Hace tiempo que no veníamos

La Real Balompédica volverá el sábado a la barriada malagueña de El Palo para disputar un partido oficial 31 años después de su última visita, que tuvo lugar el seis de marzo de 1983, en la vigésimo séptima jornada de la recordada temporada 1982-83, en un duelo que finalizó en tablas (1-1).

El Palo y Balona han vivido caminos muy dispares en las tres últimas décadas. De hecho no coincidían en una misma categoría desde que lo hicieron en Tercera en la 1982-83. Los de La Línea se colaron en un grupo IX bastante menos competitivo que el X y desde él se catapultaron a su primer ascenso a la Segunda B y afrontaban la jornada 27 sin haber conocido la derrota y después de haberle endosado un significativo 5-0 a los paleños en el Municipal.

En 1983 el terreno de juego del San Ignacio aún era de tierra y la directiva de casa fijó un precio -desorbitado decían las crónicas- de 400 pesetas (algo más de los tres euros que ahora se celebran) para las entradas. Galacho, de falta directa, adelantó a los de casa poco antes del intermedio y Juan Manuel Quirós restableció las tablas en el 80', después de que se hubiese paseado el fantasma de la primera derrota albinegra, que se produciría justo un mes después, en Estepona.

Quimet Carreras alineó por los linenses a Tinajero, Charlo, Pirri, García, Lorenzo, Garrido, Borrell, Iñaki (Chico), Salvador (Noly), Márquez y Quirós. Por el bando local jugaron: Bueno, Castillo, Serrano, Andrés, Paquito, Juanfra, Badillo, Robles, Muñoz (Bravo), Molina (González) y Galacho.

En el tramo final de aquella andadura Carreras fue destituido y dejó su cargo en manos de Jaco Zafrani, que venía avalado por su éxito al frente del Comando Jaco.

La Balompédica encaró su primera fase de ascenso como campeón de grupo con 56 puntos (entonces el triunfo se premiaba con dos), seis de ventaja sobre el segundo clasificado, el extinto Atlético de Marbella. El Palo finalizó décimo noveno con quince y descendió a Preferente, ya que en aquella etapa aún no estaba fundada la Primera Andaluza.

A comienzos de los ochenta las fases de ascenso no se parecían en nada a las actuales. Los equipos eranemparejados sin criterio de proximidad geográfica (que luego sí estuvo en vigor y que ahora ha vuelto a desaparecer) en grupos de cuatro y ascendían los que superaban las dos eliminatorias.

En la primera ronda los albinegros se cruzaron con el Sabiñánigo aragonés. En el partido de ida, disputado en La Corona oscense el equipo de casa venció por 1-0 con un tanto de Royo (5'). En la vuelta Caro igualó la eliminatoria en el 71' y en la prórroga Argimiro Márquez (110') dio la clasificación a los locales.

En la última y defintiva eliminatoria la Balompédica se midió al Eibar, que ahora pelea por ascender a Primera. Márquez hizo los dos primeros goles (4' y 16') y el conjunto eibarrés acortó distancias mediante un penalti transformado por Ormaechea (42'). Juan ManuelQuirós hizo el 3-1 en el segundo periodo.

En la vuelta, disputada en Ipurúa en medio de un ambiente hostil y con unos 200 lineses en las gradas, Echave adelantó a los de casa en el 22 al transformar una más que discutible pena máxima. El resto del partido fue un asedio del que la escuadra de Jaco salió indemne, principalmente, por la demostración de solidez que llevó a cabo Tinajero, que se adueñó del espacio aéreo.

La fiesta por el ascenso comenzó en la caseta, en la que hubo puertas abiertas, y acabó en el hotel, con el Española y Gaditana y las sevillanas del recientemente fallecido Paco Padilla sonando de fondo.

Formaban parte de aquel plantel: Tinajero, Ángel Villar, Helenio, Lorenzo, Garrido, José Manuel García, Caro, Antonio Bautista, Charlo, Torremocha, Borrell, Noly, Quirós, Bancalero, Bruñas, Chico, Pirri, Balilla, Márquez, Paquito, Iñaki y Lameira