(2-0) El San Rafael, más fortín

La Unión volvió a pasar una prueba de fuego más en casa, y sigue sin conocer la derrota en su feudo en el último año, tras vencer este domingo al Xerez DFC por 2-0. Los azulinos se antojaban un rival complicado, como mostraba su segundo puesto, pero el San Rafael se ha convertido en un fortín al que los rivales no son capaces de encontrar la vía de agua.

El encuentro fue bronco, sin apenas ocasiones, y los locales aprovecharon las dos únicas oportunidades de las que dispusieron, así como la superioridad numérica que les brindó las dos expulsiones de su rival.

Comenzaba el partido con los gualdiverdes tanteando al rival y conteniendo las acometidas del mismo. El Xerez DFC lo intentaba colgando balones al área, pero sin encontrar rematador mientras los de Álex Pallarés esperaban su ocasión. Y ésta llegó en el minuto once, a través de Álex Guti, que cruzó el balón raso y batió al exbarreño Camacho.

A partir de ahí, los locales siguieron haciendo lo que mejor saben, contener y contraatacar. Desde la banda derecha xerezana, Marcelo lo intentaba una y otra vez colgando balones, pero sin encontrar nunca quien concluyese las acciones, ante la eficiencia de la zaga barreña.

En el minuto 30, el Xerez tuvo su ocasión pero Oñate despejó el balón en la misma línea de gol. No volvieron a tener los azulones una mejor. El juego apenas salía del centro del campo y era interrumpido una y otra vez a causa de las continuas faltas.

Al filo del descanso, las cosas se pusieron muy favorables para La Unión. Ikwu, que había recibido una amarilla minutos antes, intentó quitarle de las manos el balón al delegado de campo para ponerlo en juego rápido. El colegiado Lafuente Sánchez lo mandó a vestuarios sin dudarlo con una segunda amarilla.

García Tebar metió a Sergio Narváez en sustitución de otro exbarreño, Goma, para reajustar el equipo pero de nada le sirvió, ya que en el 52’ sufrió la segunda expulsión en sus filas, esta vez del exbalono Antonio Bello, quien golpeó a Germán Triunfo en la nariz. El propio entrenador fue expulsado en el 72' por protestar al árbitro, cuya actuación adquirió más protagonismo de la debiera.

Curiosamente, tras quedarse con nueve jugadores fue cuando el Xerez DFC se mostró más acertado en el juego. Por momentos parecía que los de Pallarés eran los que estaban en inferioridad numérica. Contentos con el gol, decidieron dedicarse a esperar algún fallo del rival, que seguían colgando balones al área del debutante Iván Villanueva que poco tuvo que intervenir ante el buen hacer de su defensa.

Y esa fue la tónica general hasta el final del encuentro, en el que Legupín marcó el segundo tanto castigando por segunda vez a un Xerez impotente ante la efectividad de su contrario y la inferioridad numérica durante más de 45 minutos.

Los jugadores fueron vitoreados al término del partido por la numerosa afición barreña que acudió al estadio y que están viviendo una época dorada sin presenciar una derrota en el San Rafael.

Quizás no fuera el partido más bonito, pero los barreños agradecieron el esfuerzo y el compromiso de los hombres de Pallarés, que lo dieron todo para llevarse una trabajada victoria y que mantuvieron durante todo el encuentro el control del mismo gracias a una tremenda intensidad.