Tarifa calidade
El arrollador comienzo de Juampe Rico revive el éxito de media docena de tarifeños en la Balona en la década de los noventa · El centrocampista, otro alumno aventajado de Antonio López Púa
Juan Pedro Rico [Juampe Rico] se ha convertido en el, hasta ahora, último eslabón de la cadena que une los éxitos de la Real Balompédica Linense con Tarifa. En la década de los noventa Gabriel Navarro Baby pescó en las fructíferas redes de Antonio López Púa, sin duda alguna el precursor del fútbol tarifeño tal y como hoy se entiende. Juan Hoyos, Morales, Sixto, Pedro García, Perico y Miguel Ángel García formaron lo que el prestigioso periodista Ildefonso Sena bautizó como La Quinta del Guzmán, a la que no mucho después se uniría Andrés Hoyos. Por entonces Juampe Rico era poco menos que un niño. Ahora no se conforma con ser uno de los pilares que sostiene al líder del grupo IV de la Segunda B, sino que el pasado domingo ejerció de desatascador con dos goles en las postrimerías del encuentro que sentenciaron la victoria de los de Rafa Escobar en Villanueva de la Serena.
"Esos futbolistas no son exactamente de mi época, pero sí que los conozco", explica Juampe Rico, que está estrenando paternidad. "De hecho yo llegué a jugar con Juan y Andrés Hoyos en el Tarifa".
El mediocampista no vivió siempre momentos tan agradables como el actual. Dos operaciones de rodilla eclipsaron su paso por el Algeciras -con el que también consiguió un ascenso a Segunda B- y de su paso por el Estepona no guarda precisamente un buen recuerdo. Hace dos años, cuando parecía que el exterior se había quedado definitivamente en el dique seco, Carlos Lamorena lo repescó para la Unión, en la que terminó a las órdenes de Rafa Escobar. "En Los Barrios me recuperaron para el fútbol, sobre todo porque volví a tener ganas de jugar", reconoce el tarifeño. "Aquello supuso un trampolín para mí. Llegué a la Balona en el momento justo".
Tras el ascenso del pasado mes de mayo, la deslumbrante pretemporada de Juanpe Berga puso en tela de juicio en el entorno balono la titularidad del tarifeño, pero nunca en el interesado. "Yo estaba tranquilo", garantiza. "Tanto el entrenador como el club demostraron mucha confianza en mí y yo tenía muchas ganas de volver a jugar en la categoría".
"A mí no me preocupaba para nada que trajesen no uno, sino dos o tres jugadores en mi puesto", recalca. "Cuanta más competencia haya, mejor para el equipo y mejor para uno mismo. Si hay un compañero haciendo las cosas bien, tú tendrás que sacar lo mejor de ti para poder jugar y de eso quien se beneficia es la Balona".
"También tengo que admitir que nunca pensé que mi comienzo de temporada iba a ser tan brillante", asume. "Es evidente que se te pasan muchas cosas por la cabeza, que tratas de convencer al entrenador para que apueste por ti, pero hasta que no llega el momento… ni me lo imaginaba".
"Se ha unido todo, el equipo está ganando, yo tengo más confianza y eso me invita a intentar más cosas", agrega Juampe Rico. "Ahora son los que no juegan los que aprietan para ganarse el puesto y los que estamos jugando debemos ser humildes y seguir trabajando para que el mister no pueda ni dudar".
Juampe Rico es partidario de que la Balompédica "no se ponga techo" en sus aspiraciones. "Es pronto aún para decir si el objetivo no puede ir más allá de la salvación, pero tampoco podemos perder la cabeza".
"La temporada pasada fue al contrario, en las primeras jornadas no conseguimos nada y fue a partir de la jornada diez cuando arrancamos y… ahora se trata de tener los pies en el suelo y seguir por el mismo camino", acaba.
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