Dos vecinos de Algeciras sin antecedentes, sorprendidos por la Guardia Civil con una furgoneta repleta de víveres para las narcolanchas

El conductor y el copiloto transportaban una carga valorada en 20.000 euros, compuesta por ropa impermeable y repuestos para surtir a las embarcaciones en alta mar, además de un botín de chocolatinas, refrescos y snacks

La Guardia Civil interviene un cargamento de material logístico para narcolanchas en la A-381

Dos vecinos de Algeciras, sorprendidos por la Guardia Civil con una furgoneta repleta de víveres para las narcolanchas
Dos vecinos de Algeciras, sorprendidos por la Guardia Civil con una furgoneta repleta de víveres para las narcolanchas

Algeciras/La furgoneta avanzaba por la A-381, la autovía entre Jerez y Los Barrios, cargada hasta el techo. Pero no era una mudanza ni el reparto de un supermercado: era un pedido completo, variado y surtido para abastecer a narcolanchas fondeadas en alta mar. Alimentos no perecederos, ropa impermeable, piezas mecánicas y hasta cuchillos náuticos componían un cargamento valorado en 20.000 euros que la Guardia Civil ha intervenido esta semana en uno de los principales corredores del narcotráfico en Andalucía.

El control se realizó el martes por la tarde a la altura del término municipal de Alcalá de los Gazules. Fue allí donde agentes del cuartel de Vejer dieron el alto a la furgoneta, en sentido Jerez, durante un dispositivo de verificación de vehículos y personas. Al inspeccionar el interior, descubrieron un arsenal de logística marina que haría palidecer a cualquier expedición: ropa térmica, trajes de agua, fundas estancas para móviles, cascos, bidones herméticos, aceite para motores fuera borda, herramientas, cuchillos de faena y bombonas de gas.

Pero lo que más llamó la atención no fue la parte técnica del cargamento, sino su vertiente culinaria: seis bidones repletos de víveres como patatas fritas, galletas de chocolate, batidos, tortillas de maíz, conservas, pasta, arroz, tomate, refrescos y litros y litros de agua. "Más que una lancha, esto parecía un kiosco flotante", apuntan con ironía fuentes cercanas al operativo.

Los ocupantes del vehículo, dos vecinos de Algeciras, no ofrecieron documentación que acreditase la procedencia ni la legalidad de la mercancía. Tampoco contaban con antecedentes policiales. Aun así, dada la naturaleza del cargamento y la sospecha fundada de que se trataba de una operación logística para embarcaciones usadas en el narcotráfico —algunas de las cuales pueden pasar semanas sin tocar tierra—, la Guardia Civil intervino todo el material.

Los alimentos no perecederos han sido entregados, bajo recibo, a Cáritas de Vejer de la Frontera, mientras continúa la investigación sobre el destino final del resto del material y la implicación real de los detenidos, que fueron identificados pero no arrestados en el acto.

Con esta intervención, la Guardia Civil vuelve a poner el foco en una actividad paralela pero esencial dentro del engranaje del narcotráfico: la logística. Una red que no solo se encarga de transportar droga, sino de mantener operativas durante días o semanas las embarcaciones que esperan en alta mar el momento exacto para ejecutar un alijo.

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