Franco garantiza que el derribo de la visera sigue adelante

El alcalde de La Línea, Juan Franco, ha mostrado su convencimiento de que la solicitud de paralización de la obra de derribo del voladizo de la grada de Tribuna del estadio Municipal llevada a cabo por el arquitecto Carlos Javier Rodríguez Romero no prosperará y que la obra podrá desarrollarse de acuerdo al calendario previsto.

Franco expresó esta opinión después de que mantener una conversación telefónica con el delegado territorial de Cultura de la Junta en la provincia de Cádiz, Daniel Moreno, quien, explica el jefe del gobierno local, le garantizó que en principio, el estadio “no reúne ninguna de las características de un Bien de Interés Cultural” y que, por lo tanto, “no debe tener ningún tipo de protección”.

“Estoy convencido de que no va a tener ninguna consecuencia”, dijo con rotundidad la primera autoridad municipal.

“No creo que vaya a existir siquiera una paralización cautelar de las obras”, agregó. “El Ayuntamiento va a seguir adelante con el procedimiento de la adjudicación del contrato y de hecho ya hay empresas que nos están pidiendo citas para visitar el estadio, hacer estudio previo y presentar la oferta correspondiente”.

“Nosotros estamos informando puntualmente tanto a la Balompédica como al Club de Atletismo de forma que cuando se vayan a acometer las obras tomemos las medidas oportunas para que no haya ninguna situación de riesgo y que eso sea compatible con un uso normal del estadio”, deslizó el primer edil.

“El Ayuntamiento tiene un informe suscrito por la práctica totalidad de los técnicos municipales que dicen que la visera hay que demolerla, que no está en condiciones de seguir donde está, no es que alguien quiera tirarla alegremente, porque sí”, insiste.

Franco, que conoció la existencia del documento en la mañana de ayer, se confesó “tranquilo”, aunque es conocedor de la Junta “enviará sus técnicos” para comprobar los datos aportados por el arquitecto.

El alcalde no quiso entrar en las descalificaciones personales que incluye el escrito que había sido recepcionado por el registro municipal pero instó a Carlos Javier Rodríguez Romero a recurrir a los juzgados ordinarios de justicia si entiende que existe alguna conducta delictiva en su actuación “o ésta tiene algún fin espúreo”, en respuesta a la acusación de querer realizar “un negociete” con la desaparición de la visera.