Carlos Ríos: "Que la Balona esté en manos de Baby y Rico me reconforta"

Suceda lo que suceda mañana no recogerá ningún reconocimiento. Sin embargo, fue parte importante, muy importante, del actual proyecto de la Real Balompédica, al que sólo separa el partido de mañana en Miranda del Ebro para lograr el ascenso. El sanluqueño Carlos Ríos espera en Almería -donde le corresponderá dirigir al filial albirrojo en la próxima andadura- el desenlace de una temporada que empezó en el banquillo de la Balona y en la que también vivió en primera persona el descenso del Alcalá a Tercera. El entrenador admite que siente "envidia sana" pero que el hecho de que al frente de la plantilla albinegra estén Gabriel Navarro Baby y David Rico le "reconforta".

"Está claro que todo el mundo que está en un club o en su entorno pone un granito de arena y que, por lo tanto, en algo habré contribuido a que el equipo haya llegado hasta donde lo ha hecho, pero no soy nadie para cuantificarlo", reflexiona Carlos Ríos. "Pero de verdad que siento que lo importante no es eso, lo importante es que el domingo a las nueve la Balona pueda estar festejando el ascenso".

"La Línea como ciudad, esa afición… hay tanta gente que se merece que la Balona esté, como mínimo, en Segunda B que estoy convencido de que lo va a conseguir", agrega.

Preguntado por cómo vive desde la distancia el día a día de los albinegros, Ríos responde con rotundidad: "Como lo que es, mi equipo. No hay un día que no me meta en Internet para leer la prensa de por allí y ver cómo está la cosa y si por algo no puedo hacerlo, seguro que recibo alguna llamada de algún amigo que me cuenta alguna novedad".

"El día de mi marcha dije que la Balona sería siempre mi equipo y no soy persona de hablar por hablar", recuerda. "A mí me resultará ya para siempre imposible desvincularme de La Línea, entre otras muchas cosas porque yo soy de la Balona [se emociona y espacia su respuesta]… sería imposible de otra manera después de las cosas que he vivido allí, yo me siento arraigado a esa ciudad y a ese equipo y ni hago nada para evitar lo que siento ni veo motivos para ocultarlo".

"De hecho yo, como profesional, porque así es el fútbol, ahora pienso en el Almería B y hace unas semanas me centré en el Alcalá, pero cuando le preguntas a mis sobrinos, que han vivido conmigo en La Línea, ellos te dicen que siguen siendo de la Balona… es que no puede ser de otra manera", insiste.

"No puedo ocultar tampoco que siento envidia sana de lo que está viviendo ahora la Balona", reconoce el técnico, destituido en la última jornada de 2007, después de una derrota por la mínima en Ayamonte. "Desde que me destituyeron sólo he ido a un partido, el del Anguiano y casi de incógnito porque yo no era el protagonista", explica. "Reconozco que por un lado lo pasé fenomenal con el ambiente y con la victoria del equipo pero al mismo tiempo pasé un mal trago al ver que no podía participar de algo tan bonito desde el banquillo".

"Nadie se puede imaginar lo que significa para un entrenador pasar por algo como eso en un campo con tanta gente… envidia sana, sí pero también es cierto que me sentía reconfortado al ver que al frente de la plantilla están Baby y David Rico, con los que he trabajado muy de cerca y con los que además mantengo una excelente relación", finaliza Ríos.