Espínola, mitad Balona mitad Recre

real balompédica linense

El defensa, que protagonizó un ascenso a Segunda B con los linenses y otro a Primera con el Decano, afirma que el domingo le gustaría que "ganasen los dos".

Rubén Almagro

16 de febrero 2017 - 02:10

La línea/Miguel Ángel Espínola es historia viva, y muy reciente, de los dos conjuntos que el próximo domingo (17:00) juegan en el Nuevo Colombino un duelo importantísimo para las aspiraciones de ambos de lograr la permanencia en la Segunda división B: Recreativo de Huelva y Real Balompédica Linense.

En uno y otro disfrutó de etapas mucho mejores que las que los dos clubes atraviesan en la actualidad y, como mantiene lazos en los dos bandos, se niega a decantarse de cara al inmediato compromiso: "Me gustaría que ganasen los dos porque ambos necesitan los puntos, pero sé que eso es imposible, así que me limito a desear que logre la victoria el que mejor lo haga. Pero sobre todo y por encima de estos puntos, que ambos se salven", sentencia.

Hablar de Espínola, afincado desde hace años en La Línea, es hacerlo de Real Balompédica y Recreativo de Huelva. Con los primeros, amén de otros capítulos importantes, fue partícipe del recordado ascenso en Miranda de Ebro de 2008. Una mano suya sobre la línea de meta en el último minuto, ignorada por el árbitro, está aún en la memoria de los que acudieron a Anduva, por cuanto resultó determinante para que el choque acabase con empate a tres y los que entrenaba Gabriel Navarro Baby dieran el salto de categoría.

Con el Decano vivió lo que él mismo define como "los mejores momentos" de su carrera. Logró un ascenso a Primera y en la máxima categoría se convirtió en el protagonista de la visita del equipo onubense al Santiago Bernabéu de la 2002-03, ya que le endosó un gol a Iker Casillas y más tarde el mismo acabó ocupando el puesto de portero, por la expulsión, curiosamente, de otro exbalono, el guardavallas sevillano José Antonio Luque. El linense Juan Merino fue, también, compañero de ambos en la caseta del Colombino.

Espínola explica que está "muy al tanto" de la actualidad del Recre porque dejó "muchos amigos allí". De hecho no hace tanto se desplazó a la capital onubense para participar en un encuentro con artistas y exfutbolistas cuya finalidad era recaudar fondos para ayudar al Decano a salir de su delicada situación económica.

"Estamos hablando del club más antiguo de nuestro fútbol y es necesario que todo el mundo arrime el hombro para que no desaparezca nunca", afirma el granadino, que resalta que en cambio en la Balompédica, la labor de de su presidente, Alfredo Gallardo "la mantiene viva y con buena salud".

"No sabemos qué pasará cuándo él abandone, pero lo cierto es que ahora mismo es un club consolidado y con fuertes pilares y que todo es gracias a él", recalca.

Espínola admite que, en buena medida por culpa de la crisis "el fútbol ha cambiado" desde que decidió colgar las botas tras pasar por el Algeciras. "Todo el mundo habla del potencial del Real Madrid o del Barcelona actual, pero yo tuve la suerte de medirme a otro con grandísimos jugadores. Lo que ha cambiado es que cada vez resulta más difícil para los equipos que no están entre los dos o tres elegidos meterse en la pelea por el título".

Con respecto a la Segunda B, el lateral diestro entiende que la plantilla con la que la Balompédica ascendió a la categoría de bronce en Miranda (David Pérez, Johny, Carlos Guerra, Noel, Joseph, Coco, Miguélez, Manrique, Fede...) podría "codearse hoy con los mejores del grupo" IV de la categoría de bronce. "Teníamos un equipazo", subraya con orgullo.

Ahora que casi se limita a ver los encuentros por televisión, el carismático zaguero asegura que sigue "sintiéndose futbolista" porque cuando acude a un campo le apetece "volver a vestirse de corto" pero que es consciente de que esa etapa "ya quedó atrás".

"Lo que no he perdido son las ganas de competir, ya sea jugando al pádel, en un partidillo con los amigos...", acaba.

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