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Nueva naviera en el Estrecho

El exbalono Mateo busca equipo

Real Balompédica Linense

El portero jimenato abandona el Villarrobledo para aceptar una oferta laboral en Palmones, pero se resiste a colgar los guantes

Mateo, rodeado por sus compañeros, en su homenaje de despedida / E.S.
Rubén Almagro

06 de noviembre 2018 - 05:00

La Línea/El guardameta jimenato Francisco Javier Mateo, que jugó cuatro temporadas en la Real Balompédica y una en el Algeciras está en el mercado. Y además en el mercado de los equipos de la zona. El guardavallas ha comenzado a trabajar en una empresa ubicada en Palmones y, por lo tanto, ha tenido que abandonar el Villarrobledo, equipo del grupo XVIII de Tercera división en el que no solo estaba gozando de la titularidad, sino que su labor le había merecido la recompensa de aparecer en el once ideal de algún medio castellano-manchego.

A pesar de que ahora tiene puesto los cinco sentidos en su incorporación a la vida laboral al margen del deporte, Mateo se resiste a colgar los guantes. “Me queda mucho fútbol dentro”, advierte con energía.

Así que de la noche a la mañana se ha convertido en un plato apetecible, por sus condiciones y su experiencia, para cualquier club que tenga problemas en el marco y que se entrene en horario de tarde. Ni una circunstancia ni otra se dan precisamente el caso de la Balompédica, en la que alguna una vez se rumoreó su regreso.

“En cuanto terminé el máster empecé a enviar currículums y de repente me llamaron y me dijeron que había sido el elegido pero que me tenía que incorporar ya y claro, con 28 años y con una oferta con vistas ala progresar no podía decir que no”, explica.

“Además todos sabemos cómo está la Tercera división y aunque nosotros allí estábamos bien, ya es hora de ir pensando en el futuro”, abunda.

“Uno no decide cuándo vienen las cosas y hay que tomar decisiones”, reflexiona.

“No ha sido fácil, porque allí estaba muy bien, pero hay que aceptar que las cosas pasan cuando pasan”, sentencia Mateo, que compartía caseta con otro exalbinegro, Buitrago.

El guardameta, que ha regresado a su Jimena natal, se entrena en solitario en espera de que le llegue una llamada. “Si hay algún club de por aquí que esté buscando portero y se pone en contacto conmigo…”, dice.

“También soy consciente de que es complicado, porque todos los equipos tienen la portería cerrada”, finaliza. “Un jugador es más fácil de que encuentre un hueco, pero un portero...”

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