El Recre busca su segunda alegría ante su parroquia

Huelva/Como en casa, en ningún sitio. Lo deben tener grabado a fuego los albiazules. El Decano vuelve a su estadio para recuperar sensaciones y sobre todo persigue repetir triunfo (sólo ha conseguido uno, en casa y ante el Betis B) y asentarse de una vez. Porque es esto último lo que mantiene ocupado y preocupado al técnico albiazul, Javi Casquero. El entrenador sabe que tiene mimbres, que cuenta con los recursos necesarios y que a sus espaldas acumula ya más de un mes de competición.

El mejor Recreativo de la temporada fue el de la primera parte contra el Betis Deportivo y ante el Lorca Deportiva en el Artés Carrasco. Dos horas de buen fútbol, de dominio y destellos inconclusos porque en el primer caso no supo gestionar su ventaja y en el segundo se descompuso en el tramo final.

Una de las preocupaciones de su preparador, que sabe que al Decano se le hacen eternos los partidos.

Casquero le pide a sus hombres desarrollar de una vez el verdadero potencial sobre el césped para completar un partido. Pasar de esa hora de encuentro en el que baja el listón para ofrecer un triunfo sereno, sin agobios, que reconforte a una grada que ansía disfrutar con su equipo y al grupo lo dote de la confianza necesaria para soltarse.

Casquero vive el sueño de cualquier entrenador. La única ausencia que tiene es la de Nacho Monsalve, con unas molestias en la rodilla de la que se está tratando. Cuenta con todos sus hombres disponibles, por lo que se verá obligado a realizar varios descartes instantes antes de comenzar el choque. Una situación complicada pero ideal para el técnico. El Recre demostró una semana más en Lorca que tiene mucho más fútbol del que ha ofrecido hasta el momento.

El preparador albiazul tiene dos dudas fundamentales y un bloque definido. En defensa la recuperación plena de Mario Marín y la mejora en el estado de Iván Malón abre la puerta al primer cambio de inicio. Diego Jiménez lleva dos semanas desplazado al costado diestro. Con la entrada de un lateral específico volverá al centro. Sergio González tiene un puesto garantizado, por lo que Julio es quien parte como posible sacrificado.

En el Artés Carrasco jugaron de inicio juntos Boris y Gorka Santamaría. Lo hizo Casquero consciente de los metros que le iba a dar su rival, lo que le permitiría jugar mucho en campo contrario. Hoy el choque será diferente porque la Balona le discutirá más que su rival de hace una semana. Esta situación forzará el preparador a tocar una pieza en el centro del campo para darle más presencia y guardar una bala en la recámara. Así en teoría uno de los delanteros saldrá desde el banquillo. Pese a estrenarse en el Artés Carrasco todo apunta a que será Gorka quien lo haga. Es el precio del nivel y la exigencia que tiene este Decano. No se esperan más movimientos en un once muy definido.