Veinticinco años y un día

Ayer, veintisiete de mayo, se cumplió exactamente un cuarto de siglo de una de las tardes más celebradas por la afición de La Línea. Al menos, una de las más festivas entre aquellas que no acabaron con un ascenso. Veinticinco años [y un día] hace ya de aquella tantas veces recordada permanencia alcanzada en El Palmar de Sanlúcar de Barrameda con un gol de Manolo Ahumada a pase de Antonio Pacheco.

La Balona se presentaba en El Palmar dependiendo de sí misma para evitar el descenso a Tercera, después de haber vencido en la penúltima jornada al Badajoz, que llegó al Municipal entrenado por el exbalono Pepe Martín Doblado. Sin embargo los de La Línea tenían la rémora de que no había logrado una victoria a domicilio desde octubre de 1988, cuando lo había conseguido en Nules. Vaya, que habían transcurrido un año y siete meses.

En aquella temporada 1989-90 sólo había logrado tres goles como visitante, los que habían materializado de una tacada en Telde, donde habían perdido 4/3 después de que Currito Álvarez hubiese marrado un penalti en el último segundo.

Los linenses llegaron, en plena Feria de la Manzanilla arropados por un millar de aficionados que durante la semana había soportado suspicacias de toda índole, incluyendo el malestar de la plantilla del extinto Atlético de Marbella por unas declaraciones en Radio Nacional del centrocampista del Atleti Orbegozo, quien dijo que su equipo saldría al campo "sin malicia".

Además, corrieron ríos de tinta sobre una posible prima a terceros para el Sanluqueño por parte del Estepona, que también se salvó de la quema in extemis.

Al final, el Sanluqueño no sólo no dio facilidades, sino que se empleó con especial ímpetu, pero un centro de Pacheco fue rematado raso por Ahumada (18'), haciendo inútil la estirada de Santisteban.

Los linenses montaron una tela de araña y sólo pasaron apuros a ocho del final, con Cristóbal evitando sobre la línea de meta el empate, cuando de fondo ya sonaban los cánticos de los aficionados linenses, que sabían que hasta la igualada era suficiente paramantener la categoría.

La hinchada invadió el terreno de juego cuando Renedo Montalvo silbó el final y celebró la salvación mientas sacaba del vestuario al presidente, Manuel Monteagud,que siguió la segunda mitad en la caseta. "Mi mayor alegría desde que soy presidente", aseguró.

En aquella Balona de la salvación se alinearon: Domingo Moreno -que había comenzado la temporada como ayudante médico- Cristóbal, Pacheco, Pepe Aparicio, Arias, Charli, García, Vales (Cabrera, 64'), Ormaechea, Ordás y Ahumada (Torremocha, 84').

También formaban parte de aquel plantel, entre otros, Juano, Berenguer, Salvador, Álvarez, Mena, Arreitu y Juli.

Al frente de aquella plantilla, Gabriel Navarro Baby, quien sentenció, mientras era casi manteado por los hinchas: "Ahora sí que estoy satisfecho. Siempre he dicho que las c osas suceden porque tienen que suceder y lo que ha sucedido es bueno para la Balona".