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Nueva naviera en el Estrecho

Dignidad, divino tesoro (0-2)

Copa del rey - balona-athletic de bilbao

La Balompédica recupera el orgullo y planta cara al Athletic, que rentabiliza dos tempranos errores defensivos para sentenciar. Los albinegros son mejores en la segunda mitad.

Dignidad, divino tesoro (0-2)
Rubén Almagro

03 de diciembre 2015 - 19:45

Digna, dignísima Balona. A la altura de su centenaria historia. La Balompédica hizo más que comparecer ante el histórico Athletic Club, compitió y bien, muy bien, después de una insólita metamorfosis tras el esperpento ofrecido apenas cuatro días antes. El resultado -como por otro lado era previsible- eleva a niveles hiperbólicos la posibilidad de una sorpresa en forma de clasificación albinegra, pero al menos queda la sensación de que los linenses reunieron méritos para haber anotado algún gol y puede que hasta para ser bendecidos con un penalti cometido por San José, que tocar el balón con la mano lo tocó, pero...

La noche más esperada, la de la Copa no deja tras de sí esa estela de sensaciones de una fase de ascenso y ni tan siquiera una explosión de júbilo como la que provocó la clasificación ante el Ebro que abrió las puertas de esta ronda copera. Una noche en la que la grada siguió el partido fría, gélida -excepción hecha del Colectivo Doce- deja impresa en la memoria de los balonos la imagen de su equipo tuteando a uno de los grandes de España. Algo que no es ni mucho menos baladí y menos aún en una temporada en la que se están produciendo muchas, demasiadas desilusiones.

La Balona no se dejo amedrentar por los leones, se permitió el lujo de -a base de ponerle mucho de eso que los cursis llaman intangibles- disputarle hasta el último minuto a un rival que es verdad que llegó diezmado, pero también que tiene mimbres de sobras para confeccionar dos equipos.

Lo malo es que la Balona de esta temporada tiene sus peculiaridades y no perdona una oportunidad para cometer esos errores tan significados que le están condenando en Liga. A los seis minutos fue Olmo el que dejó en franquicia a Viguera, que perdonó. Y en el 12', Ximo Forner el que hizo un envío a ciegas hacia atrás que permitió a Kike Sola encarar en solitario y hacer el 0-1.

Los de casa trataban de contrarrestar y Manolo León, uno de los más brillantes y centrados, lo intentó sin suerte en el 17'. Uno después Iturraspe la puso en el área y Laporte cabeceó el 0-2.

A partir de ahí el Athletic se dio por contento, empezó a especular y le pudo costar caro, porque los de Escobar dejaron ver la casta y durante diez minutos gestaron hasta tres ocasiones de máximo peligro (Espinar al lateral de la red, José Ramón y replica Herrerín y Joe de cabeza) que igual debieron permitirle acortar distancias.

También es cierto que al filo del descanso un centro desde la línea de fondo fue cabeceado a bocajarro por Sabin Merino y Lolo Soler, brillante toda la noche, abordó en una parada de reflejos.

La Balompédica volvió con desparpajo de la caseta y Zamorano la tuvo en el 49', pero su rollo no es el gol. A renglón seguido fue Espinar el que pudo acortar distancias, pero su vaselina se quedó cogida en la parte superior de la red.

El Athletic, que ya en este segundo periodo no se sentía tan sobrado, avisaba de vez en cuando y Kike Sola volvió a poner a prueba a Lolo Soler. Fue el preludio de un intercambio de golpes, que dice mucho de los balonos y del pundonor con el que se emplearon, teniendo en cuenta la diferencia de categoría.

El partido brindó la oportunidad, una vez más, de demostrar a la añeja afición de La Línea su saber estar. Despidió con una cerrada ovación a Iturraspe cuando fue sustituido. Y es que el internacional dio una soberbia lección de cómo se juega en esa zona ancha que hace desaparecer a tantos.

La Balona se marchó a la caseta con la cabeza alta y en medio de una cariñosa ovación de reconocimiento por parte de sus fieles. Ahora queda aparcar este sueño durante dos semanas, empezar a pensar en el importantísimo partido del próximo domingo en Almería y esperar que el sobreesfuerzo no pase factura a los que jugaron y que los que fueron reservados puedan hacer de las suyas. Porque la Liga es la Liga y como dijo aquel, los sueños, sueños son.

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