollo Económico, quien en agosto pronunció un discurso demasiado "agresivo" para el momento histórico tan delicado por el que atraviesan el Campo de Gibraltar y el Peñón.
Reino Unido
Las continuas demoras para alcanzar un acuerdo definitivo sobre las relaciones de Gibraltar con la UE que no perjudique a las poblaciones españolas con las que interactúa cada día han dado tiempo a un nuevo cambio en el principal interlocutor británico en la negociación. El pasado miércoles, el primer ministro, Boris Johnson, reemplazó a su titular de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, muy criticado por su gestión de la crisis de Afganistán, y nombró a Liz Truss, que era titular de Comercio Exterior, como nueva responsable de la diplomacia de Reino Unido.
Truss, de 46 años, ha liderado hasta ahora las negociaciones comerciales de Reino Unido tras el Brexit, entre ellos algunos que afectan directamente al Peñón. La nueva ministra de Exteriores ha logrado extender 60 de los tratados comerciales de los que se beneficiaba Reino Unido como miembro de la UE y ha firmado nuevos acuerdos con 96 países. Aunque la mayoría de esos convenios no han supuesto grandes ventajas respecto a las condiciones con las que comerciaba Londres cuando estaba dentro de la UE, su habilidad negociadora parece haber evitado el desastre diplomático y económico que algunos predecían antes del Brexit.
Picardo se apresuró tras conocer la noticia a escribir a Truss para agradecerle "su apoyo a Gibraltar como secretaria de Comercio Internacional" y expresarle su deseo de "trabajar en asociación con ella en la próxima negociación de un tratado entre el Reino Unido y la Unión Europea en relación con Gibraltar y mientras asume el papel más amplio de liderar la diplomacia del Reino Unido en todo el mundo".
“Ha sido un verdadero placer trabajar con Dominic en su tiempo como secretario de Relaciones Exteriores. Ha sido un apoyo real para Gibraltar y nuestra posición en las negociaciones previas al Acuerdo de Nochevieja y en todos los asuntos del Brexit. También ha sido un apoyo crucial frente al COVID, desde trabajar en el suministro de vacunas que salvan vidas y la garantía del préstamo de 500 millones de libras esterlinas. Quería expresar la gratitud plena del pueblo y el Gobierno de Gibraltar por su trabajo en asociación con nosotros. Además, he agradecido a Liz por su apoyo hasta la fecha como secretaria de Comercio Internacional, que ya está entregando acuerdos comerciales para Gibraltar, y espero seguir trabajando con ella en la negociación del Tratado Reino Unido / UE sobre la futura relación de Gibraltar con la UE. Estoy seguro de que trabajaremos bien juntos", explicó el ministro principal de la Roca en una nota.
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