Bahía e Inmaculada firman un tratado de paz en La Tertulia

Paco Medina y Pepe Beneyto entierran el hacha de guerra a instancias de 'Europa Sur' y cierran un ameno reencuentro con un brindis por el futuro

Rafa Máiquez, Alessio González, Pepe Beneyto, Paco Medina, Rubén Almagro y Francis Mena, ayer en El Cortijo de Guadacorte.
Rafa Máiquez, Alessio González, Pepe Beneyto, Paco Medina, Rubén Almagro y Francis Mena, ayer en El Cortijo de Guadacorte. / Reportaje Gráfico: Jorge Del Águila
Rubén Almagro

24 de enero 2017 - 02:07

Los barrios/La decimoctava entrega de La Tertulia Deportiva de Europa Sur quedó convertida ayer en un Tratado de Paz. El que firmaron, después de un buen número de años con el saludo retirado, los auténticos máximos responsables de los dos principales clubes de atletismo de Algeciras: Paco Medina y Pepe Beneyto, que actúan en calidad de directores deportivos de los club Bahía de Algeciras e Inmaculada, pero que en realidad son mucho más, el alma máter de ambas sociedades. El salón principal del Restaurante El Cortijo de Guadacorte, escenario de las reuniones que auspicia este diario, fue testigo de un abrazo que, por lo pronto, acerca a dos personas que por encima de todo aman su deporte y todo lo que este significa, pero que posiblemente tenga su reflejo en que amainen las tensiones entre las dos entidades a las que representan. Que no han sido precisamente escasas.

Pocas veces una reunión entre Personas del Deporte -así, en mayúsculas, porque uno y otro lo son- y un grupo de informadores da para tanto. Europa Sur cursó por separado y con escaso margen de tiempo las invitaciones a Paco Medina y Pepe Beneyto para que acudiesen a su Tertulia semanal, con la intención de sentar por fin a la mesa a dos rectores deportivos que están condenados a entenderse y de que este periódico sirviese de puente para un reencuentro que, a la vista de cómo se desarrollo el almuerzo, uno y otro estaban deseando que alguien propiciase.

No había transcurrido un cuarto de hora desde que los comensales se sentaron a la mesa cuando Medina y Beneyto llegaron a la conclusión de que sus ambiciones, sus preocupaciones y su manera de mirar el futuro son más parecidas de lo que habían imaginado durante el tiempo que duró su desencuentro, del que uno y otro reniegan. Los dos sienten que están ya en la última etapa de su dilatadísima trayectoria deportiva y rebuscan entre sus colaboradores más cercanos para ir descargando responsabilidades.

En el caso del primero Saúl Sáez, Antonio Arjona y José Luis Tapia empiezan ya a repartirse funciones, aunque el Bahía sigue adherido a la vida de Paco Medina, quien recalca: "A los románticos de esto, que ya quedamos tres o cuatro, nos va quedando poco, es el tiempo del relevo".

Beneyto lamenta que en la mayoría de los casos "que no en todos" los padres "representan más un problema que una solución" y que aquellos que están más cerca del club lo hacen "casi siempre porque sus hijos son buenos y piensan que pueden llegar lejos".

"Son pocos los que siguen vinculados al deporte cuando su hijo deja de practicarlo", lamenta.

La sobresaturación de las pistas Enrique Talavera -que el pasado mes de diciembre denunció en este mismo espacio el propio atleta que le da nombre- es una de las principales causas de fricción entre las dos entidades. Hasta el punto de que cada una tiene su propio fondo, a manera de tribus con su propia aldea. "Hay días que los coches aparcan en triple fila porque, sobre todo en los dos o tres últimos años, la actividad en el atletismo en Algeciras se ha sobredimensionado", justifica Medina.

"El problema es que cuando no exista toda esta actividad la echaremos de menos", añade el director técnico del Bahía. "Ahora es verdad que las pistas están llenas, demasiado llenas, pero cuando ves tanta gente allí y sobre todo tanta juventud piensas que algo bien hemos tenido que estar haciendo ¿verdad Pepe?".

Los dos rectores están convencidos de que sí, vía patrocinador o vía apoyo público, los diferentes clubes (especialmente los suyos) unificaran esfuerzos "Algeciras se salía" dentro del panorama autonómico.

"Es muy difícil explicar por qué hay tantos clubes ahora", apunta Pepe Beneyto. "Es cierto que tiene aspectos negativos, pero también es verdad que gracias a eso la representación de la ciudad en las diferentes competiciones se diversifica".

El propio técnico del Inmaculada admite, sin embargo, que la rivalidad entre su club y el Bahía ha ido "más allá de lo que debería" y que ambas entidades están obligadas "a frenarla y reconducirla".

"Empieza a pasar que los atletas por encima de querer alcanzar uno u otro puesto lo que pretenden es quedar por encima del mejor representante del otro club de Algeciras y eso no debe ser el objetivo, aunque insisto, todo tiene su parte buena y precisamente por ese pique todos hemos hecho un esfuerzo para lograr mejores resultados", reconoce Pepe Beneyto.

"Nuestra situación se parece mucho a una partida de ajedrez en la que cada uno trata de conocer los movimientos del contrario y neutralizarlos y eso, hasta cierto punto, enriquece, pero hay que tratar de que no vaya más allá, porque pasar de un determinando punto es un error", agrega.

La falta de apoyo es otro de los asuntos que provoca debate en El Cortijo de Guadacorte. "Los técnicos dejamos de cobrar hace tres años, a pesar de que tenemos un equipo en la segunda categoría nacional y el Ayuntamiento sólo puede aportar los autobuses", lamenta Paco Medina.

"El Inmaculada es filial del Nerja para permitir que algunos de nuestros atletas puedan acceder a pruebas, sobre todo de clubes, a la que nosotros no tenemos acceso, pero económicamente eso se traduce en cero", subraya Beneyto. "En cierta ocasión me dirigí al presidente para pedirle que nos facilitase una pértiga y me dijo que como era para niños pequeños que utilizase la barra de una cortina".

La conversación deriva en charla amistosa en la que el atletismo queda incluso en segundo término durante un buen rato. Personas muy vinculadas a mucho de los comensales (Javi Malla, Manolo Cotilla...) ocupan muchos minutos de charla, aunque el principal protagonista es el olímpico Enrique Talavera, al que Medina catapultó en sus comienzos, hace ya tres décadas. "El problema es que la administración no se plantea que tiene que tener planes para evitar que deportistas que están en un momento en la élite, al año siguiente han pasado al olvido y no saben cómo resolver su vida", lamenta.

"El atletismo tiene mucho que aprender de otros deportes", abunda el jefe del Bahía. "Por ejemplo nosotros no tenemos derechos de formación, así que dedicas muchas horas a preparar a un chaval y cuando está para dar el salto se lo lleva otro club y tus beneficios son nulos".

Un brindis entre todos los presentes pone fin a la cita, mientras Beneyto aprovecha para pedir "más espacio" en este periódico para el atletismo. Paradojas de la vida, los dos entrenadores emprenden el regreso a Algeciras en el mismo vehículo. Todo un símbolo de una nueva era.

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