BREXIT: Dos años de incertidumbre
Los británicos votaron el 23 de junio de 2016 a favor de salir de la Unión Europea y aún no se han adoptado medidas concretas por las partes implicadas
La línea/Hace justo dos años miles de gibraltareños, linenses y trabajadores en el Peñón se levantaban con una noticia que les marcará para toda su vida: los británicos habían votado a favor de que Reino Unido saliera de la Unión Europea. El referéndum fue el 23 de junio de 2016, pero los resultados no se conocieron hasta primera hora del viernes 24. Ese día dejó marca a la sociedad cuya economía gira en torno al Peñón. La libra perdió siete céntimos de valor con respecto al euro en solo 24 horas y desde entonces la moneda no ha levantado cabeza. El día del referéndum se pagaban 1,30 euros por cada libra esterlina y ya no ha vuelto superar los 1,20. En la actualidad, la moneda británica está a 1,14 euros, lo que supone una pérdida de poder adquisitivo palpable para todas aquellas personas que cobran en libras y que tienen que pagar en euros. Son 16 céntimos menos por libra, que poniendo como ejemplo un sueldo de 1.000 libras suponen una merma de 160 euros con los que se cuentan al cambio. La comarca dejaba de percibir durante las primeras semanas tras el referéndum un mínimo de 1,2 millones de euros mensuales fruto de la pérdida de poder adquisitivo de las más de 10.000 personas que trabajan al otro lado de la frontera, entre españoles y extranjeros.
El Brexit se hará efectivo el 29 de marzo de 2019. Quedan 279 días y aún hay muchos interrogantes. Todas las partes hablan de que la salida de Reino Unido de la Unión Europea puede suponer una oportunidad, pero lo cierto es que faltan nueve meses y no hay nada concreto ni cierto. Londres y Bruselas han negociado un periodo transitorio hasta 2021 en el que el Gobierno británico no participará en la toma de decisiones pero mantendrá el acceso al mercado único y la unión aduanera. Pero más allá de eso no hay medidas tangibles, especialmente para Gibraltar y, por extensión, para La Línea y el resto de la comarca, algo que dependerá de la negociación entre España y Reino Unido. El cambio de Gobierno en España va a influir bastante en estas conversaciones porque las relaciones eran algo tensas entre el ministro principal de la Roca, Fabian Picardo, y el Partido Popular, aunque se relajaron tras la salida de José Manuel García-Margallo de la cartera de Exteriores y con la entrada de Alfonso Dastis, que le dio otro talante al ministerio.
Visitas institucionales
El Brexit ha suscitado la visita a la comarca de los dos últimos ministros de Exteriores. En octubre de 2016, García-Margallo se reunió con los siete alcaldes de la comarca y participó en el Foro Joly Andalucía, organizado por el grupo editorial de este diario, donde explicó que la mejor solución posible era pactar la cosoberanía del Peñón con el Reino Unido.
En septiembre de 2017 fue su sucesor, Alfonso Dastis, el que visitó el Campo de Gibraltar, ya con propuestas más concretas. Dastis afirmó que los trabajadores fronterizos no se verán perjudicados y emplazó a los regidores a la reunión de la comisión interministerial que trata el asunto. Sin embargo, la crisis de Cataluña fue atrasando esta cita que, finalmente, nunca se celebró. Josep Borrell tiene ahora la responsabilidad de convocar esta reunión para informar a los alcaldes de la comarca de sus intenciones.
Uso compartido del aeropuerto
Con Dastis al frente de Exteriores ya hubo algunos avances y las partes comenzaron a hablar, entre otras cosas, de recuperar el uso compartido del aeropuerto de Gibraltar. Entre las intenciones del Gobierno, entonces con el PP en el poder, estaban la de "resolver algunos asuntos irritantes", como la falta de transparencia del sistema fiscal gibraltareño o cuestiones relacionadas con el control de fronteras.
