El Clásico Algeciras-Balona, declarado de alto riesgo

La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte del Ministerio del Interior ha acordado declarar de alto riesgo el partido que el Algeciras CF y la Real Balompédica Linense disputarán en el estadio Nuevo Mirador con motivo de la 16ª jornada del grupo IV de la Segunda B.

A falta de confirmación oficial, el domingo día 8 de diciembre (seguramente a las 17:00) apunta como la fecha más factible. De hecho, la nota de Antiviolencia marca la celebración de la cita el domingo día 8, sin embargo los anfitriones barajaron la posibilidad de adelantar o atrasar el encuentro un día, con el beneplácito de los balonos, para no coincidir con la fiesta en La Línea por la conmemoración de su Patrona, la Inmaculada Concepción. La confirmación de día y hora no debe tardar.

El regreso del Clásico del Campo de Gibraltar se celebrará con las máximas medidas de seguridad y control. El reencuentro en partido oficial se producirá después de tres temporadas de paréntesis por el último periplo algecirista en Tercera. El último Clásico con puntos se remonta al 7 de febrero de 2016 en el Municipal de La Línea (1-0) y el último en el Nuevo Mirador, hace ya más de cuatro años, el 20 de septiembre de 2015 (1-0).

El primer capítulo del Clásico de la temporada, como era de esperar, llega con la etiqueta de partido de alto riesgo. No es ninguna novedad por mucho que las dos aficiones mantengan su pique deportivo dentro de una sana rivalidad, además de que en los últimos años tanto el Algeciras como la Balona hayan acabado con cualquier tipo de ultra violento en sus gradas. No debe haber cabida para este tipo de personas en los estadios.

Pero un Algeciras-Balona o un Balona-Algeciras mueve a muchísima gente, a miles de aficionados, y eso conlleva un despliegue especial en todo lo que rodea al antes, durante y después de un partido de fútbol. ¿Qué significa que un encuentro sea declarado de alto riesgo? Implica mayor presencia policial y vigilancia privada, registros en los accesos y en los aledaños, control de las peñas y de la venta de entradas y, en general, cumplir al pie de la letra la ley bajo la posibilidad de importantes sanciones económicas por parte de Antiviolencia. Meter la pata en un partido de este calibre sale muy caro y tiene consecuencias judiciales.

¿Por qué se decreta un partido de alto riesgo? Suele ser relevante la información previa aportada por los propios clubes y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Esto se refleja con el aumento en el número de agentes de seguridad privada así como el dispositivo policial especial que se debe desplegar horas antes del duelo. Los clubes tienen que tener habilitadas zonas de separación de las aficiones rivales y no proporcionar medios de transporte, subvenciones ni entradas a todos aquellos grupos que sean considerados como violentos. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado también suele estar muy pendientes de que no se difundan mensajes violentos o de odio en las redes sociales los días previos a la cita.