"A Algeciras le vino grande la figura de Paco de Lucía"

El cantautor algecireño José Carlos Gómez, a vueltas con su último éxito: 'Origen'

Gisela Pulido y José Carlos Gómez, ayer en El Cortijo de Guadacorte.
Gisela Pulido y José Carlos Gómez, ayer en El Cortijo de Guadacorte.
R. Almagro Los Barrios

18 de octubre 2016 - 05:02

"A Algeciras le vino grande la figura de un monstruo como Paco de Lucía". La frase está acuñada por José Carlos Gómez, uno de esos algecireños ilustres que cuenta con más reconocimiento fuera de casa que dentro de ella. "En el año ochenta dio un concierto en Las Palomas y apenas habíamos allí doscientas personas, ha tenido que morirse para que ahora, deprisa y corriendo, empiece a tener el reconocimiento que se merece".

Desde que tenía siete años y a pesar de que no tiene ascendencia en el oficio José Carlos Gómez, ya dejó claro que tenía un duende especial. Fue, sin paliativos, un niño prodigio. Andrés Rodríguez fue su profesor, allá en la peña Cante Grande ("Algeciras fue mi universidad"), donde creció mientras entendía que el propio Paco de Lucía y Camarón de la Isla serían sus únicas influencias. "Eran tan grandes que eclipsaban a todos los demás, parecía que no había otros", explica.

La vida de artista no encontraba al principio demasiado apoyo de su entorno, sobre todo cuando decidió dejar los estudios tras unas vacaciones de Semana Santa ("mi madre lo pasó muy mal", recuerda).

Justo cuando cumplió los dieciocho años emprendió la ruta con el Ballet Nacional de España (el debut, en Moscú, confiesa que es uno de sus mejores recuerdos de su carrera) y luego empezó a componer para artistas como Duquende, Niña Pastori, Marina Heredia, El Pele, La Tana y La Susi y colaborando en directo y en sus grabaciones con Armando Manzanero, Alejandro Sanz o Joan Manuel Serrat, sin olvidar una experiencia que le hizo mucha ilusión, participar en la película Sin Vergüenza.

En el año 2010 sacó su primer disco como cantante y en la actualidad tiene en la calle Origen, en el que sólo se expresa con la guitarra y en el que trata de poner en valor "el flamenco de los años treinta" lo que explica el éxito que ha tenido. "Suena antiguo y moderno, eso es lo que lo hace diferente", recalca.

Pero la tierra tira y después de unos años en Madrid volvió para afincarse en Sotogrande y estar cerca de la familia. "Pasé de ser niño a ser hombre con once años, apenas pude hacer cosas que hacían mis amigos porque tenía claro lo que me gustaba y dónde quería llegar pero también es verdad que ahora valoras más estar con los tuyos y disfrutar de otras cosas", desliza.

"No lo vayáis a poner, pero tengo en la cabeza hacer un espectáculo para exportar la imagen de Algeciras y de toda la comarca, porque la mayor parte de la gente no sabe realmente cómo somos, muchas veces, ni los que vivimos aquí", explica este amante de la cocina que lamenta que la piratería "no sólo haya acabado con la industria musical, sino con la creatividad. Para crear tienes que tener tranquilidad, equilibrio económico, y eso ahora es muy complicado".

"Igual que Gisela no se entiende a sí misma fuera de mar, yo necesito tener una guitarra entre las manos, ensayo todos los días, pero para mí no supone un esfuerzo, la música me ha curado de muchas cosas", afirma y deja en el aire el recuerdo de su transplante de riñón.

José Carlos Gómez tiene seguidores en Irán a través de las redes sociales y elogia el entusiasmo con el que se habla del flamenco en Japón. "En esos países se le equipara a la música clásica", defiende.

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