Castellar lamenta la muerte de Alfonso Palacios, su profesor de Matemáticas más querido

Obituario

Este sábado se conoció el fallecimiento de la persona que ayudó a entender los números a varias generaciones de chisparreros y alumnos de otros puntos del Campo de Gibraltar

Alfonso Palacios, el profesor de matemáticas de varias generaciones de chisparreros.
Alfonso Palacios, el profesor de matemáticas de varias generaciones de chisparreros.

Castellar de la Frontera conoció este sábado la triste noticia del fallecimiento de Alfonso Palacios, profesor particular que ayudó con sus clases a varias generaciones de chisparreros, pero también de alumnos de Jimena, Tesorillo y otros puntos de la comarca, a superar sus clases de Matemáticas, Física, Economía o Química entre otras asignaturas, y por cuya labor el Ayuntamiento le otorgó una Mención de Honor en 2005. Palacios cumplió el pasado 12 de mayo 52 años.

El alcalde del municipio, Adrián Vaca, que también estudió con él, confirmó la noticia a través de sus redes sociales: "Tus alumnos te recordaremos. Desgraciadamente nos ha dejado uno de los genios. Nos ha dejado Alfonso. Muchas tardes de clases particulares, de bromas (incluidas de política...) y de explicaciones de matemáticas, física, preparando exámenes. Clases que nos han permitido a muchos poder superar innumerables exámenes. Somos muchos los que te apreciamos y hoy sentimos tu perdida. DEP Alfonso".

La publicación rápidamente se llenó de comentarios lamentando la repentina muerte de Alfonso el de las Matemáticas, como se le conocía en el pueblo tras más de 20 años ayudando a formar a sus jóvenes en las materias que mejor dominaba. Los agradecimientos de las personas a las que ayudó a aprobar sus asignaturas se repiten junto a las condolencias por la pérdida de este docente "que poseía una de las destrezas más importantes para la evolución del ser humano, el arte de enseñar", como describe uno de los mensajes.

"Era una mente privilegiada y explicaba las Matemáticas de forma excepcional, de manera que muchas generaciones pudiéramos entenderlas", comenta el regidor chisparrero. "Hablaba con él mucho de política, aunque teníamos opiniones contrapuestas en muchas cosas. A sus alumnos nos tenía mucho aprecio y yo personalmente también se lo tenía a él, porque me ha dado clase a mí, pero también a mis hermanos. Lo recordamos con ese don y esa vocación de docencia que tenía, y su implicación. No sé a cuantas personas ha podido dar clase en Castellar, en Jimena, en Tesorillo... Mucha gente venía a dar clases con él porque era lo mejor que había en el entorno", añade Vaca.

José Antonio Gavira, de 48 años, también recuerda con cariño las horas que pasó frente a la pizarra de Alfonso: "Sus clases eran diferentes a todo lo que había conocido antes. Yo creía imposible aprobar las matemáticas y Alfonso cambió mi vida. A raíz de estudiar con él me saqué cuatro ciclos formativos. Era una persona muy humana, que aunque se ganaba la vida con ello, le echaba muchísimas horas añadidas por las que no te cobraba nada. Tenía un servicio de asistencia 24 horas. Estaba siempre muy implicado con sus alumnos".

Su sentido del humor era una de sus bazas a la hora de ganarse a sus chicos: "Tenía esa particularidad, que tú lo veías tan serio y no esperabas que de repente saliera el otro Alfonso y te contara un chiste. Le gustaba hablar de política, aspecto en el que somos contrapuestos, y era siempre una discusión muy sana", recuerda Gavira.

"Sus clases, más que clases era echar el rato con un amigo aprendiendo. Siempre las recuerdo con risas. Con él no tenía solo una relación de profesor y alumno, sino de amistad. No sé a cuantos alumnos le ha podido dar clases, porque no solo eran de Castellar, también de otros sitios. Si haces una media de 100 al año... imagínate. ¡Y más de 20 años dando clases!", recuerda Mariano Martínez, un arquitecto chisparrero de 35 años, sobre el profesor que tanto le ayudó en su formación.

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