Roberto Scholtes
Pequeñas y medianas compañías para 2025
Fútbol
Este domingo nueve de agosto se cumplen exactamente 50 años desde que se disputó la primera final del Trofeo Ciudad de La Línea. Un torneo que se llevó el Valencia a sus vitrinas tras vencer 2-0 al Sevilla y que supuso el pistoletazo de salida a uno de los acontecimientos que más ha ayudado -sino el que más- a situar a La Línea en el mapa con connotaciones positivas. Los mejores equipos de Europa y algunos de los del resto del planeta pasaron por el ahora maltrecho Municipal en una cita que era obligada para todo el balompié nacional.
Era el comienzo de 1970. No hacía mucho que la frontera con Gibraltar había sido cerrada, una decisión que había asestado un durísimo golpe a la economía y a la vida de los linenses, muchos de los cuales tuvieron que emigrar y solo regresaban a casa precisamente en vacaciones.
Un grupo de empresarios, políticos y aficionados gestó la idea, en apariencia descabellada, de poner en marcha un trofeo de fútbol siguiendo los pasos del Carranza, el Colombino o el Teresa Herrera. Una quimera para una población en plena crisis que acabó por convertirse en un sueño hecho realidad después de que algunos de sus mentores arriesgasen, literalmente, su patrimonio personal.
Cualquier linense que peine canas recordará aquellas interminables luminarias resultados de las colas de vehículos que entraban y salían del estadio en el primer fin de semana de cada mes de agosto. Era la señal de la prosperidad estival de un pueblo que se negaba a rendirse. Además, por sus fechas, suponía el inicio de la pretemporada -entonces la competición arrancaba en septiembre- y después de una larga espera medios y aficionados de todo el país prestaban atención a lo que sucedía “a la sombra del Peñón” que era la coletilla más utilizada en aquella época.
El historiador linense Luis Javier Traverso detalla en su conocido blog La Línea en Blanco y Negro: “La primera edición del Trofeo Ciudad de La Línea, se disputó entre los días 8 y 9 de agosto de 1970, contó con la participación de los equipos Valencia C.F., Sevilla C.F., Anderlecht y San Lorenzo de Almagro”.
“La primera semifinal disputada del torneo deparó el enfrentamiento entre Anderlecht y Valencia a las seis y media de la tarde del sábado 8 de agosto”, recuerda. El técnico ché, que era nada menos que Alfredo Di Stefano alineó a “Abelardo, Sol, Aníbal, Martínez, Antón, Claramunt, Fuertes, Pellicer, Jara, Paquito y Sergio. Poli y Forment sustituyeron a Fuertes y Sergio”.
“Por parte belga, la alineación presentada era Trappeniers, Heylens, Martens, Nordahl, Velkeneers, Desanghere, Colassi, Esderstedt, Mulder, Van Himst y Puis. Nordahl ere sustituido por De Godoy”, detalla.
Traverso continúa detallando lo que sucedió en aquel inolvidable fin de semana: “La contienda fue dirigida por el colegiado portugués Campos, los jueces de línea eran los españoles Fernández Quirós y Herencia".
"El primer gol de la primera edición no se hizo esperar y fue logrado a los tres minutos de juego por mediación del valencianista Jara, después de realizar una jugada individual y batir de fuerte tiro por bajo al portero belga. Se hacía historia, y el segundo gol llegaba por mediación de Claramunt tras una pared con Pellicer en la frontal del área a los veinticuatro minutos de juego. El Valencia C.F. se convertía en el primer finalista de la edición”.
“La segunda semifinal, se disputaba a las once de la noche del mismo día entre el Sevilla C.F. y el San Lorenzo de Almagro que saltaron al terreno de juego portando la bandera de España el San Lorenzo y la bandera de Argentina el Sevilla”, apunta.
“El cuadro hispalense afrontó el encuentro con Rodri, Isabelo, Costas, Hita, Pazos, Santos, Lora, Antonio, Acosta, Eloy y Berruzo. Sin realizar ninguna sustitución. La escuadra argentina se componía por Buttice, Doris, Telch Rols, Villar, Albrecht, Coceo, Tojo, González, Veglio y Fischer. Chazarreta y Amado sustituyeron a González y Fischer”, significa.
“El arbitro designado para esta segunda semifinal era el italiano Flavio Monti, con la ayuda en las bandas de los españoles Pastrana y Redondo. El Sevilla venció al San Lorenzo por la mínima, a los trece minutos de juego por mediación de Acosta a la salida de un córner, donde Buttice en el intento de despejar permitió que Acosta peinase el balón colocando el uno a cero final”.
El partido para el tercer y cuarto puesto, el mal llamado de consolación, lo disputaban los dos representantes extranjeros en la competición, nada menos que a las cinco y media de la tarde de un nueve de agosto. El calor impidió que se diese cita un número elevado de espectadores, pero quienes estuvieron sostienen, incluso hoy, que aquel San Lorenzo-Anderlecht fue uno de los partidos más espectaculares que se hayan escenificado en este estadio.
“El resultado final fue de tres goles a dos para el equipo argentino, que consiguió remontar el resultado en la segunda parte del partido tras marcharse al descanso con el marcador en contra de uno a dos”, evoca Traverso. “Marcaron por parte argentina Rols, Veglio y González y por el combinado belga los autores fueron Puis y Mulder”.
“La primera final del I Trofeo Ciudad de La Línea fue retransmitida por Televisión Española, lo que en cierto modo restó afluencia de público. Realizó el saque de honor la presentadora Laura Valenzuela”.
“Las alineaciones de ambos equipos fueron las siguientes:
Valencia C.F.: Abelardo, Sol, Roberto, Martínez, Antón, Claramunt, Fuertes, Pellicer, Jara, Paquito y Sergio. Pesudo sustituyó a Abelardo y Poli a Fuertes.
Sevilla C.F.: Rodri, Isabelo, Costas, Hita, Pazos, Santos, Lora, Antonio, Acosta, Eloy y Berruzo. Toñanez sustituyó a Santos, y Morón reemplazo al propio Toñanez”.
El Sevilla vistió completamente de blanco, al ceder el Valencia los colores puesto que el Sevilla era más antiguo que los valencianistas. El Valencia volvió a jugar con camisa grana y pantalón negro. Los goles valencianos fueron obra de Paquito y Jara, Paquito marcaba de fuerte tiro a los treinta minutos y Jara a los setenta.
"Una vez concluido el encuentro, el capitán valencianista Roberto recogía de manos del alcalde de La Línea Don Juan Blasco el preciado Trofeo dando la vuelta de honor sobre el terreno de juego como campeón. Hay que reseñar un detalle emotivo y es que el Sevilla C.F. le entrego la insignia de oro del club al desaparecido Juan Ayala Callejón como recordatorio y reconocimiento de su labor en la etapa como jugador sevillista durante el tiempo que perteneció al club hispalense”, apostilla el escrito.
“La primera edición del Trofeo resultó un éxito para la organización por lo que se generaron beneficios en diferentes aspectos, uno de ellos fue la presencia de turistas en la ciudad, el económico que supondría ayuda para la Balompédica, y quizás el más importante; el de recuperar la presencia de aficionados y la afición al fútbol para las gradas del Municipal”, finaliza el historiador.
También te puede interesar
BM Ciudad de Algeciras - Melilla Ciudad del Deporte | La previa
El BM Ciudad de Algeciras se cita este sábado (20:30) con Melilla para acentuar su buena rachaLo último
No hay comentarios