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La Real Balompédica ha accedido a una petición de su entrenador, Manolo Ruiz, y desde hoy cuenta oficialmente con un recuperador, un preparador físico especialista en acortar -en la medida que lo permite la lógica- el periodo de rehabilitación de las lesiones que sufren los futbolistas, que ha sido uno de los caballos de batalla de las últimas temporadas en el plantel albinegro. El elegido es Raúl López, que en las últimas semanas ya ha venido asesorando al que es su nuevo equipo a la espera de desvincularse del Xerez DFC, lo que sucedió ayer, una vez el conjunto jerezano consumó su ascenso a la categoría de nuevo cuño, la División de Honor.
Raúl López se encuentra en esta primera semana oficial en el cargo con una misión tan delicada como importante: poner en condiciones de jugar a Damián Zamorano y Ximo Forner, los dos jugadores que se han perdido los últimos encuentros por problemas físicos.
La Balompédica, como este periódico informó ayer, tiene ya cinco bajas garantizadas (Lolo Soler por lesión, Joe, Maurí, y Espinar por sanción, además de Canario que no puede enfrentarse a su equipo nodriza porque así lo refleja el contrato) para el encuentro con el Cádiz del próximo domingo (17:00). Eso supone que si el argentino y el valenciano no están en condiciones de ser alineados el número de ausentes se elevará a siete… en una plantilla de diecinueve que además debe cubrir las vacantes con juveniles, al haber desaparecido el filial.
El largo periodo que los jugadores de la Balona pasan en el dique seco, en comparación con el que precisan para volver los futbolistas de otros equipos cuando caen lesionados, es un asunto que ha ido preocupando cada vez más en el seno del club. Los casos de José Ramón o del meta David Mena en la primera vuelta llevaron el asunto al límite y Manolo Ruiz, que insiste en la necesidad de profesionalizar la entidad para poder alcanzar objetivos ambiciosos, reclamó un recuperador que trabajase a diario con la plantilla y además propuso un hombre de su confianza, Raúl López.
Barcelonés de nacimiento, el nuevo preparador balono trabajó en Tercera división con el Gavá y en la cantera del Espanyol antes de que su matrimonio con una jerezana le trajese hasta Jerez y se vinculase al proyecto con el que la ciudad pretende reverdecer viejos éxitos.
Raúl López afirma que llega a la Balona con la única pretensión de "echar un cable" en una faceta que "es importante" aunque reconoce que es una figura que se va introduciendo "poquito a poco" en los clubes y afirma que no existen aún grandes referentes en ese apartado.
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