El whatsapp del narcotráfico

Las redes del hachís

Tres grandes grupos de whatsapp integrados por unas cuatrocientas personas dan cuenta a diario y de forma detallada de los movimientos de las patrulleras y helicópteros de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera

Entre los administradores de los grupos figuran individuos investigados por delitos de tráfico de drogas o con antecedentes relacionados con ellos

Personas vinculadas a puertos deportivos, pescadores y hasta un miembro de Salvamento Marítimo participan de forma activa en los chats, a cuyo contenido ha tenido acceso en exclusiva esta redacción

Algunas de las conversaciones de los chats de los narcos.
Algunas de las conversaciones de los chats de los narcos.

Día y noche, decenas de mensajes escritos o grabados en, al menos, tres grandes grupos de whatsapp dan cuenta de cada uno de los movimientos que las embarcaciones y helicópteros de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera realizan en la costa de Huelva, especialmente en el litoral occidental.

Estos grupos, administrados en algunos casos por personas vinculadas al tráfico de drogas, sirven a las mafias del hachís para tratar de eludir la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su lucha contra el crimen. Esta redacción ha tenido acceso en exclusiva al contenido de esos chats, de los que forman parte en su conjunto unas cuatrocientas personas.

La fea, la guapa, la portuguesa o la blanca son algunas de las denominaciones en clave que reciben en los chats del narco las embarcaciones de Aduanas y la Benemérita. El helicóptero de esta última es llamado el pájaro. Los tres grupos de whatsapp detectados, activos y vinculados al narco tienen nombres muy similares, con las palabras “mar” y “avisos" como denominadores comunes.

El más antiguo de estos chats fue creado el 10 de marzo de 2017. Hasta hace unos días, en el momento de recabar los datos para realizar esta información, contaba con 255 integrantes y su foto de perfil era una lancha semirrígida, como las utilizadas por los narcotraficantes, sostenida en el aire por una grúa.

Los chats de los narcos.

Otro de los grupos fue creado por sus administradores solo unos días más tarde, el 22 de marzo de 2017, y estaba formado por 240 miembros. La foto que ilustraba su perfil era otra narcolancha, aunque navegando a gran velocidad. Muchos de los miembros de este grupo pertenecen al anterior y al siguiente.

El tercero de los grupos es más reciente, ya que fue creado en marzo de 2021, y figuraban un centenar de números de teléfono adscritos. Carecía de foto de perfil.

Existe un cuarto grupo, si bien este último parece inactivo. Fue creado el 10 de septiembre de 2017. No tenía foto, pero el nombre estaba acompañado de los iconos de una lancha y un helicóptero. Contaba con más de 200 miembros, aunque, según las fuentes consultadas por este periódico, quedó en estado durmiente ante la sospecha de los administradores del grupo de que hubiera entre los participantes un topo encubierto. De hecho, dieron de baja a buena parte de los números de teléfono que había en él.

Tres capturas de los chats.
Tres capturas de los chats.

Algunos de los administradores de los grupos son personas vinculadas directamente al mundo del narcotráfico, bien conocidas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, según ha corroborado esta redacción. Uno de ellos, que aparece como responsable de dos de los chats y que utiliza varios números de teléfono, fue detenido por la Guardia Civil por su presunta relación con un alijo de hachís de 1.500 kilos.

"Por favor os pido: vamos a dejar de tonterías a los grupos, vamos a estar informados en esto, no como ayer, que era la lancha fulana, que era la otra... Se sabe que es la blanca, pues se acabó"

Uno de los mensajes dejados con su voz por este individuo en uno de los grupos, a mediados del pasado mes de marzo, evidenciaba su papel de líder. En su audio daba instrucciones sobre cómo deben ofrecer los miembros de los chats la información. Les pide que den datos de las embarcaciones, sobre todo hacia dónde se dirigen, sin entrar en más detalles: “Pichita, da el toque si eso (una patrullera) tira pa fuera. Vamos a echar cuenta por aquí: vamos a dejarnos de tonterías en el grupo, por favor. Por favor os pido: vamos a dejar de tonterías a los grupos, vamos a estar informados en esto, no como ayer, que era la lancha fulana, que era la otra... Se sabe que es la blanca, pues se acabó. Quiero saber pa dónde va la Guardia [civil], si sale, si se queda ahí a dormir, a madrugar”.

Además de este individuo, en el listado de miembros de los chats aparecen los teléfonos de una docena de personas relacionadas igualmente con el narcotráfico en la provincia de Huelva, en concreto en las localidades de Punta Umbría, Lepe, Isla Cristina y Ayamonte, según la información contrastada por esta redacción.

Otra prueba que vincula estos chats con el narcotráfico es que la Guardia Civil de Huelva ha detectado que muchos de los detenidos en operaciones antidroga en los últimos años son o eran miembros de los citados grupos, como pudieron comprobar los agentes tras intervenirles sus teléfonos móviles.

