Julián García Candau defiende la desaparición paulatina de la división
"Lo más racional sería suprimirla; el futuro requiere un nuevo modelo" sostiene el periodista

El acreditado periodista, escritor y crítico deportivo villarrealense Julián García Candau se ha erigido en el portavoz de quienes defienden la desaparición de la Segunda B y posterior reestructuración de la Tercera, categoría en la que no tendrían espacio acuerdos profesionales de tipo alguno.
En un artículo titulado "La Segunda B debe desaparecer" publicado por La República.com, García Candau dice: "El presumible descenso de buen número de clubes de Segunda B a Tercera por incapacidad económica, por impagos, está haciendo pensar a la Federación Española la posibilidad de reformar la división, que legalmente es amateur aunque esté compuesta por jugadores profesionales y con contratos de esta índole. La Segunda B ha sido un mal negocio y es obligada su remodelación aunque tal vez lo racional sería suprimirla.
Al fútbol español se le fue la mano al aumentar las categorías. Se hizo para captar votos en la asamblea y de ahí también el aumento de clubes de Tercera que, en realidad, era convertir las competiciones regionales en una ficticia división. Los años de bonanza han servido para que los dirigentes futbolísticos hayan desfasado la auténtica realidad de este deporte.
Hubo un tiempo en que la Segunda División estuvo dividida en dos grupos, Norte y Sur, con lo que se partía la distancia de los desplazamientos y las emociones por los ascensos eran similares a los actuales. Aceptado que la Segunda sea un solo grupo, para no ningunear a los clubes con tradición que descienden y teniendo en cuenta razones económicas, es evidente que más abajo se impone cambio radical.
En tiempo de tribulación convendría hacer mudanza. Lo adecuado sería eliminar, paulatinamente, la Segunda B con los restos por derribo que queden esta temporada y su transformación convertida en la Tercera como era hace años: es decir, ocho grupos para facilitar la proximidad de los clubes de la categoría.
La Segunda B tiene ínfulas de categoría profesional que la Ley del Deporte no le concede y sus gastos son enormes, desmesurados. Se impone su reducción al término racional. Hay inflación y hasta la Tercera actual tiene presupuestos inadmisibles dada su natural precariedad y de ahí la enorme cantidad de impagos de cada año.
El fútbol español, desde la Federación y la Liga de Fútbol Profesional, con la participación de la Asociación de Futbolistas Profesionales, debería comenzar a estudiar el futuro sin necesidad de aguardar a que el 30 de junio el desastre se confirme. La solución inmediata será un parche, un modo de salir del embrollo. El futuro requiere nuevo modelo".
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