Jénnifer Gutiérrez: “Si Algeciras no respirase balonmano yo no tendría esta medalla”
Balonmano | Internacional
La extremo asegura que aún no ha asimilado el subcampeonato del Mundo logrado con la selección
“Ha sido duro estar fuera de casa desde los 17, pero este éxito hace que haya valido la pena”, dice
“La gente que hace posible que se practique balonmano en Algeciras tiene toda la culpa de que me haya podido colgar una medalla de plata”. Quien se expresa con esa rotundidad es la internacional algecireña Jénnifer Gutiérrez, que el pasado domingo fue partícipe del primer subcampeonato del Mundo de la selección española femenina. La extremo encarna el éxito de una filosofía de trabajo, la del BM Ciudad de Algeciras, que antepone la cantera a cualquier otro objetivo.
“Si Algeciras no viviese balonmano, no respirase balonmano y el club en el que yo me crié, crecí y aprendí no me hubiese transmitido los valores de este deporte no hubiese podido llegar donde lo he hecho”, continúa. “Ellos hicieron que me enganchara de manera apasionada a este deporte, al que amo”.
“El secreto está en la gente que lo forma, que se entrega al doscientos por cien y sin ellos estoy convencida de que no estaría aquí”, insiste. “Igual me hubiese rendido a la primera, pero me inculcaron que siempre hay que seguir”.
Jénnifer Gutiérrez forma parte de la historia del balonmano femenino en España. Pertenece a ese selecto y reducido grupo de personas que tienen el privilegio de haberse colgado la primera medalla de plata en un Campeonato del Mundo con la selección femenina, a la que todo el mundo conoce como las Guerreras. “Lo vamos asimilando poquito a poquito, porque creo que aún no somos conscientes. El recibimiento en España fue increíble, impresionante y ahí es cuando empiezas a darte cuenta de la que hemos liado”, asegura la extremo izquierda del BM Elche, que ya tiene en su palmarés su presencia en dos Campeonatos del Mundo, porque estuvo en el de Alemania.
“Tenemos el mal sabor de boca de cómo se decidió el último partido pero bueno, era nuestra primera final y ahora ya tenemos que pensar en repetirlo y, obviamente, mejorarlo”, apostilla.
“Durante dos días he llevado la medalla colgada y me sé todas las letras, cómo están colocadas las florecillas ésas que le han puesto... todo”, dice orgullosa la balonmanista internacional.
“Durante el viaje desde Japón me dio tiempo a pensar en todo lo que me he sacrificado desde que empecé a jugar al balonmano, todas las concentraciones que hemos tenido durante el último año, que han sido muchísimas pero llego a la conclusión de que ha valido la pena, que este deporte me ha devuelto mucho con esta medalla”, reflexiona la jugadora internacional.
“Quizás lo más duro de todo este periodo ha sido salir de casa a los diecisiete años y renunciar a vivir con tu familia, cerca de tus amigos, no disfrutar de ver crecer a tus primos y a tus sobrinos”, reflexiona. “Te pierdes fiestas de cumpleaños, comuniones, bodas por el balonmano, pero cosas como éstas hacen que merezca la pena por mucho que todas esas cosas no las vas a recuperar”.
A pesar de todo ha sido desde su entorno, desde Algeciras, desde donde le llegaron más mensajes de ánimo durante la competición y de felicitación más tarde. “No doy abasto, estoy superada... me siento súper orgullosa de representar a Algeciras y súper afortunada por estar viviendo todo esto, aunque haya mucha gente a la que no he podido ni contestar”.
Jénnifer Gutiérrez lamenta que la competición de la Liga Iberdrola, que le obliga a jugar este sábado, no le haya permitido siquiera viajar para compartir con los suyos este éxito. “Ahora llega el momento de volver a poner los pies en el suelo, de volver a ponerte el mono de trabajo y rendir al máximo para tu equipo”.
“Ha sido un mes muy intenso, una competición preciosa y además conseguir la medalla de plata... pero hay que volver a la rutina diaria que al final es la que te da la posibilidad de volver a la selección y fijarte nuevos objetivos”, concluye.
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