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Tete Morente, un linense que conquista la Segunda división

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El extremo de La Atunara sobresale en el Nàstic, con el que ya ha jugado una docena de partidos

Tete Morente, durante un partido con el Nàstic de Tarragona.
Tete Morente, durante un partido con el Nàstic de Tarragona. / E.s.
Rubén Almagro

02 de febrero 2018 - 09:30

La línea/El linense José Antonio Morente Oliva [Tete Morente] quiso ser futbolista desde que dio las primeras patadas al balón, que según exageran algunos de los que le conocen fue al primer día de nacer. El delantero es un producto típico de La Atunara, un jugador valiente y con inventiva, porque aunque a los medios nacionales se les escape, en esa barriada de La Línea suceden muchas más cosas de las que se suelen contar. El pasado verano llegó al Nástic de la Segunda división, con el que tiene contrato hasta el verano de 2021 y con el que ya ha logrado disputar una docena de encuentros. Después de un comienzo titubeante, los medios locales se han rendido a sus virtudes.

Tete Morente, que cumplió 21 años el pasado mes de diciembre, dio sus primeros pasos en una cantera tan linense como el Atlético Zabal, mientras estudiaba en el CP Atunara. A los 12 años fue reclutado por el Villarreal, pero a la tercera temporada, la morriña propia de un crío, aderezada con un problema de crecimiento, le ganaron la partida y decidió regresar a casa. Fue por entonces cuando desembarcó en la AD Taraguilla, que militaba en la División de Honor juvenil. "Luego crecí ¿eh?", reivindica entre risas.

Prefiero estar centrado en el presente, pero no descarto nada si sigo haciendo las cosas bien"

El papel sobresaliente que protagonizó con la selección andaluza en un campeonato de España propició que el Atlético de Madrid le reclamase en plena competición y lo incorporase a la estructura colchonera en Navidad. Apenas un año después ya había debutado con el segundo filial y poco después, con el primer conjunto vinculado. Finalizado su periodo en la capital, el extremo se marchó la pasada campaña al Atlético Baleares, con el que llegó a disputar 23 encuentros en Segunda B y a participar en una fase de ascenso, que acabaría con la eliminación en semifinales ante el Albacete.

Después de su aventura en Palma de Mallorca, Tete Morente recibió una oferta de futuro del Nástic y no dudó en aprovecharla. La adaptación a la exigencia de la nueva categoría necesitó de su tiempo, hasta el punto de que se hablaba de su cesión al Mallorca durante el mercado de invierno. Sin embargo, el futbolista despuntó justo en el momento indicado y, aunque no jugó el pasado domingo en El Molinón, poco a poco ha ido ganando protagonismo.

Esa presencia en las alineaciones, en opinión de los medios locales, se la ha ganado a pulso. Diari de Tarragona, en un reportaje titulado "el nuevo dueño de la banda izquierda" se refiere a él como "el futbolista más desequilibrante del Nàstic en los últimos partidos".

"De pelear por entrar en las convocatorias pasó a ser escogido para ocupar la banda izquierda frente al Rayo Vallecano", recuerda el rotativo catalán. "Las bajas en los costados le dieron la oportunidad de poder salir de inicio. No defraudó. Actuó con un descaro y una verticalidad que encandiló a la hinchada grana y al cuerpo técnico".

"Tal fue su exhibición de fundamentos que Rodri volvió a apostar por él frente al Almería", añade. "El linense volvió a dar un recital en el Estadio Juegos del Mediterráneo". Y así, elogio tras elogio.

"No me puedo quejar de cómo va 2018, estoy muy contento", reconoce el banda linense, que admite que los primeros meses en el conjunto tarraconense no resultaron fáciles: "A nadie le gusta estar en el banquillo o en la grada y en ese momento solo queda seguir trabajando para cuando llegue la oportunidad demostrar que estás capacitado para jugar y creo que así ha sido".

Tete Morente aspira a seguir sumando minutos, aunque ahora se abre un periodo de incertidumbre, toda vez que el consejo de administración de la entidad costera decidió destituir el pasado lunes a Antonio Rodríguez Rodri, que había llegado en la quinta jornada, y poner al frente del equipo a Nano Rivas, al que ya recurrió el pasado curso para lograr una salvación in extremis paradójicamente como relevo de otro linense, Juan Merino.

Preguntado por su futuro, el extremo afirma que de momento prefiere "centrarse en el presente" pero sin "descartar nada" si es capaz de "seguir haciendo las cosas bien".

"Yo creo que soy un extremo que además de lo que aporto en ataque, que es sobre todo desborde, me sacrifico en defensa", explica el jugador a los muchísimos aficionados de La Línea han tenido la suerte de verle jugar en directo.

Con respecto a su equipo, opina: "Está claro que nuestro primer objetivo tiene que ser mejorar en casa y si lo conseguimos incluso podemos aspirar a estar entre los diez primeros, igual no nos da para meternos en play-off, pero es que como visitantes somos de los mejores de la competición".

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