Cuevas, Vera y Pulpí, tres pueblos para descubrir su costa e interior
Sol y playa, rutas culturales y una excelente gastronomía son algunas de las bondades que estos tres municipios del Levante almeriense ofrecen al viajero que busca descansar y relajarse junto al mar
Agosto está terminando, pero septiembre también es un mes propicio para disfrutar de las playas de Almería. En esta ocasión, la propuesta se centra en descubrir la costa de Vera, Cuevas del Almanzora y Pulpí, tres localidades del Levante almeriense en las que además del sol y playa cuentan con otras bondades. Un rico patrimonio cultural y artístico y una variada y rica gastronomía. El paseo comienza en Cuevas del Almanzora. El municipio ofrece tanto turismo de sol y playa como de interior. Para disfrutar del mar Mediterráneo este pueblo dispone de calas escapadas y playas abiertas, en las que el turista puede encontrar la máxima tranquilidad y un ambiente incomparable.
Durante el verano, la localidad amplía la información turística, abriendo el punto de información en el castillo de Villaricos, un monumento que hay que visitar y en el que se realizan a lo largo de los meses estivales distintas exposiciones de pintura, escultura y fotografía.
El visitante que desee completar sus vacaciones de playa, aquí se le ofrece la oportunidad de realizar alguna ruta cultura a través de las que descubrirán los distintos enclaves turísticos del municipio. Por su puesto, el signo de identidad de Cuevas del Almanzora no es otro que el Castillo del Marqués de los Vélez, situado en el corazón de la plaza de la Libertad.
Su interior acoge uno de los museos mas importante de la comarca del Levante, el museo de arte contemporáneo Antonio Manuel Campoy. También dentro de esta fortaleza se encuentra el museo arqueológico y la Sala Goya. Además, la oficina de turismo que cuenta con el reconocimiento de la Q de calidad.
Otros sitios de interés y de obligada visita en Cuevas del Almanzora son los distintos palacetes burgueses (de los Grano de Oro, de los Soler, de Torcuato Soler Bolea...), sus iglesias y templos -Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, la de San Sebastián, la Capilla del Carmen y la ermita de San Diego o El Calvario-, así como la cueva museo (una vivienda de mediados del siglo XX) y el museo José María Álvarez de Sotomayor, poeta cuevano.
Después de conocer las bondades de Cuevas del Almanzora, el destino llevará al turista al municipio de Vera, que ofrece turismo de sol y playa y de interior. Este pueblo presume de calas recónditas y de playas extensas de fina arena. Con una franja marítima de seis kilómetros y de una anchura media de 50 metros las convierte en lugares ideales para disfrutar del sol y del baño.
Una de las playas veratenses más reconocidas es la de El Playazo, acondicionada para la práctica del naturismo, bien dotada de alojamientos hoteleros y un camping de primera categoría. Vera es conocida en todo el mundo por ser meca del turismo nudista. Tras disfrutar del sol junto al mar, el turista puede descubrir el centro de la localidad en la que se recomienda visitar la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, sus ermitas como la de San Ramón, de San Agustín y de la Virgen de las Angustias, el Convento de Los Mínimos, el Ayuntamiento, además de su plaza de toros, la Fuente de los cuatro caños y el Museo Arqueológico y Etnográfico.
El recorrido propuesto seguiría en Pulpí. Este municipio cuenta con tres playas certificadas con el distintivo turístico Q de Calidad. Estas playas son Mar Rabiosa, Mar Serena y Calypso. Además, las playas Mar Rabiosa y Mar Serena tienen la acreditación de playas accesibles, otorgadas por la FAAM, Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad.
La Playa de Los Cocedores, de la Palmera y de la Entrevista junto a las calas de la Tía Antonia y del Cuartel completan la oferta de rincones para disfrutar del sol y del baño que ofrece esta localidad.
Pulpí también presume de contar con monumentos naturales como las Islas de Terrenos o Isla Negra. Monumentalmente se recomienda al turista descubrir el Castillo de San Juan, edificado en 1764 a modo de fuerte costero. Otro de los monumentos que merece la pena visitar es la Iglesia de San Miguel, localizada en la modesta y bella plaza mayor de Pulpí.
También se propone visitar la geoda gigante. Se trata de una cavidad de nueve metros de largo por 2 de ancho y entre 1 y 2 metros de alto, compuesta de cristales de yeso, algunos de los cuales miden hasta un metro. Esta geoda se descubrió en 1999 en una mina abandonada en Pilar de Jaravía, una pedanía de Pulpí.
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