Reportaje
En el corazón del fuego: un día con los bomberos de Algeciras

Un Clásico para sentirse orgullosos

Algeciras CF - Real Balompédica | El Clásico

Los presidentes de Algeciras y Balona abogan por que el derbi sea "una fiesta"

Andión: "Es un partido de primer nivel para una comarca de primer nivel”

Pandalone: "Son encuentros especiales, ojalá podamos disputarlos en Primera"

Raffaele Pandalone y Nicolás Andión estrechan sus manos junto a la desembocadura del río Palmones / Erasmo Fenoy
R. Almagro/A. González

04 de marzo 2022 - 18:09

“El Clásico tiene que ser una fiesta”. La afirmación, rotunda, emana del presidente del Algeciras Club de Fútbol,Nicolás Andión, quien este viernes ha mantenido un encuentro más que cordial con el de la Real Balompédica Linense,Raffaele Pandalone, en el marco de un desayuno organizado por Europa Sur en el Chiringuito El Garito, en la playa de Palmones (Los Barrios), en el que ofició de anfitrión el director de este periódico, Javier Chaparro, y al que concurrieron como contertulios los redactores de la casa que siguen la información de ambos clubes, Alessio González y Rubén Almagro. “Ojalá algún día veamos este partido pero en Primera, ahora parece muy lejano, pero nunca se sabe...”, apostilla el empresario italiano.

Los máximos responsables de Algeciras y Balona han protagonizado una reunión presidida por la cordialidad, que debe servir de ejemplo a sus aficiones cuando este domingo (12:00) los jugadores de uno y otro bando salten al terreno de juego del Nuevo Mirador. El exquisito desayuno y el marco, en pleno centro de la Bahía, invitaban a lo que fue, una charla entre gente de fútbol que, en el caso de los mandatarios, son más que conscientes de que por encima de la rivalidad sana (que defienden como imprescindible) albirrojos y albinegros no pueden olvidar que tienen intereses comunes en una Primera RFEF que, entienden, aún tiene mucho margen de crecimiento.

Andión y Pandalone comenzaron con un análisis del partido de máxima rivalidad en el que ambos deslizaron de manera recurrente la idea de que la competición no finaliza este domingo y de que a pesar de que unos y otros están anclados en la zona media de la tabla, el objetivo de la salvación aún no está alcanzado.

“No solo se trata del Clásico, sino de que de los cuatro próximos partidos, tres los tenemos en casa”, comenzó Andión. “Si de esos partidos sacamos un buen balance estaremos cerca de asegurarnos la permanencia en la categoría, que es lo importante”.

No es un Algeciras-Balona más”, sostuvo. “Es el primero que se juega con la vuelta a la normalidad, igual todavía no podemos decir que el primero después de la pandemia, pero al menos sí con el aforo ya restablecido. La última vez apenas pudieron entrar cuatrocientos espectadores y esta vez se puede presumir que el estadio estará lleno y por eso más que nunca tenemos que conseguir entre todos que sea una fiesta”.

“En el apartado deportivo, lo más probable es que sea un partido competido, en el que la Balona nos lo ponga difícil”, vaticinó.

Pandalone, que aún no ha celebrado un triunfo en un Clásico (“a veces me pregunto si el gato negro no soy yo”) asegura que la Balona llega “con la incertidumbre de un equipo que acaba de cambiar de entrenador”.

“Éste no es un partido más, los Clásicos que hemos perdido nos han pasado factura al equipo y a mí”, recordó. “Ganar supone un punto de inflexión para seguir creciendo y una derrota te obliga a mirar otra vez hacia abajo”.

“Yo no soy de aquí, pero en estos años la gente de La Línea me ha ido inculcando que éste no es un partido más, que son semanas de muchos nervios”, revela. “No lo voy a comparar con una final de Champions pero es verdad que se viven con una expectación que... bueno a mí me pasó factura en la primera vuelta, que acabé marchándome del palco, algo por lo que ya he pedido disculpas y vuelvo a hacerlo”.

