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Jaén, le debes una a la Balona

Fútbol l Segunda división B

Los blancos lograron una sospechosa victoria en el Municipal en la última jornada de la 1999-2000. El resultado les abrió las puertas de la liguilla que desembocó en su ascenso

Bersabé, protagonista de la polémica última jornada de la 1999-2000.
Rubén Almagro / La Línea

16 de enero 2009 - 05:02

El Real Jaén vuelve el próximo domingo al Municipal de La Línea. Lo hace casi nueve años después de que los del Santo Reino lograsen un triunfo en la última jornada de la 1999-2000 que les supuso clasificación para la fase de ascenso… y desatase una fuerte polémica entre los aficionados albinegros por la sospechosa conducta de alguno de sus jugadores sobre el terreno de juego.

La Balompédica había comenzado la temporada de su regreso a Segunda B con Pedro Buenaventura al frente. El trianero fue relevado por Gabriel Navarro Baby y el equipo de La Línea se quedó sin opciones matemáticas de jugar la liguilla en la jornada 37, al no pasar del empate en Jerez de los Caballeros (0-0) en una noche especialmente desapacible.

A partir de ese momento la atención en La Línea se centró primero en una eliminatoria de la Copa Federación con el Elche y, sobre todo, en una asamblea en la que Ángel Serrano preparaba su marcha.

Sin embargo, en la jornada que aún quedaba por disputarse el Real Jaén y el Poli Almería se jugaban una plaza en la fase de ascenso. Los segundos precisaban, además de derrotar al Motril, que los jiennenses no puntuasen en el Municipal.

En la plantilla Balona jugaba el madrileño Carlos Bersabé, que había permanecido inactivo durante las cuatro primeras jornadas como consecuencia de la negativa del propio Poli Almería a concederle la baja. El contencioso se resolvió, después de recorrer no pocos vericuetos legales, el 21 de septiembre por decisión de la FEF, que permitió a la directiva linense inscribir al futbolista, al que en realidad había firmado el 14 de julio.

Gabriel Navarro Baby envió un mensaje de tranquilidad a los almerienses: "Vamos a salir a ganarle al Jaén", dijo. "Queremos despedirnos de nuestra afición con una victoria".

Desde Almería le respondía José Ángel Moreno -que más tarde fue técnico del Algeciras- quien apeló a la profesionalidad de los albinegros al tiempo que advertía que la situación económica del club impedía siquiera barajar la posibilidad de ofrecer una prima.

Los linenses ejercían de juez sin parte con las bajas de Mércuri, Pablo, Requena y Fernando Román y los visitantes llegaban arropados por unos quinientos hinchas.

El Jaén venció 0-3 (Rueda, Rubén Blaya y Tocho) aprovechando errores monumentales precisamente de Carlos Bersabé, que actuaba como líbero.

En la crónica de este diario, titulada "derrota bajo sospecha" se podía leer: "La Balona no fue capaz siquiera de ser un convidado de piedra en su despedida liguera y se limitó a ponerle el puente de plata al Real Jaén para que los de Tartilán lograsen la clasificación para la liguilla y convirtiesen en estéril la no menos sospechosa victoria del Poli sobre el Motril".

La grada, desde el primer gol visitante -que se produjo en el minuto siete- se convirtió en el escenario de una fiesta de hermanamiento. Muy significativo era escuchar los gritos de la afición visitante: "Qué buena gente, La Línea qué buena gente…".

La Balompédica formó en aquella ocasión con: Luque; Espínola, Vile, Raúl Procopio, Bersabé, Perico (Checa, 67'), Agustín, Álvaro (Pastor, 46'), Raúl Sánchez (Adolfo, 46'), Miguel y Pacheco.

El Real Jaén acabó aquella temorada con el ascenso a la Segunda división A.

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