George Cabrera, el pistolero más rápido del Algeciras

George Cabrera fue el salvador del Algeciras el pasado domingo en El Rosal, donde el Cádiz B ganaba 3-0 en el 87 y terminó firmando tablas merced a un hat-trick del gibraltareño. La actuación del delantero fue digna del pistolero más rápido del oeste y él acata el papel de revulsivo que le ha otorgado Pablo Sánchez desde que se hizo cargo de la escuadra albirroja. "Ya estaba hablado que iba a jugar más o menos media horita y yo estaba contento con poder participar y ayudar al equipo, y más con estos goles. Contribuyendo con goles, aunque sea un rato, yo estoy contento", afirma el delantero.

El anterior entrenador, Diego Pérez Yiyi, explicó en la rueda de prensa tras el encuentro ante el Coria, su último en el banquillo albirrojo, que George pidió el cambio porque no se encontraba cómodo sobre el terreno de juego. Los del Nuevo Mirador realizaron un mal partido y el gibraltareño apenas entró en juego. Quizás Pablo ha dado con la tecla. "Siempre quiero jugar, cuanto más mejor, pero si el míster cree que puedo ayudar más al equipo entrando en la segunda parte que entrando desde el principio, porque si no toco balón me pierdo y me aburro, estoy contento con la decisión que tome él".

El ariete, que entró en el minuto 60, demostró una eficacia inusual en muy poco tiempo para darle un importante punto a su equipo y una aun más importante inyección de moral a su equipo. "Yo estoy aquí para meter goles y para ayudar al equipo. Si se pueden marcar tres, pues que sean tres, si son cuatro, mejor, y si no se puede marcar pues a intentarlo otra vez. En juveniles marqué cuatro en 22 minutos, pero a este nivel no recuerdo marcar tantos goles en tan poco tiempo y en los últimos minutos".

"Siempre hay que creer hasta el final. Esto es un ejemplo. Una falta y en cuatro rebotes ha entrado el balón. Un día entra y otro no, y hay que aprovechar el buen momento. Espero que esto nos sirva para ir mejorando y que cambie la suerte", afirma el gibraltareño, que espera que el partido del domingo sirva como punto de inflexión. "Estamos trabajando bien, pero tenemos mala suerte. Nunca nos ponemos por delante en el marcador, pero el día que lo hagamos rendiremos mejor y estaremos mejor en la segunda parte. Pablo nos anima mucho, trabaja mucho en defensa, y ha cambiado la actitud, ponemos más. Pero la suerte tiene que cambiarnos un poquito".

George, que dedicó sus tres goles a su tío y a la afición que animó a los suyos en El Rosal, afirma que tanto él como sus compañeros siempre intentan dar el máximo en cada encuentro, en relación con el tan traído cambio de actitud de la plantilla a raíz de la marcha de Yiyi. "Son partidos que salen malos. Nosotros queremos darlo todo. Que las piernas puedan más o menos… Tenemos que trabajar ya en la semana que viene. Hay que ganar sí o sí, no queda otra".