Juan Carlos Heredia 'El Porrúo': 170 kilos de afable humanidad

Los barrios/Unos 170 kilos y 192 centímetros de humanidad. Es la carta de presentación de Juan Carlos Heredia El Porrúo, seis veces reconocido como el hombre más fuerte de España y cuarto en una de las ediciones de ámbito mundial del Strongman a las que acudió. Tan grande como afable El Porrúo nació en La Línea e incluso actuó como ala-pívot en el desaparecido CBL, antes de incorporarse a otro extinto, el CB Los Barrios, con cuyo primer ascenso colaboró. Después de aquello intensificó el trabajo con las pesas y a sus 43 años admite que ya ejerce más de profesor de los que vienen de abajo que de competidor, aunque recalca que se encuentra en condiciones de hacer frente a cualquier torneo y que lo demuestra en las innumerables exhibiciones a las que acude como invitado.

Heredia recuerda que fue una emisión de Eurosport la que le acabó de poner el gusanillo de competir en una modalidad que por entonces casi nadie conocía en España. Cambió sus hábitos y su dieta, aunque, recalca, cuando graba para los programas de televisión "se exagera un poquito".

Ayer, por ejemplo, desayunó un mollete con una tortilla, almorzó con los compañeros de La Tertulia de Europa Sur sin llamar especialmente la atención, merendó un bote de queso con avena "y en la cena, como siempre, ensalada y pollo".

Eso sí, confiesa que tanto el pollo como los entrecots los adquiere al por mayor, procedentes de Navarra. "Me lo ponen a unos nueve euros el kilo y yo compro para un mes, unos 600 euros", dice con naturalidad.

La figura del Porrúo ha traspasado el ámbito deportivo. Desde que disfrutó de su primera oportunidad en el teatro, en una obra en la que tumbaba un coche fúnebre, ha participado en varias películas, entre ellas Torrente-4 y El Móvil, cuyo estreno se producirá en el mes de marzo.

Tampoco resulta nada extraño verlo en programas de televisión. Más de una decena de veces ha colaborado en El Hormiguero, aunque admite que la que más ilusión le hizo fue a la cita con Andreu Buenafuente. "Estaba acostumbrado a verlo con mi mujer, en la cama, y cuando el que estaba allí era yo... me temblaban las piernas".

Juan Carlos Heredia es, ante todo, un admirador de Arnold Schwarzenegger, con el que le une amistad y admite que en el culturismo y en los deportes de fuerza existe dopaje "pero como en todo deporte de élite, ni más ni menos. Tramposos hay en todos los sitios".

El Porrúo, que viaja con muchísima frecuencia, lamenta que lejos de nuestra zona la imagen que existe del Campo de Gibraltar "es la del contrabando" y reclama mejoras, aunque admite que es "algo en lo que, por falta de preparación, cae mucha gente".

"Yo a todo el mundo que me quiere escuchar le digo que aquí no todos vivimos del tabaco y el chocolate", sentencia.