El Tropezón se inspira en su gesta de hace quince años

Desde que el CD Tropezón se proclamó campeón del grupo III de Tercera división, hace ya dos semanas, y desde que el entorno cántabro conoce que se las verá con el Algeciras en la lucha por ascender a Segunda B, en Tanos (Torrelavega) se habla de la gesta del 98, del último ascenso que los locales protagonizaron a la categoría de bronce.

El rival algecirista en la eliminatoria de campeones apela a su historia, como también hacen ya los albirrojos durante estos días. El ambiente del Tropezón ha desempolvado la fase de ascenso de hace quince años que llevó a los cántabros a la gloria.

Fue en la primavera de 1998, en el campo de Tanos conocido como La Bombonera. Tras haber dejado por el camino al Logroñés y al Amorebieta, el Tropezón se jugó el ascenso con el Fraga. Se impuso en la ida por 1-2 y encaró la vuelta en casa, donde los de fuera se adelantaron y amenazaron con rematar la eliminatoria. Cuando peor lo veía la grada cántabra, se produjo un saque de esquina que lo cambiaría todo: Amado sacó el córner y el capitán, Diego Rivas, remató a gol desatando la euforia.

El actual entrenador del Trope, Lolo Herrera, vivió aquella hazaña desde el banquillo. Tras dieciséis campañas consecutivas al frente, el entrenador se prepara para repetir experiencia con una plantilla que poco o nada tiene que ver con la que vivió aquella tarde pero con la misma ilusión. El entonces portero Uriona estará junto al míster, pero como preparador de los guardametas.