Llena el ojo antes que la barriga (1-1)

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El Algeciras, demasiado ansioso por agradar, no pasa del empate ante un buen Racing, que se adelanta y que sólo encaja tras un 'extraño' penalti . Los albirrojos dejan a los casi 5.000 aficionados sin triunfo pero son líderes

Juan Llaves mira como se va el balón que un segundo antes había estrellado en el cuerpo del meta Ismael en la mejor ocasión para hacer el 2-1.
Juan Llaves mira como se va el balón que un segundo antes había estrellado en el cuerpo del meta Ismael en la mejor ocasión para hacer el 2-1.

El Algeciras llenó el ojo antes que la barriga. Quiso agradar antes de ganar, hacer el segundo antes que el primero. Desde luego era un día para disfrutar y hacer disfrutar, el Nuevo Mirador presentó la mejor entrada de la Liga, unos 5.000 espectadores que respondieron a la llamada y las iniciativas del club, pero los que vistieron la albirroja ayer se quedaron a medias, estuvieron ansiosos por hacer el partido perfecto, por hacer redonda la cita, completar la fiesta y eso, en parte eso, les condenó al empate. El punto, de penalti, ante un buen Racing Portuense que se adelantó inesperadamente, permite a los algeciristas seguir líderes pero quedó en el ambiente la sensación de haber vuelto a fallarle el resultado cuando más miradas tenían puestas sobre ellos.

Los que pagaron lo poco que costaba la entrada, desde luego, vieron un entretenido partido de Tercera. Hubo mucha intensidad, buenas acciones, dos equipos que sabían lo que hacían, bien plantados, ocasiones, polémicas... Y el Algeciras no estuvo del todo mal. De hecho empezó, como viene siendo habitual, con las ideas muy claras y sabiendo que la meta contraria es la única meta. Los de Manolo Sanlúcar le imprimen nada más salir del vestuario un ritmo altísimo a los encuentros, que el rival termina por pagarlo y que si es capaz de golpear en esos primeros minutos desconcertantes para el contrario, tienen tres cuartos de victoria en el bolsillo.

Pero ayer el guión iba a depararle lo contrario. A los once minutos, y tras varias ocasiones de importancia de Marín, se adelantaron los de El Puerto. El tanto llegó en un fallo en el costado izquierdo y un centro al que llegó antes el exgualdiverde Álex Expósito que Víctor González y Romero y que fusiló de cabeza en un área que debe ser restringida para el ataque rival como es la pequeña. El 0-1 fue un jarro de agua fría para un ambientazo que se le presuponía positivo para los locales y para la salida ardiente de los algeciristas. Aunque una remontada de esas que se hacen con el corazón gusta más que nada a la afición algecireña, aunque con tantos minutos por delante lo que necesitaba era cabeza, mucha cabeza.

El Algeciras, de primeras, no acusó el golpe pero cuando pasaron los minutos y éste se enfrió empezó a dolerle y, cuanto más quería recuperarse del mismo, más le dolía. Buscó el empate rápidamente y luego demasiado rápido ante un Racing que se replegó y que cada vez defendía con sus líneas más juntas pero sin renunciar a una contra. La tuvo de nuevo Expósito pero esta vez Romero anduvo rápido y salvó el desaguisado defensivo.

Alvi Carrasco, de más a menos ayer, lo intentó por la izquierda y Pedro fue cerrado bien por la zaga visitante. Estuvo acompañado en la primera parte por David Naváez, que tuvo su oportunidad como titular después de muchas jornadas y volvió a desperdiciarla. Se le sigue esperando al jerezano y ya estamos en la jornada 32. En el 26', el empate estuvo más cerca que nunca en la primera parte. Javi Chico, el mejor en la creación aunque queriendo hacer demasiadas cosas, salió de una trigulación en tres cuartos de campo y encaró a Ismael pero se precipitó en la carrera y se echó la pelota demasiado larga e Ismael le arrebató la ocasión. El portero Ismael fue de los mejores visitantes, salvó a su equipo varias veces como en el 40' cuando Mario, que se impuso en el centro, disparó duro en la última de la primera.

Manolo Sanlúcar movió ficha. Metió en el campo a Javi Fernández por Berlanga y puso a Mena en el centro de la defensa, mejor que en banda porque ahí no subió ni una sóla vez. A los diez minutos de estar en el campo ya se notó. Algo similar ocurrió con Llaves, que relevó a un Narváez que ni fu ni fa, y aportó más. Para empezar, provocó un penalti en el 59'. O eso entendió el árbitro del encuentro, el sevillano Serrano Sánchez, que comenzó su recital de despropósito. El atacante algecireño disparó y, posteriormente, la inercia del meta Ismael llevó a derribarlo. Javi Chico no falló. 1-1.

Quedaba un mundo para lograr la remontada pero las prisas no son buenas consejeras. El público apretó de lo lindo y las fuerzas del Racing Portuense ya no eran las mismas. Pero fue entonces cuando los albirrojos se tiraron al segundo con demasiada desesperación, precipitaciones y habiendo incluso momentos en los que dejó el partido roto, algo muy peligroso porque los racinguistas encontraron espacios y un segundo gol, para uno u otro equipo, se antojaba complicado de remontar. Víctor González salvó ese segundo tanto visitante tras tirarse con todo y arrebatarle la pelota a Expósito cuando ya encaraba a romero. La grada lo celebró como un gol a favor la espectacular intervención del zaguero.

El árbitro comenzó a compensar el penalti y el Algeciras a pagarlo caro. Perdonó una posible roja a Matallanas por una entrada violenta sobre Llaves, jugador que en 80' perdonó el segundo tras un saque de esquina de Willy, que remató el atacante en el segundo palo pero Ismael lo rechazó. En el 87', Raúl López, que dio la tarde a los locales, todo lo hizo bien, hizo una terrorífica entrada a Pedro cuando se encontraba solo para encarar la meta del Portuense pero el árbitro, que pudo expulsar al veterano zaguero al ser el último defensor, ordenó seguir la jugada.

Y entre una cosa y otra, con alguna ocasión desesperada del Algeciras como una de Pedro que cruzó demasiado tras, una vez más, precipitarse, el partido se agotó con las tablas que dejó un regusto a decepción y a fiesta aguada, como no, por el Portuense. Eso sí, el líder sigue líder.

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