Las cigüeñas se dan un atracón entre olivos en La Almoraima antes de cruzar el Estrecho

Decenas de cigüeñas blancas aprovechan estos últimos días de agosto para darse un atracón de insectos entre olivos en la finca de La Almoraima, en Castellar de la Frontera, antes de emprender el vuelo hacia sus cuarteles de invierno en África Oriental.

Fue en 2017 cuando los responsables de agricultura de La Almoraima empezaron a sembrar los primeros olivos. Actualmente, cuentan con 66 hectáreas de olivar en secano donde se utiliza la arbosana, que destaca por su buena adaptación a plantaciones superintensivas. Se han añadido otras diez hectáreas de arbequina, la especie preferida por las cigüeñas, y no descartan ir ampliando la extensión.

Sin embargo, la enorme sequía que azota al Campo de Gibraltar está poniendo a prueba al joven olivar de Castellar.

La posibilidad de observar a las cigüeñas en el entorno de La Almoraima desaparecía durante el invierno ya que, al tratarse de aves migratorias, a finales del verano se trasladaban a África en busca de climas más cálidos. No obstante, desde hace tiempo, con la desaparición de los inviernos tan fríos, pueden contemplarse todo el año, de ahí que Castellar cuente con un bonito sendero señalizado llamado "de las cigüeñas".