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Tarifa/Los vecinos de Tarifa residentes en la zona del santuario de Nuestra Señora de la Luz se plantaron ayer contra la inseguridad del cruce por el que se incorporan diariamente a la Nacional 340. Un centenar de habitantes de esta zona rural de Tarifa, en la margen norte de la carretera y cercana al casco urbano, protestó ayer durante dos horas para reclamar al Ministerio de Fomento que ponga en marcha una solución satisfactoria que reduzca la siniestralidad del cruce.
Los moradores de esta zona de Tarifa, donde también hay casas rurales y accesos a instalaciones como la depuradora de la ciudad y varias plantas eólicas, explican que al llegar desde su carretera al cruce con la N-340 la maniobra más habitual es girar hacia la izquierda en dirección a Algeciras. Está permitido puesto que hay línea discontinua. Durante gran parte del año la maniobra para desplazarse hacia sus trabajos en Tarifa o Algeciras o para hacer la compra en el casco urbano tarifeño no supone mayor problema, si bien en verano incorporarse a la Nacional se convierte en un auténtico suplicio no exento de peligro. "Con las colas en dirección a Cádiz para las playas es difícil realizar la maniobra para girar hacia Algeciras y el casco urbano de Tarifa. Hay que sortear los coches y en ocasiones se han producido accidentes con víctimas mortales", apuntaron los vecinos.
Los perjudicados se concentraron junto a la nacional pertrechados con pancartas y ataúdes, en referencia a las personas que han fallecido como consecuencia de accidentes de tráfico en el cruce, que mostraron a los conductores que circulaban rumbo a las playas de Bolonia o Punta Paloma.
Los vecinos explicaron que durante el verano se ven desesperados para incorporarse a la carretera, en una maniobra que en demasiadas ocasiones depende de la buena fe y colaboración de los conductores. La cola en dirección a Cádiz les impide girar con visibilidad suficiente a la izquierda, e incorporarse a la derecha para hacer un cambio de sentido implica sumarse a la retención.
La solución propuesta por los vecinos pasaría por la construcción de una rotonda para regular el cruce o bien una plataforma para realizar el giro desde el centro de la calzada. Los concentrados ayer apuntaron que llevan casi veinte años reclamando, sin que se les atienda, una solución en un cruce que cuenta con suficiente anchura como para acoger cualquiera de las dos propuestas.
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