Serbia y Albania se acusan del escándalo mutuamente
Dos días después del escándalo que protagonizaron en el partido de clasificación para la Eurocopa de 2016, serbios y albaneses se acusaron mutuamente por los incidentes y alimentaron una escalada que ya involucra a las más altas esferas políticas de ambos países.
El Serbia-Albania, que se jugó en Belgrado, fue suspendido en el minuto 42, con el marcador 0-0, al producirse altercados entre jugadores y en la grada, después de que un futbolista serbio arrancara una bandera de la Gran Albania de un pequeño dron teledirigido que sobrevoló el campo. Serbios y albaneses tienen una historia de hostilidad que llegó a su clímax en la guerra de Kosovo hace 15 años. La ex provincia yugoslava, con una mayoría de población de origen albanés, declaró su independencia en 2008.
La Federación Serbia de Fútbol aseguró en un comunicado que hizo todo lo que estuvo al alcance como organizadora del encuentro del martes en Belgrado y calificó los altercados como "una acción terrorista planificada" contra los intereses del Estado serbio.
"Advertimos a la UEFA de que algo así desafortunadamente puede ocurrir en otro estadio europeo. Deberían implementarse medidas de seguridad para evitar este modo albanés de actuar contra el fútbol", denunció la FSS, que reclamó que el partido se dé por ganado a su país.
La Federación Albanesa de Fútbol, en tanto, responsabilizó en un comunicado a Serbia por la interrupción del partido y denunció que sus futbolistas fueron tratados con extrema hostilidad desde su llegada a Belgrado.
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