OBSERVATORIO DE LA TROCHA – NUESTRO ARTE PREHISTÓRICO
La última frontera: Neandertales y la hipótesis del paso por el Estrecho
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Algeciras/¿Pudieron los neandertales cruzar el Estrecho de Gibraltar durante una glaciación? Nuevas teorías y hallazgos apuntan a un posible puente natural que facilitó su entrada en la Península Ibérica.
Durante siglos, el Estrecho de Gibraltar ha sido considerado como la frontera natural entre dos continentes, Europa y África. ¿Y si no siempre hubiese sido así? ¿Es posible que, hace miles de años, el Estrecho fuera un puente natural que permitió la entrada de los neandertales en la Península Ibérica desde el norte de África? Esta intrigante hipótesis ha cobrado fuerza en los últimos años, gracias a avances en estudios paleoclimáticos y descubrimientos arqueológicos en la región.
El Estrecho de Gibraltar es una de las zonas de paso más estrechas entre continentes, con apenas 14 kilómetros de ancho en su punto más angosto. Hoy en día, esta distancia se ve ampliada por una barrera de agua de casi 900 metros de profundidad en algunos puntos, haciendo prácticamente imposible cruzarlo sin una embarcación moderna. No obstante, durante las glaciaciones, la historia era diferente.
En las épocas de glaciación, las temperaturas globales disminuyeron drásticamente, causando un aumento en las masas de hielo en los polos. Esto redujo considerablemente el nivel del mar, llegando a bajar hasta 120 metros en algunos momentos. En esas condiciones, las aguas del Estrecho de Gibraltar habrían estado más bajas y, aunque es difícil asegurar que se convirtiera en un puente de tierra completamente transitable, sí que pudo facilitar un posible cruce.
La presencia de neandertales en el continente africano es un tema de debate. Si bien se asocia su origen y desarrollo en Eurasia, estudios recientes sugieren que estos homínidos podrían haber alcanzado el norte de África. Restos arqueológicos descubiertos en Marruecos, como herramientas de piedra y huesos trabajados, muestran un estilo característico de las industrias neandertales.
Según el arqueólogo Jean-Jacques Hublin, quien ha trabajado en el yacimiento de Jebel Irhoud (Marruecos), estos hallazgos podrían indicar que los neandertales ocuparon ciertas áreas del norte de África o al menos compartieron territorio con otras especies de homínidos, como los homo sapiens. La hipótesis sugiere que estas poblaciones habrían migrado hacia el norte en busca de recursos siguiendo rutas que las acercaron cada vez más al Estrecho.
Una posible ruta de migración durante las glaciaciones: si bien cruzar 14 kilómetros de mar abierto sigue siendo una hazaña, no se puede descartar que la línea de costa fuera mucho menor debido a la bajada del nivel del mar. Es posible que los neandertales utilizaran rudimentarias balsas para recorrer distancias cortas, un hecho apoyado por estudios en el Mar Mediterráneo donde se ha comprobado que los homínidos tempranos tenían acceso a herramientas de madera y habilidades básicas para navegar.
Pero, ¿cómo surgió esta teoría? La teoría del paso por Gibraltar como ruta para la llegada de los neandertales a Europa ha sido apoyada por estudios de estratigrafía marina y análisis isotópicos de núcleos de sedimentos, que muestran cómo el nivel del mar fluctuó en periodos de glaciación. Estas fluctuaciones habrían reducido la barrera acuática del Estrecho de Gibraltar, haciéndola más accesible para los homínidos.
La llegada de los neandertales a la Península Ibérica habría cambiado drásticamente la dinámica de esta región. Hace alrededor de 60.000 años, la península ibérica era un terreno inhóspito pero lleno de recursos. Los neandertales, adaptados a climas fríos, habrían encontrado en la península un refugio natural, rico en fauna para la caza y en abrigos rocosos que servían de protección.
La cueva de Gorham, en Gibraltar, ha sido un testimonio fundamental de la vida de los neandertales en la península. En esta cueva se han encontrado herramientas de piedra, restos óseos y otras evidencias de ocupación neandertal. Lo más curioso es que las fechas de ocupación de esta cueva coinciden con la última glaciación, el período de Würm, lo cual refuerza la teoría de un paso posible entre África y Europa a través del estrecho. Además de refugiarse en cuevas, los neandertales en la península desarrollaron estrategias de caza y supervivencia adaptadas al entorno. Vivieron en una región rica en ciervos, caballos y otros animales grandes que cazaban en grupos organizados. Estos homínidos también poseían un conocimiento avanzado de las plantas y del entorno que les permitía aprovechar al máximo los recursos naturales.
