Pablo, el niño bonito de la Balona
Fútbol l Tercera división
El roteño, que viene a acabar con la maldición que ha perseguido a los mediocentros, ha conquistado a la afición de La Línea, que ya le había recibido con los brazos abiertos

El roteño Juan Pablo Niño Castellano (15-5-1978) se ha convertido en la sensación del verano en el entorno de la Real Balompédica Linense, aunque hombros como Thompson o el meta David Zamora no dejan de acumular elogios. Pablo Niño es un ejemplo de profesionalidad y su incuestionable calidad técnica permite albergar algo más que esperanzas de que, de una vez por todas, se acabe la maldición que ha perseguido al puesto de mediocentro creador en el equipo de La Línea.
"Hombre, tampoco creo que sea para tanto", comenta el futbolista, con la humildad que le caracteriza. "Intento ayudar al equipo con lo que sé, nada más".
Su aportación al colectivo es tan palpable que el propio capitán Ismael Chico admitió ayer en declaraciones a la Radio Municipal: "Sin desmerecer a nadie, jugar a su lado es un privilegio".
"Yo prefiero no crear tantas expectativas y que todas esas cosas se digan de mí cuando acabe la temporada", advierte el centrocampista. "Soy una persona a la que le gusta tener los pies en el suelo, en el fútbol me he llevado muchos palos y sé que lo mismo que estás en la cima, al día siguiente te despeñas, así que lo que hay que hacer es trabajar y estar preparado para cuando las cosas no salgan tan bien".
Lo que sí parece claro es que la afición de La Línea ha acogido a Pablo Niño con los brazos abiertos. El fútbol desplegado ante los albinegros con las camisolas de Puerto Real y Pozoblanco (con la que incluso fue ovacionado por la grada del Municipal) le convertía de antemano en una pieza apetecible. "Yo agradezco mucho esa simpatía que he palpado a mi alrededor e intentaré corresponder a la confianza que todo el mundo ha depositado en mí".
Después de haber jugado en Primera, Segunda, Segunda B y Tercera con camisolas como las del Real Betis, el Recreativo de Huelva, el Mérida o el Numancia, Pablo Niño asegura que afronta la temporada con "la máxima ilusión. Además, los chavales que están entrenando con nosotros tienen tantas ganas que te rejuvenece trabajar con ellos".
El mediocentro albinegro destaca de su nuevo equipo que el miércoles en el amistoso disputado en Estepona (1-2) fue un "grupo muy estructurado y eso es muy difícil a estas alturas y con tantas caras nuevas".
"Yo entiendo que se ha formado una buena plantilla, porque hay una base solvente, porque la gente que ha llegado tiene calidad y porque los chicos que llegan desde abajo no dan respiro, porque tienen muchísima ilusión por ser futbolistas", reflexiona.
De hecho, Pablo Niño afirma que algunos de sus compañeros le han "sorprendido". "Había jugado contra ellos, pero no es lo mismo. No sé, jugar al lado de Carlos Guerra e Ismael Chico es muy fácil, los centrales, Antonio Merino, que parece que lleve entrenándose con nosotros desde el primer día... Iván Collado, al que no conocía. Hay que pisar con cuidado, pero hay un buen bloque".
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