La Línea pone guapo su deporte

La Línea ha presentado este viernes al gran público su nuevo pabellón de deportes... de siempre. En el mismo lugar, con la misma apariencia externa (bueno, infinitamente más cuidada), con nuevos parquet y canastas fiba-1 (el máximo nivel) y con el techo restañado para evitar filtraciones.

Casi 500.000 euros ha invertido el Ayuntamiento en transformar la añeja instalación que el 20 de mayo de 1988 inauguraron el Cacaolat Granollers y la Universidad de Michigan en una mucho más acogedora, más del siglo XXI. Este viernes volvió a vestirse de largo con otro partido de baloncesto. Esta vez la selección española sub-17 se impuso (82-54) a la de Australia. Pero ese duelo no era más que una excusa para que los linenses disfrutasen de su remozada instalación.

Los himnos nacionales de España y Australia pusieron la nota solemne a una jornada festiva. En las gradas, con tres cuartos del aforo cubiertos, aficionados anónimos, pero también gente del básket de toda la vida, desde el mítico entrenador Antonio Denis -que en su día puso nombre a un equipo de básket La Línea- hasta autoridades y jugadores y técnicos de todos los equipos del Campo de Gibraltar y muy especialmente de la Unión Linense de Baloncesto (ULB) a la que le tocará disfrutar más adelante de su nueva casa, esa que le abre la puerta a proyectos más ambiciosos.

En la foto inicial, la que quedará para la memoria, los componentes de los dos conjuntos, el trío arbitral, formado por los malagueños José María Arresa, José Manuel Araujo y Daniel Cotta, el alcalde linense, Juan Franco, el concejal de Deportes, Javier Vidal y el representante de la Federación Andaluza en Cádiz, Adolfo Magrañal.

La historia recordará algún día que el australiano Lachlan Brewer anotó la primera canasta tras la reestructuración de la instalación y que el primer triple corrió a cargo del jugador del Valencia Básquet Sergio de Larrea. Quién sabe si dentro de no mucho tiempo los niños correrán tras ellos para solicitarles un autógrafo o un selfie.

Al final, en un duelo preñado de talento individual y jugado a un ritmo eléctrico, el equipo español (que prepara su inminente desembarco en el Mundial), fue fue siempre por delante, España y venció a Australia.