Juan Bermejo, una institución dentro y fuera de las canchas

La décima entrega de La Tertulia de Europa Sur reunió ayer en El Cortijo de Guadacorte a una leyenda viva del balonmano nacional, el jugador del Ciudad de Algeciras Juan Bermejo, y al fiscal jefe del área de Algeciras, Juan Cisneros. En apariencia dos profesionales que nada tienen que ver. Pero les bastaron cinco minutos para encontrar un lazo de unión casi más fuerte que cualquier condición religiosa: su condición de seguidores del Atlético de Madrid. Como sucede siempre que se encuentran dos hinchas de un club que hizo una bandera de aquello de "qué manera de perder" les basta con intercambiar dos elogios a Simeone y otros tantos a Luis Aragonés, los recuerdos de Leal, Leivinha... para que parezca que se conozcan de toda la vida.

Bermejo no es un jugador al uso. Superados los cuarenta y cuatro años ("yo sigo siendo un junior, tengo cuerda para rato", advierte) sigue en activo en Segunda Nacional con el proyecto algecireño, el heredero de aquel al que llegó hace década y media para ascenderlo a la Liga Asobal. El extremo tampoco lo es en su conducta. No es el típico deportista que sólo habla y conoce de su materia, sino que demuestra infinidad de inquietudes y utiliza argumentos sólidos incluso para quienes no comparten sus opiniones.

Juan Bermejo está convencido de que la directiva de Pedro Soria debería plantearse la realidad del equipo senior con más ambición. "El club potencia muchísimo las bases, pero al final formas jugadores que llegan a una edad y se marchan incluso para acabar enfrentándose a nosotros, como sucedió la temporada pasada en la fase de ascenso", explica.

"Si estuviésemos no digo ya en Asobal, sino en la categoría inferior los chavales se quedarían y no hay que pensar que para eso hace falta un desembolso como el que se hizo la última vez, hoy en día tal y como está la categoría con medio millón de euros, o menos, se puede competir con garantías", agrega. "Nadie dice que la cantera no sea prioritaria, pero para que un club cale en la ciudad es preciso que el primer equipo tenga poder de convocatoria".

"De todas formas ellos son los que llevan el club, lo hacen muy bien y tiene muchísimo mérito, yo sólo expreso mi opinión", advierte.

El balonmanista, que mantiene con el fiscal jefe de Algeciras una animada charla sobre la legalización del consumo de determinados tipos de drogas, de lo que se muestra partidario, reconoce que de haber comenzado ahora su carrera formaría parte de ese numeroso grupo de jugadores que optan por irse, siquiera temporalmente, a otros países. "Me hubiese gustado vivir esa experiencia y tuve ofertas para fichar, por ejemplo, en Italia, pero entonces la Asobal era la liga más fuerte de Europa y eso tuvo mucho peso".

Bermejo es abiertamente crítico con la imagen actual de su deporte en España, donde, sostiene, los dirigentes fueron "incapaces de rentabilizar dos títulos del Mundo".

"Una competición que permite a un equipo como el Barça ganar más de cien partidos seguidos es que tiene un problema grave y que además está pasándole factura al propio Barcelona en Europa, porque los equipos alemanes juegan partidos de mucha exigencia con mucha frecuencia y a la hora de la verdad, eso se nota", reflexiona en voz alta.

El jugador de baloncesto Michael Jordan es el referente de Juan Bermejo, que es un apasionado de todos los deportes, no sólo del que practica. "Lo importante no es sólo lo que hacía, sino cuándo lo hacía, aparecía siempre en los momentos claves", comenta en referencia al ex de los Bulls, aunque no deja pasar la oportunidad de recordar que con la llegada de Diego Pablo Simeone su Atlético cambió hasta el punto de vivir a la sombra del Real Madrid a competir directamente con los blancos. "Yo ya no pienso igual, pero es verdad que vivir en Madrid y ser del Atlético te hace antimadridista, porque ellos tienen toda la atención, sobre todo unos años atrás, y eran los que ganaban los títulos".

En otra de sus facetas, la de adscrito a la concejalía de Cultura de Algeciras, Juan Bermejo reivindica la creación de un teatro en la ciudad con más capacidad que el Florida.