Antonio Merino no concede el perdón

Antonio Merino evoluciona muy positivamente. El lateral zurdo de la Balona tuvo que ser relevado el sábado en el descanso del duelo que su equipo disputaba en Amorebieta (1-1), la ida de la primera eliminatoria de la fase de ascenso a la Liga Adelante. El tolosano Aitor Aldalur lo arrolló de manera brutal cuando el zaguero linense ya había ganado desde el suelo un balón dividido y le propinó un golpe que Antonio Merino no sólo tuvo que ser desplazado al hospital, sino que se temía que sufriese fractura o fisura en las costillas. Los primeros informes médicos permitieron ayer al zaguero regresar a casa con el convencimiento de que sólo tiene los hematomas del golpe, pero pendiente aún de un nuevo análisis, que se realizará hoy mismo en La Línea, porque en algún momento orinó sangre y necesita que se descarte un problema interno.

El futbolista local aceptaba su culpa tras el encuentro, como este periódico reflejó en su edición de ayer: "Me tiré al suelo y lo atropellé porque llegué más tarde. No creo que fuese roja, pero en cualquier caso yo no tenía intención de hacerle daño y lo único que deseo es que se recupere pronto y le pido disculpas".

El defensa de la Balona entiende que sus palabras son sinceras y no concede el perdón. "A los toreros también les pasa eso, que los toros les cogen sin querer. No creo que después les pidan perdón y quede todo olvidado", recalca.

"Él vio que llegaba tarde, pudo evitar que el impacto fuese tan brutal y no se paró", denuncia.

Por su parte Antonio Merino se encontraba ayer "mucho mejor" que en las horas posteriores al encuentro en Urritxe, tanto que si todo se desarrolla con normalidad espera estar en disposición de ser alineado el próximo domingo en el encuentro de vuelta, el que se disputará en el Municipal desde las 19:00 horas.

La noche previa al vuelo de regreso la pasó el de La Atunara "en vela por culpa de los dolores", pero no fue esa su peor sensación: "La verdad es que me asusté cuando recibí el golpe, porque no podía respirar bien".

Después, el jugador lamenta que el trato que recibió en el servicio médico al que fue desplazado en Amorebieta no fuese el más correcto. "Estoy seguro que en La Línea lo van a hacer con más cariño y espero que se confirme que no hay daños y que todo se ha quedado en eso, en un susto".