La mayoría de las 400 personas que forman parte de los grupos están relacionadas con el mundo de la mar. Hay armadores, patrones de barcos y marineros, además de propietarios de embarcaciones recreativas. También figuran empresarios de diversos sectores, transportistas y un piloto de drones. Casi todos son de nacionalidad española, salvo algunos ciudadanos de otros países pertenecientes a la UE y marroquíes.

En las conversaciones que se mantienen a través de mensajes, ya sean escritos, de audio e incluso de vídeo, suelen participar de forma activa un reducido grupo de personas, en tanto que el resto se limita a leerlos sin hacer comentarios, por lo que es complicado conocer su grado de implicación con esta red de información.

“Estoy yo con la Salvamar”

De entre los miembros de los chats destaca un miembro de Salvamento Marítimo, que se prodiga a la hora de dar avisos sobre el posicionamiento de las patrulleras de la Guardia Civil y Aduanas. Sus mensajes suelen ir acompañados de fotos y vídeos realizados desde el mismo barco en el que trabaja. Es el caso de uno de sus mensajes en el chat: “Por lantilla (La Antilla) detrás mia pa poniente”, afirma, adjuntando una imagen, tomada desde una Salvamar, en la que se ve en el horizonte la silueta de una patrullera.

La portuguesa en el club náutico de Punta del Moral”, afirma en otro mensaje, en el que informa sobre la localización de una embarcación de la Guardinha lusa. “En El Portil estoy yo con la Salvamar y no la veo aún”, sostiene en un nuevo texto tras ser interrogado sobre la posible presencia de una patrullera. A renglón seguido, anticipa los planes del servicio de Salvamento Marítimo: “Ahora aviso nosotros tiramos a Isla [Cristina] en un rato”.

También forman parte de los chats personas muy relacionadas con los puertos deportivos. Su posición estratégica convierte a estos individuos en vigías privilegiados. Además, la Guardia Civil utiliza en ocasiones los muelles de los clubes como bases improvisadas para salir al paso de las embarcaciones cargadas de droga cuando pasan a su altura.

Los chats de los narcos.

Los primeros avisos que se producen cada día sobre la presencia de las patrulleras de la Guardia Civil y Aduanas suelen darse desde que salen de la ciudad de Huelva, donde habitualmente están atracadas. De los mensajes analizados se deduce que hay varios individuos apostados en las proximidades del muelle onubense.

Los siguientes mensajes corresponden a puntos o aguadores establecidos en la vecina Punta Umbría y así, sucesivamente, en los puertos deportivos de Nuevo Portil, San Miguel, Marina El Rompido y El Terrón, donde permanecen atracadas centenares de embarcaciones de tamaño pequeño y medio.

Queda igualmente constancia de algunos mensajes que alertan de los movimientos de las embarcaciones de la Benemérita o Aduanas en el litoral oriental, a la altura de la playa Mazagón, cuya costa comparten los municipios de Moguer y Palos de la Frontera. También aparecen en los chats avisos sobre la presencia de los vehículos de ambos cuerpos en tierra.

Esta redacción ha comprobado que uno de los números de teléfono que aparecen en los chats del narco corresponde al móvil corporativo con que cuenta uno de los populares clubes náuticos que se asientan en la costa onubense, lo que viene a evidenciar la sensación de impunidad y cierta tranquilidad con la que operan los miembros de la red.

En Semana Santa, sin descanso

Durante la pasada Semana Santa se han estado sucediendo mensajes del mismo tenor en los chats, tanto escritos como de voz: “La guapa pa poniente”, “Avisa amigo si entra terron”, “Sa colao rio piedra”, “La zódiac de aduaneras pa Isla Cristina, aquí frente a La Antilla...”. Sin descanso.

“Señores, a la guapa la han subido aquí a marina seca, aquí en Mazagón está en la grúa montá... A ver si le cae un cohete y explota”.

A diferencia de los barcos de uso civil, por razones de seguridad, la geolocalización de las embarcaciones de la Guardia Civil y de Aduanas permanece oculta, por lo que la información proporcionada por los miembros de estos chats es clave para las organizaciones criminales que tratan de alijar droga en las costas de Huelva. No es, sin embargo, un fenómeno aislado, ya que este mismo modelo de puntos se repite a lo largo de todo el litoral andaluz, según fuentes oficiales consultadas.

En el caso de la costa occidental onubense se trata de una red organizada con un funcionamiento sistematizado cuyo único propósito es colaborar con las redes del narco, puesto que los mensajes se ciñen a detallar los movimientos de las patrulleras y helicópteros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

No constan en estos chats alertas sobre la situación meteorológica, el estado de la mar, vertidos contaminantes o alguna incidencia que pudiera estar ocurriendo a una embarcación que necesitase ayuda. Los mensajes dejan poco lugar a las dudas sobre el objetivo y las intenciones de los grupos: “Señores, a la guapa la han subido aquí a marina seca, aquí en Mazagón está en la grúa montá... A ver si le cae un cohete y explota”.

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