El Centenario se hace verbo

Tapia, Periquito, Nani, Tati Orozco y Juanito Márquez cuentan los entresijos del Algeciras de los 60 en la exposición del club

De izquierda a derecha: Pepe Tapia, Nani, Periquito, el periodista Jesús Montilla, Juanito Márquez y Tati Orozco, ayer en la exposición albirroja en la Plaza de Andalucía.
Quino López / Algeciras

29 de junio 2012 - 05:02

Nadie puede contar mejor la historia que el que la protagoniza. Pongamos que usted quiere conocer más del Algeciras Club de Fútbol de los sesenta, cuando el legendario ascenso a Segunda. Puede de leer revistas y periódicos antiguos, escarbar en las hemerotecas en busca de algún dato, de una frase, de un corte de radio de la época. Quizás algún aficionado mayor lo recuerde y pueda contarle algo. Pero cuando uno oye hablar a mitos vivientes como Pepe Tapia, Nani, Periquito, Juanito Márquez y Tati Orozco, entre anécdotas y risas comprende que no todo sale en los papeles. Ayer, un puñado de aficionados algeciristas los oyeron en la charla-coloquio que la Comisión del Centenario organizó en la sala de la exposición en la Plaza de Andlucía. Escuchándoles se comprende que lo más interesante, lo más revelador, se queda de la puerta del vestuario para adentro. Y en días como el de ayer, sale, cuando ya han pasado cincuenta años, en boca de los que lo vivieron.

José Fajardo Tapia marcó el gol con el que se estrenó el 16 de junio de 1954 el ya desaparecido El Mirador. Era un cañonero. En la recordada campaña 1962/ 63, la ya nombrado del salto a la categoría de plata, marcó 36 tantos. Lo que poca gente sabe es que en el campo Vallejo en Valencia, ante el Atlético Baleares, rehusó tirar el penalti que lanzó Bruna y cuyo rechace Periquito convirtió en el ascenso. La camiseta que lleva en aquella época, una reliquia, la mostró Periquito a los asistentes. la vistió por primera vez con 17 años, en Jerez. La llevaba cuando su admirado Pepe Tapia le marcó seis goles en un rato al Portuense, del que había regresado al Algeciras. Bernardo Jover Orozco Nani no es algecireño de nacimiento, pero sí de adopción. Este gaditano vino por el fútbol, se casó aquí y tuvo tres hijos. Ahora disfruta hasta de una biznieta. En Almería fue a lanzar un penalti en el último minuto y su compañero Juanito Mendoza le dijo: "No lo tiraba yo ni por veinte mil duros". Era una máquina a balón parado. Cuando se fue del Algeciras se marchó, con Periquito, al Antequerano: "para jugar y para liar polvorones", recordó.

Juanito Márquez recibió un aplauso de los presentes por la parte que le toca en la preparación del Centenario, ya que es integrante de la Comisión. Este portero que estuvo a punto de fichar por el FC Barcelona recordó, como los demás, a dos figuras de las que se ha hablado poco en las celebraciones del primer siglo de vida de los albirrojos: el secretario técnico de la época, Rafael Fenoy Nieto, y el eterno administrativo del club: Gregorio Jiménez Caro. Tati Orozco fue uno de los que reconoció la importancia de dos personas anónimas que hicieron más grande al club algecirista. Orozco, un ídolo en las seis temporadas que permaneció en el Algeciras, afirmó que todavía hay quien le recrimina la expulsión en la eliminatoria de ascenso con el Cádiz, una de las más polémicas de la historia albirroja que él, y sus contertulios de ayer, tan bien conocen.

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