Esta Copa sí que sabe a gloria
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La Balona se saca la espina de los dos últimos años y elimina al Marbella con un gol de Olmo en el 90' precedido por fuera de juego Los albinegros se vacían y acaban ovacionados Espectacular debut de Polaco y Canario
El fútbol, tan dado a ese tipo de gestos, saldó ayer con la Balona una cuenta pendiente, que obliga a volver a devolver a su funda muchos cuchillos que andaban ya haciendo un injustificado ruido, que seguro, porque esto es así, que esta mañana no habrá escuchado nadie. Y menos aún lo habrá provocado hincha alguno. El balompié, siempre caprichoso, abonó esa deuda que tenía con el equipo de La Línea desde que hace dos años, cuando le arrebató sobre la campana una eliminatoria con el Melilla que parecía haber agarrado con la mano. Ayer, un gol de Olmo en el 90', precedido de un fuera de juego de Carlos Guerra, hizo justicia con los albinegros, que habían merecido de largo el triunfo en un duelo copero en la máxima extensión de la palabra.
Los albinegros, que habían malogrado media docena de oportunidades de esas que se suelen señalar como manifiestas, anotaron en la más confusa y logran el pasaporte para jugar el próximo miércoles la segunda eliminatoria del torneo del KO con el Fuenlabrada.Y lo que es igual o más importante, se meten en el bolsillo a una hinchada que acabó entregada, orgullosa del esfuerzo hercúleo que sus futbolistas hicieron sobre el terreno de juego. Puede que como dijo Rafa Escobar tras el primer partido esta plantilla no dé para muchas exquisiteces, pero si se comporta con el orden y el esfuerzo de ayer, pueden dar por seguro que no recibirá una crítica desde fuera.
En la primera parte la Balompédica fue mejor, tuvo más presencia en el campo rival y poseyó el balón, con un Polaco desdoblándose en dos funciones y un Fall apareciendo con enorme frecuencia en la media punta del ataque balono.
Las únicas ocasiones, o al menos las que se pueden considerar así, fueron de los balonos, en un partido tenso, vibrante, con un desgaste por parte y parte inacabable. Un partido que supo a Copa desde el pitido inicial hasta la celebración albinegra del final a pesar de jugarse sobre un escenario inaceptable para un compromiso de esta magnitud.
Tras el descanso se equilibraron las fuerzas, pero más porque la Balona arriesgó y debilitó su centro del campo buscando más proyección ofensiva que por méritos del Marbella. La entrada de Copi dio a los visitantes una mayor presencia en ataque y el algecireño disfrutó de hasta tres ocasiones para haber desnivelado el marcador. Una de ellas, abortada por el árbitro en un error mayúsculo.
No sería justo dejar en el tintero el debut de Canario. Aportó al conjunto linense esa calidad que tanto se venía demandando. Y Escobar, el mismo del que el sábado en un ataque de amnesia pedían la cabeza, se la jugó y acabó formando una línea de tres por detrás de Copi (Juampe, Canario y Óscar) en un querer ganar a toda costa.
Lo cierto es que el compromiso copero se convirtió en una ruleta rusa. Y el Marbella también tuvo las suyas. Sobre todo una en la que Jose Hermosa le ganó la espalda a la defensa y fusiló al jimenato Mateo, que replicó con un auténtico paradón.
Cuando el partido agonizaba y ya estaban hechos todos los preparativos para la prórroga llegó el gol. Era el 90' y el míster mandó subir a los dos centrales. Canario puso el esférico en movimiento, se quedó enganchazo en Carlos Guerra y llegó a Olmo, que lo pateó como si fuese lo último que tuviese que hacer en su vida. El estadillo de júbilo de los linenses acalló las protestas de los locales.
El resto casi no existió. La Balona está en la segunda ronda de la Copa del Rey y con todo el merecimiento del mundo, a pesar de haberse cruzado con un equipo bien plantado y que tiene jugadores con grandes dosis de calidad. Los albinegros, además, se jugarán esa segunda carta en casa, con su gente en el Municipal.
Aunque da la impresión de que a alguno les pueda haber dolido, el sueño copero de la Balompédica continúa.
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