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María del Mar Ortega presentó en la tarde del lunes su libro Recuerdos de la Almoraima de la mano del alcalde chisparrero Adrián Vaca, en el teatro Andalucía de Castellar. La publicación es una autoedición de 423 páginas con el patrocinio de La Almoraima, más de 700 fotografías con importante contenido inédito y la colaboración de más de 65 fuentes: familias locales, historiadores e instituciones para recorrer la historia del latifundio.
María del Mar Ortega Marchante pasó los primeros años de su vida en la finca estatal, en las dehesas de El Corchadillo, Navamatrera y El Olivar, donde su padre ejerció de guarda durante 34 años. "El motivo que me ha llevado a desarrollar este proyecto durante tres años, dos de investigación y uno de redacción, es homenajear a mi padre, Luis Ortega Tocón", explicó la autora.
La investigación comenzó siendo privada, sobre su padre y su oficio en esta finca de historia singular, pero pronto se convirtió en un proyecto histórico de mayor alcance que, a lo largo de 21 capítulos, concentra documentos y testimonios que ponen sobre la mesa la historia de los propietarios, con el levantamiento, el esplendor y ocaso de la Casa Medinaceli y la llegada de Rumasa, y por otro, la historia de sus moradores y trabajadores, el pueblo de Castellar.
Entre todos los contenidos, se podrá conocer la historia de La Almoraima analizando las diferentes épocas desde que fue propiedad del XVII Duque de Medinaceli, incluyendo la transformación de la misma durante la gestión de Rumasa; la historia del humilde origen del Convento; la torre medieval, el Molino del Conde, la venta Agua del Quejigo, la puesta en marcha de la línea férrea Bobadilla-Algeciras, visitas ilustres a la finca y diarios de caza, historias sobre las diferentes dehesas sobre las que relata infinidad de anécdotas y singularidades, el club de caza gibraltareño Calpe Hunt, la creación del Seprona y, cómo no, describe la evolución de la figura del Guarda Jurado desde el reinado de Fernando VI, así como las actividades que controlaba: carbonero, descorche, caza, berrea, entre otras.
"Conseguí trasladar mi entusiasmo a las familias de Castellar y no dudaron en desempolvar el baúl de los recuerdos para colaborar con testimonios, fotografías o documentos. Ha sido un honor poder de sacar del anonimato a todas aquellas familias que trabajaron en la finca: carboneros, corcheros y especialmente a los guardas jurados. Una publicación inédita y accesible que pone en valor la memoria de nuestro entorno y la historia de La Almoraima", expresó satisfecha Ortega.
"Nuestro pueblo está de enhorabuena porque es la tercera publicación en menos de un año que llega al rescate de su pasado, por lo que el agradecimiento a María del Mar Ortega es infinito", manifestó Vaca.
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