Nicolás Andión entiende que es momento de poner en valor lo que supone que dos equipos del Campo de Gibraltar puedan protagonizar y además en una situación clasificatoria desahogada, un duelo en esta categoría.

“Es un momento muy bonito y estamos obligados a disfrutarlo”, dijo. “Este partido habla del nivel deportivo de la comarca y de la capacidad que existe de gestionar dos clubes en tan poca distancia para competir en Primera RFEF. Los campogibraltareños tenemos que estar orgullosos, porque además este tipo de acontecimientos son una ventana para trasladar las cosas buenas que tenemos, porque tiene repercusión a nivel nacional, mucho más allá de nuestro entorno”.

“Es un encuentro para disputarlo, un partido de primer nivel para una comarca de primer nivel”, recalcó Andión.

“Estoy de acuerdo, es algo bonito y hay que disputarlo dentro del respeto que siempre nos hemos tenido las dos instituciones para provocar que se tenga que hablar bien de esta zona”, apostilló Pandalone.

“El fútbol es una pasión y no podemos ni debemos quitar la rivalidad, pero siempre dentro del orden. No hay que perder la perspectiva, es un partido especial y eso nadie lo niega, pero el que venza no habrá ganado nada, aunque pueda ser un punto de inflexión”, continuó.

Uno de los factores diferenciadores de esta edición del Algeciras-Balona será la presencia masiva de aficionados, después de un par de años en el que uno de esos derbis ni siquiera se pudo disputar y otros estuvieron muy condicionados por la crisis sanitaria generada por el Covid-19 (coronavirus). La presencia de hinchas pone de manifiesto el respaldo mayoritario con el que cuenta ahora el Algeciras que contrasta con la indiferencia que muestra la afición de la Balona.

“Podemos estar orgullosos porque hemos recuperado esa gran afición que siempre había vivido el Algeciras de cerca”, comentó con satisfacción Nicolás Andión. “Cuando llegamos la marca Algeciras Club de Fútbol estaba denostada y gracias al trabajo que realizan Félix Sancho [el futuro máximo accionista de la entidad] y su equipo ha recuperado su crédito ante la afición y ante los patrocinadores, que son dos de las patas fundamentales de cualquier proyecto que quiera ser sólido”.

“Yo estoy convencido de que nuestro problema principal en ese asunto es el estadio”, confesó Pandalone en referencia al maltrecho Municipal de La Línea. “Nuestro campo está antiguo, en malas condiciones, es poco acogedor y uno de nuestros objetivos, que es atraer a la gente joven, es difícil en ese marco. Estoy convencido de que cuando se construya el nuevo, sin pista de atletismo y con los atractivos añadidos que va a tener dentro de las instalaciones, vamos a tratar de convertir cada partido en un acontecimiento y la gente volverá”.

Pandalone y Andión defendieron más adelante casi se diría que con pasión la necesidad de que ambos clubes pasen a constituirse en sociedad anónimas deportivas, al tiempo que coincidían en que los clubes se constituyan en un solo bloque para pedir más ayudas tanto a la Federación como a la plataforma televisiva Footters. “No se trata de restarle romanticismo al fútbol, sino que cada aficionado pueda disfrutar de su equipo pero sobre un proyecto sólido”, defendía Andión, mientras Pandalone apostillaba que era “imposible” mantener las estructuras que exige esta nueva tercera categoría del escalafón nacional desde la filosofía tradicional, mucho menos profesional.

Los presidentes se despiden de los presentes con un apretón de manos. “Posiblemente éste sea mi último Clásico en el palco”, dejó caer Andión, que sabe que la conversión en SAD de su club ya es inminente. “Lo importante es que no suceda nada y que el lunes solo se hable de fútbol” son las últimas palabras de Pandalone antes de montarse en su coche. El fútbol, desde la concordia, también puede ser maravilloso. Que nadie lo olvide el domingo.

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