Existen retos y limitaciones a la hipótesis, pues a pesar del creciente apoyo a esta teoría, existen importantes limitaciones en la investigación. En primer lugar, el registro fósil es escaso y fragmentado, lo que dificulta establecer una cronología precisa. Además, la baja cantidad de restos neandertales en el norte de África sugiere que, de haber llegado, su presencia en esta región fue intermitente o se limitó a pequeños grupos.
Asimismo, aunque existen evidencias de la variabilidad del nivel del mar, no es seguro que el Estrecho se transformara en un paso completamente transitable. Otros investigadores sugieren que, en lugar de un “puente de tierra”, pudo haber un conjunto de islas emergentes entre los dos continentes, lo que habría permitido a los neandertales hacer el cruce con la ayuda de medios rudimentarios de navegación similares a los que utilizaron otros homínidos en el sudeste asiático.
La genética es un posible aliado para resolver el enigma, pues el análisis del ADN ha cambiado la comprensión sobre la migración humana y también podría ofrecer respuestas sobre el cruce del Estrecho. Los estudios genéticos recientes muestran que los neandertales compartían cierto porcentaje de ADN con los humanos modernos de origen europeo y asiático. Sin embargo, en poblaciones de origen norteafricano, este porcentaje de ascendencia neandertal es mínimo o inexistente, lo cual plantea dudas sobre una migración significativa de los neandertales en la región.
Aun así, el descubrimiento de restos de ADN de homínidos en yacimientos del norte de África podría proporcionar pruebas contundentes para esta teoría en el futuro.
Gibraltar fue un lugar de encuentro entre especies, además de la teoría del paso de los neandertales por el Estrecho, el Peñón también es conocido por haber sido un espacio donde neandertales y homo sapiens pudieron haberse encontrado. La coexistencia entre ambas especies en esta región plantea la posibilidad de un intercambio cultural e incluso genético. Este encuentro podría haber sido pacífico o, por el contrario, un episodio de competencia por los recursos.
Uno de los aspectos más fascinantes es que Gibraltar fue uno de los últimos lugares en los que se tiene constancia de la presencia de los neandertales, quienes habrían desaparecido hace aproximadamente 40.000 años. Su extinción sigue siendo un misterio, pero el cambio climático y la competencia con los humanos modernos son factores que posiblemente contribuyeron a su desaparición.
La importancia de Gibraltar es grande para entender la evolución humana, pues la zona del Peñón, en el contexto de la Península Ibérica, sigue siendo una pieza clave para entender la evolución humana y las migraciones prehistóricas. La hipótesis de que los neandertales cruzaron el Estrecho de Gibraltar añade una dimensión fascinante a esta historia y, aunque aún queda mucho por descubrir, este posible paso migratorio podría cambiar nuestra comprensión de la prehistoria en Europa y África.
Este extremo sur de España no solo es un enclave geográfico único, sino también una encrucijada en la historia humana. La posibilidad de que el Estrecho sirviera de puente para los neandertales muestra cómo el entorno natural, sujeto a cambios climáticos y geográficos, ha moldeado las rutas migratorias y la historia evolutiva de la humanidad.
El paso de los neandertales por el Estrecho de Gibraltar sigue siendo, por ahora, una teoría fascinante. Los avances en genética y arqueología nos permitirán, quizá, resolver este enigma y entender mejor cómo los antiguos habitantes de la tierra, enfrentados a glaciaciones y climas extremos, superaron obstáculos geográficos que, en su época, no parecían tan insalvables como los consideramos hoy. La historia, como la geografía, es un mapa en constante cambio. Y en ese mapa, Gibraltar pudo haber sido mucho más que una frontera: un paso decisivo en la historia de nuestra especie. Toda esta posibilidad de este paso, si así hubiese sido se ira comprobando con forme avancen los descubrimientos futuros e investigaciones que se realicen. Lo que si tenemos claro es que el extremo sur peninsular fue un punto decisivo para el desarrollo, y final del homo neanderthalensis, además de nuestra especie, que también aprovecho el potencial de la zona.
Hugo Alberto Mira Perales es especialista en arte prehistórico de la Asociación Cultural La Trocha y consejero de número de la 2ª sección (Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura) en el Instituto de Estudios Campogibraltareños, Miembro del comité ejecutivo de la revista 1902 COMMITTEE, Miembro del Proyecto First Art.
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