Valderrama corona al humilde Bezuidenhout

GOLF | ESTRELLA DAMM N.A. ANDALUCÍA MASTERS

El sudafricano se burla de los pronósticos y se impone con incontestable autoridad

Álvaro Quirós firma un espectacular 66 y es segundo, pero no logra plaza en el British

Christiaan Bezuidenhout posa con el trofeo junto a su familia en Valderrama.
Christiaan Bezuidenhout posa con el trofeo junto a su familia en Valderrama. / Jorge Del Águila
Rubén Almagro

30 de junio 2019 - 22:12

San Roque/El Real Club de Golf Valderrama aprovechó la última jornada de su torneo, el Andalucía Masters, para mostrar su infinita grandeza, no exenta de muchas dosis de peculiaridad. El campo de Sotogrande, en San Roque, coronó –no es la primera vez que lo hace– a un tipo prácticamente desconocido para quienes siguen el golf. Para los que solo se acercan a este deporte una vez al año sencillamente no existía. Esta vez fue Christiaan Bezuidenhout, un chico de 25 años del que apenas había noticias hasta hace cuatro días con una historia personal que no deja otra opción que admirarle. Pasó por tantas cosas en su niñez que ya siendo amateur le llegaron a sancionar por un falso dopping por consumir un producto para paliar su tartamudez.

En el apartado contrario a esa generosidad extrema que supone conceder mucho más que un minuto de gloria (y 500.000 euros) a alguien así, el escenario de la Ryder Cup de 1997 le arrebató in extremis a su vecino, Álvaro Quirós la opción de estar presente en Abierto Británico. El guadiareño, después del fiasco del sábado, completó una última vuelta magistral, con 66 golpes y acabó empatado en la segunda plaza. El ranking mundial le condena a quedarse sin el pasaporte para la cita inglesa. Con lo bien que le hubiese venido a su moral.

Unas 40,000 espectadores han pasado por el campo sanroqueño durante la semana

Unas 40.000 personas, a las que no importó el calor, han sido testigo a lo largo de la semana de la cita golfística más importante de cuantas se juegan en España. San Roque ya lo hace, pero llegará el día de que esta comarca, tan necesitada como está de vender su imagen ponga en valor todo lo bueno que supone Valderrama desde hace ya casi cuatro décadas.

Lo que recordará la historia de esta cita de 2019 es Christiaan Bezuidenhout se burló de todos los pronósticos. De los de antes del torneo y mucho más de quienes desde el viernes repetían con seguridad que a ese chico tímido, huidizo, con problemas para hablar le acabaría por pasar factura tanta presión, tanto público, tanta cámara y se desplomaría.

En esta última vuelta encadenó nada menos que tres bogeys, en los hoyos 5 a 7 y su renta inicial sobre sus perseguidores de cinco impactos había quedado reducida a tres, con Rahm sacando brillo a su tarjeta. Cuando más parecía tambalearse el sudafricano esbozó una sonrisa justo después de salvar por los pelos el par en el ocho, enlazó tres birdies y sus rivales asumieron que la pelea por ganar el Andalucía Masters había finalizado. El resto fue un paseo triunfal para un más que justo campeón.

De hecho Jon Rahm, que compartía esa siempre especial última partida con él, acabó sexto, a seis golpes, posiblemente porque al sentirse batido perdió algo la concentración. El tricampeón Sergio García, un peldaño más abajo, a siete.

Otra cosa fue la pelea por una segunda plaza en la que acabaron, con -4 (a seis del vencedor) Álvaro Quirós, Eduardo de la Riva, Jon Rahm y Adri Arnaus. La tercera tarjeta que concedía este torneo para el Open Championship se le escapó de las manos después de haberla acariciado durante buena parte de la jornada. Ni siquiera sirve de consuelo, al menos aquí, que el beneficiado sea otro español, Adri Arnaus.

Las clasificaciones finales del torneo y las de la Carrera hacia Dubai se pueden consultar en www.europeantour.com.

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