Gestiones municipales
En estos dos años el Ayuntamiento de La Línea se ha movido para llamar la atención sobre los efectos que puede tener el Brexit en el municipio e incluso el alcalde, Juan Franco, realizó un viaje a Bruselas junto al teniente de alcalde Mario Fernández para exponer la situación de la ciudad a distintos organismos europeos. Además, de forma consensuada junto al resto de partidos políticos de la ciudad y varios colectivos integrados en la Mesa de Trabajo por La Línea, el Consistorio ha elaborado un Plan Estratégico de Impulso y Crecimiento de La Línea, que recoge varias propuestas para paliar esos posibles efectos adversos de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
El alcalde, que también se ha reunido en varias ocasiones con el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, y ha mantenido encuentros con senadores y ministros en Madrid y La Línea, ha criticado la "pasividad" de las administraciones superiores en cuanto al Brexit. De hecho, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018 no contemplan inversiones extraordinarias para la ciudad. Y una de las medidas que el Ayuntamiento solicitó al anterior Gobierno central, un régimen fiscal especial para la ciudad, fue descartado y concedido a Ceuta y Melilla en estos PGE. Este hecho causó gran malestar a Juan Franco porque el anterior delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, anunció a finales de 2016 que el Ejecutivo estaba trabajando en la puesta en marcha de esta iniciativa. Sin embargo, cuando se conoció la propuesta para que Ceuta y Melilla puedan competir con territorios como Gibraltar para atraer a empresas de juego on line, Sanz arguyó que el régimen fiscal de las dos ciudades norteafricanas es anterior a la entrada de España en la Unión Europea, que marca unos límites para las exenciones fiscales de las que las ciudades autónomas están al margen.
La semana pasada, el Gobierno anunció que va a elaborar un plan integral para el Campo de Gibraltar que incluirá "medidas de empleo, educativas y de cohesión social" que le permitan afrontar "los problemas, en especial los relacionados con el narcotráfico y las drogas", pero la ministra portavoz, Isabel Celaá, no se refirió al Brexit.
Papel de la Junta
La Junta de Andalucía también cuenta con un papel en el Brexit. El Grupo Transfronterizo, que aúna a colectivos de ambos lados de la Verja, tiene en proyecto desde hace unos años la creación de una Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) que canalice la colaboración entre las dos partes en distintos ámbitos. Para la constitución de la AECT la Junta anunció que ha comprometido hasta 30.000 euros. También estará integrado en esta agrupación el Ayuntamiento linense.
Sin embargo, el alcalde de La Línea también ha criticado a la Administración andaluza el hecho de que no haya comprometido inversiones extraordinarias ante la entrada en vigor del Brexit, ni con demandas históricas, como el desdoble de la carretera del Higuerón, o planes de empleo y formación específicos. Solo la implantación de algunos cursos de formación profesional dual para hacer frente a las necesidades de empleo de la Asociación de Grandes Industrias (AGI) será una realidad en próximas fechas.
Derechos laborales
Los defensores del Pueblo español y andaluz, Francisco Fernández-Marugán y Jesús Maeztu, respectivamente, han realizado varias gestiones y visitas a la comarca para que el Brexit no merme los derechos laborales de los trabajadores fronterizos.
En la visita que ambos realizaron a La Línea en noviembre del año pasado, abogaron por la toma de decisiones preventivas por parte de España para minimizar el impacto del Brexit y también para que las demandas de la ciudad y del Campo de Gibraltar sean tenidas en cuenta en las conversaciones que se mantienen abiertas en la UE.
Maeztu, además, expuso en junio del año pasado en la conferencia anual de la red europea de defensores del pueblo que el Brexit en el Campo de Gibraltar, y en especial para La Línea, es "una cuestión de vida y muerte" debido a la incidencia que tiene el Peñón en el empleo de la comarca. "En Gibraltar hay un 0,6% de paro y en la comarca está en una media del 29 y el 30%. En La Línea la tasa está en un 40%, y llega a ser de un 50% entre la población más joven. La incidencia del Brexit en los puestos de trabajo es una cuestión de vida y muerte y genera una preocupación importante", explicó ante los asistentes.
Soberanía compartida
El Brexit también rescató la idea de negociar con el Reino Unido un régimen de soberanía conjunta sobre Gibraltar con el que el Peñón podría mantener su vinculación con la Unión Europea tras la salida del Reino Unido. En estos dos años han sido varias las propuestas realizadas por algunos expertos en derecho internacional, aunque está por ver la postura del PSOE en cuanto a la soberanía de la Roca en las negociaciones. Públicamente los socialistas siempre han dicho que no renuncian a ella, pero está claro que las conversaciones serán más flexibles que con el PP. Picardo siempre ha dicho que nunca ondeará la bandera española en Gibraltar y que siempre defenderá el derecho de los gibraltareños a su autodeterminación.
La idea de la cosoberanía apareció en la propuesta de Fernando Morán (PSOE) como una de las dos opciones ofrecidas en 1985 y luego figuró en la proposición de Abel Matutes (PP) de 1997 y estuvo en el centro de las conversaciones entre Josep Piqué (PP) y Jack Straw de 2001-2002, hasta que aquel intento fracasó porque el Gobierno de Londres dio marcha atrás al comprobar la resistencia numantina de la población yanita.
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